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Al dar las una de la madrugada, el timbre de su casa sonó, como esperaba que hiciese. Su tía iba a pasar la noche con la abuela ya que quería dejarle la casa para ella y sus amigos, cosa que agradeció.

Inmediatamente fue hacia la entrada, respirando hondo antes de abrir, tenía muchas ganas de recibir a todos sus amigos, pero no sabía si estaba preparada para tener a los dos hermanos en una misma casa y tener que fingir.

Cuando abrió la puerta se encontró con la imagen de Stew bajo un montón de bolsas de regalos y el ramo de flores más grande que había visto. Le enterneció verle bajo aquella montaña de cosas que eran para ella, pero se sintió horrible cuando buscaba detrás de él a su hermano.

Nathan, quien todavía no había llegado.

— ¡Stew! — exclamó ayudándole a coger todas las cosas que había traído para ella — ¡Estás loco!¿todo esto es para mí?

— Sí... a no ser que tenga otra novia más que cumpla años hoy, en ese caso todo es para ti y únicamente para ti bebé.

A Nina se le escapó una risa nerviosa que no supo cómo interpretar, y que esperaba que Stew no hubiera notado.

Antes de que Stew sospechara un poco sobre su comportamiento se lanzó a dejarle un corto beso en los labios, sentía que no debía hacer nada más, que todo lo que fuera a hacer esa noche relacionada con su novio, iba a estar mal.

— Sé que es lo que se dice, pero no tendrías que haber comprado tantas cosas para mí, sabes que con el simple hecho de venir, me bastaba.

— Pero no podía hacer menos, hace tiempo que no nos vemos y la he cagado mucho estos días, tenía que hacer algo para recompensarte.

No supo qué contestar, porque si pensaba en todas las veces en las que ella la había cagado probablemente serían muchas más, por lo que solamente se mantuvo en silencio.

— Respecto a lo de tu tía... — comenzó a disculparse, lo que incrementó el sentimiento de la culpabilidad en ella.

— No — se adelantó y no dejó que siguiera hablando. — todos cometemos errores, me prometiste que nunca más pasaría y confío en ti, es por eso por lo que estoy contigo ¿vale?

Fue en ese instante cuando sonó el timbre de nuevo, por inútil que pareciera hizo que el nudo en la garganta de Nina desapareciera y fue a abrir.

De entre todas las personas distinguió a Madison y Stassie, estaba segura de que no conocía a tanta gente y que ellas se habían ocupado de traer a más.

— Pasad todos chicos — dijo sonriendo.

Estaba contenta de que sus amigas estuvieran aquí y que además hubiera invitados nuevos y gente a la que conocer.

— ¡Pero mírate! Estás guapísima cielo — dijo Stassie abrazándola. — Estoy deseando que esto comience de verdad, ¡va a ser una gran noche!

Iba a contestar cuando sintió unas manos ponerse encima de sus ojos que no le dejaron saber cómo reaccionar, se sobresaltó, pero se mantuvo a la espera de que la persona misteriosa dijera algo.

Pronto la única persona que hablaba en español de la casa se pronunció.

¡Feliz cumpleaños princesa! — Dijo en un grito.

Nina se giró y lo abrazó con todas sus fuerzas. Hacia muchísimo tiempo que no veía a Juanpa y estaba más guapo que nunca.

— La puta madre, qué bien te veo. — Dijo aún entre sus brazos.

Casi se emocionó de que alguien la entendiera cuando hablaba en español.

La noche fue transcurriendo, acabó conociendo más a todos e incluso manteniendo conversación con aquellos que solamente había visto por sus redes sociales y se sentía de maravilla alrededor de tanta gente.

Pero sintió que le faltaba la única persona que la hacía sentir como en una nube, y no había rastro de él, no había parado de mirar el móvil innumerables veces para ver si recibía algún mensaje de Nathan, incluso si recibía un mensaje de él cancelando.

Pero nada y comenzó a desesperarse.

La noche pintaba demasiado bien y tan solo le faltaba su presencia para que fuera perfecta.

Se dirigió a la cocina donde apenas había gente para servirse un vaso de agua, algo irónico en una fiesta, pero sin embargo era lo único que ahora tenía ganas de tomar.

Cuando se disponía a dejar su vaso sintió unos brazos rodear su cintura, reconoció sus manos y sus tatuajes por lo que se mantuvo quieta, sintiendo de alguna manera la electricidad que su tacto le provocaba.

— Has venido — dijo casi en un susurro.

— ¿De verdad creías que no lo iba a hacer? — susurró este en su oído.

No sabía por qué no se apartaba, tampoco sabía qué estaba haciendo, si Stew entraba en ese momento a la cocina todo se iría a la mierda, por lo que rápidamente se zafó de su agarre y lo miró directamente.

— Quería que vinieras Nathan, pero Stew está aquí y no quiero que piense nada que no debería.

Nathan no dijo nada, solamente señaló con a su hermano quien hablaba animadamente con una chica de la cual no recordaba su nombre, pero que recordaba haber hablado con ella.

— En cuanto beba un poco más va a olvidarse de donde está, y de que es tu cumpleaños, ah y de que estás aquí.  — dijo con su semblante serio.

Nina hizo caso omiso a sus palabras y siguió en la fiesta, sintió como Nathan la perseguía y sonrió inconscientemente.

La agarró del brazo con delicadeza y le habló al oído. Fuera no tenia excusa, pues la música estaba alta y no podían comunicarse de otro modo.

— Espero que no me dejes más con la palabra en la boca y que veas como tengo razón. No creo que quede mucho. — Se detuvo, pero luego siguió — Entonces dará igual lo que hagamos.

La dejó irse, no sin antes pegarla más a él tocando su trasero.

Nina aguantó la respiración.

Vigiló que nadie estuviera mirando y se relajó cuando Nathan fue en la búsqueda de Sammy.

Maratón 1/3

N/a siento mucho no haberlos publicado ayer, pero hoy pienso publicarlos todos todos, así que prepárense 🌚 podéis dejar en comentarios vuestra opinión acerca de todo lo que va ocurriendo 🌚

Baby Girl. Nathan Maloley Instagram ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora