Suspiró audiblemente, decidida, tenía un nuevo plan y esta vez nada fallaría. Había recibido el antídoto de su tía gracias al profesor Aizawa que le hizo prometer que le contaría para que era la dichosa pócima, Uraraka sería regañada, no podría evitarlo, pero al menos sintió que podía concentrarse en darle la pócima a los pobres afectados y dejarle el camino libre a Shouto. También debía hablar con él, por cierto.
Kirishima y Kaminari fueron sencillos, sólo tuvo que retarlos a una competencia de bebidas y se aseguró de que tomaran la pócima en el primer vaso de jugo de calabaza. Eso estaba resuelto. Momo también fue sencilla pues sabía que le encantaba el té de jazmín y así pudo sacarla del encanto, para volver a la normalidad -encantada por cierta bruja, esa era la normalidad-.
El único que le faltaba era Bakugo, pero joder, no tenía ni idea de como hacer para que la tomara. Había intentado ya con el jugo y el café, incluso con el libro, pero había tenido que intervenir antes de que otro sufriera los efectos, incluso estaba segura de que el rubio ya la odiaba -más de lo que la odiaba antes-. Así que sólo se le ocurría una forma, nada agradable, suicida, pero debía tener la efectividad del cien por ciento, y antes de morir... debía hacer lo que su tía le dijo -no dejaba de preguntarse cómo nunca se le ocurrió-.
Se apresuró al gran comedor, buscando a Izuku con la mirada y sonrió al verle almorzando con la nariz metida en un libro, como siempre. Se acercó, se sentó a su lado y recargó la cabeza en su hombro para llamar su atención.
—Ochako —murmuró sorprendido—. ¿Pasa algo?
—Debo verme con el profesor Aizawa cerca del lago, ¿me vas a esperar?
—Está bien.
—Me adelantaré —se puso de pie—. Espérame en el muelle, quiero practicar mi hechizo de descongelamiento.
Izuku sonrió y asintió, cerrando el libro para terminar su comida, su amiga siempre le pedía que la acompañara al bosque o al lago, porque les gustaba practicar o inventarse nuevos hechizos. Le gustaba compartir eso con su mejor amiga.
Uraraka salió del lugar con prisa, Todoroki debía estar en la biblioteca y no tenía tiempo que perder, había mucho que hacer antes de morir -ya fuera porque Katsuki la mataba o el profesor Aizawa la castigaba tan feo que no volvía a ver la luz del sol-. Se detuvo frente al muchacho que observaba su pergamino sobre la mesa sin ganas, triste.
—Todoroki —le llamó, inclinándose mientras recargaba las palmas de las manos en la madera.
El muchacho alzó la mirada y la vió confundido, por su repentina aparición y su actitud.
—Te voy a preguntar algo y quiero que seas sincero.
—Está bien —murmuró sin comprender en realidad.
— ¿Te gusta Izuku?
El rostro del muchacho bicolor se encendió y ella quiso reír, nunca pensó que podría ver así al mago de fuego y hielo.
—Él... ¿él te preguntó?
—Yo pregunté primero.
Desvió la mirada y se pasó una mano por la nuca, sentía que las palabras se le atoraban en la garganta.
—Bueno, no me lo digas a mí —sonrió, viéndole enternecida—. Izuku está en el muelle y puedes tener una buena oportunidad si vas allá ahora.
—Pero...
—Tienes competencia, si te gusta, no dejes que se vaya —repitió las palabras de su tía y se enderezó, saliendo de la biblioteca con alegría, ella había tenido toda la razón.
Suspiró al escuchar las puertas cerrarse y cerró los ojos, ahora el plan suicida, Bakugo debía ir por ahí en cualquier momento. Sacó de la túnica la pequeña botella con el líquido amarillo y la destapó, divisó la cabellera rubia y tragó saliva, sólo había una oportunidad. Bebió un poco de la pócima, sin tragar, y con paso seguro caminó hasta él, gritaba en su mente, pero debía ser firme.
Golpeó el hombro del muchacho, el otro volteó enfurecido, listo para comenzar a reclamarle, pero ella le empujó contra la pared y unió sus labios con los del mago de fuego.Todos los presentes en el lugar se paralizaron al ver la osadía de la joven y quisieron correr a esconderse para cuando ella se alejará, pero al contrario de lo que esperaron, cuando ella se alejó, no hubo nada, Katsuki no parecía reaccionar. Ochako le obligó a abrir la boca, para asegurarse que había bebido la pócima -aprovechando que aún no protestaba, claro- y luego hecho a correr como si su vida dependiera de ello -y así era-.
— ¡Lo siento!
Fue lo único que se escuchó mientras desaparecía por el laberinto de pasillos, justo antes de que la explosión alcanzara a todas las almas inocentes que pasaban por ahí.
— ¡URARAKA!
Hey y'all!
Pues bueno xD aquí la apuración de Ochako por juntar a su amigo con el novio y de salvarlo de la granada humana, fue gracioso escribir este fic, y espero en verdad que les haya gustado el extra xD creo que fue muy apresurado, pero es por el poco tiempo que he tenido para sentarme a escribir xD lo siento! Igual quedo gracioso xDD
Muchas gracias por leer, votar y comentar!
Lof, smooches y galletitasRae Septoxic
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In the middle
FanfictionOchako es la mejor amiga de Izuku. Ochako es esa clase de amiga que movería el mundo con tal de ver a su mejor amigo feliz y con la persona que ama...pero ella no tiene tanto poder como para mover al mundo, aunque hechizar al salón de clases entero...