Sentía que en el mundo no valía nada, siempre era positiva con todos, pero nunca con ella misma, ya lo sé debería, pero ella lo daba todo, te lo aseguro, o lo intentaba. Daba todo por todos pero a la hora de la verdad esas personas no daban nada por ella.
Ella siempre se sentía sola pero cada vez que tenía ganas de irse para siempre, buscaba una razón o un rayito de luz que la iluminase, algo que hiciese que no se fuera.
Muchas razones quedaron atrás, nunca en el olvido pero ya no eran parte de ella solo trozos de su corazón marchito, pero todavía le quedaba una y esa era él, su hermano pequeño.
