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Fue en el lugar menos esperado y cuando más lo necesitaba.

Nina estaba recostada en la cama de su novio Stewart mientras él se liaba un porro, finalmente había accedido a que fumara ese tipo de cosas aunque no fueran buenas para él.

Tenía su teléfono móvil en sus manos esperando la respuesta de Nathan. Acababa de decirle que no sabía si estaba preparada para estar con su hermano, estando en la misma habitación que él a escasos metros.

— Si vas a fumar de esa mierda podrías darme un poco — sugirió Nina incorporándose.

Stewart que estaba absorto y evadido en su propio mundo se giró y se encogió de hombros.

No la había escuchado, y no era la primera vez que ocurría. La comunicación entre ellos dos cada vez era más inexistente.

— Parece que ya te ha hecho efecto... déjalo — Nina volvió a recostarse.

Dejó de prestarle atención a su novio, quien se giró a mirar por la ventana a la vez que expulsaba humo de entre sus labios.

Ella suspiró apenada.

No sabía en qué se había convertido la relación que mantenían.

Por llamarla de alguna manera.

Por otro lado eran casi las doce de la madrugada y no quería tener que volver a casa.

— ¿Puedo quedarme a dormir? — preguntó.

No obtuvo respuesta por lo que se lo tomó como un sí.

La pantalla de su móvil se encendió dejando ver un recordatorio (*) que no recordaba haber puesto ella.

Sonrió al ver que estaba escrito: "Hoy cumple años tu daddy, pórtate bien con él 😏😉"

Stew que parecía haber vuelto de su ensoñación se acercó a ella y se tumbó a su lado.

— Joder esa hierba que le he robado a mi hermano es malditamente buena. — Dijo este recostándose en el pecho de Nina.

Ella inmediatamente retiró su móvil para que no viera lo que acababa de mostrársele.

— ¿No quieres que vea algo en tu móvil? — Cuestionó con una sonrisa en sus labios.

— No es nada, pero cada uno puede tener su intimidad, ¿no?

— Entonces si no es nada, te dará igual que coja tu celular.

No le dio tiempo a reaccionar cuando ya le arrebató su móvil de las manos, para su mala suerte, le llegó un mensaje.

Y no uno cualquiera, sino de Nate.

— ¿Estabas hablando con mi hermano? — Preguntó confundido.

— ¿Qué problema hay? También es mi amigo. — Se encogió de hombros tras decir eso.

El problema verdadero vino cuando se detuvo a mirar el mensaje, no supo qué decía, pero supuso que no sería de su agrado tras recordar lo que le había dicho hacía escasas horas.

— Joder Nina... ¿Es en serio lo que dice mi hermano? — Cuando dijo eso se separó bruscamente de ella. — ¿No me amas?

Nina no dijo nada, Stew lo entendió todo.

— Tan solo dime la verdad. No quiero vivir una relación falsa. Sé sincera conmigo, por favor.

— Estoy confundida Stewart.

Él comenzó a caminar de un lado a otro, nervioso a la vez que nostálgico.

— Pensé que todo sería diferente si te tenía en mi vida, que me sentiría llena y no sola.

— ¿De verdad te sientes sola?

Stewart descargó toda su rabia atestando un puñetazo en su pared. Ella se acercó rápidamente a él que se tocaba el puño con una mueca de dolor.

— No es culpa tuya bebé, es mía.

— No joder Nina, no lo es. Te he descuidado desde que estás aquí, te prometí que ibas a sentirte querida, que no ibas a extrañar nunca más la vida que tenías antes y que ibas a olvidar todas las cosas malas que te ocurrían y sin embargo desde tu llegada no he dejado de cagarla.

Nina iba a hablar, pero Stewart salió corriendo de su habitación rumbo a las escaleras, lo siguiente que escuchó fue el sonido de la puerta cerrarse y el motor de un coche arrancar.

Ella se sintió ahora más sola que nunca, tenía la esperanza de poder pasar la noche con Stewart por más que sintiera que sus sentimientos hacia él no eran más que una confusión.

No pasaron más de diez minutos cuando la puerta de la casa se abrió, pensó que sería Stewart de nuevo con las ideas claras y ya más relajado.

Pero a quien se encontró no fue su novio, sino la persona que menos esperaba ver.

Sus ojos se encendieron al ver a Nate parado en el marco de la puerta sonriendo de lado hacia dentro.

— ¿Se puede saber qué haces aquí baby?

Nina no se anduvo con muchos rodeos y le contó todo a Nathan.

— He venido a mi casa cuanto antes he podido, pensaba ir a la tuya después lo juro. Odio verte así.

Nate apartó un mechón que se escapaba de la cola de caballo medio deshecha que llevaba Nina.

Mirándola a los ojos se dio cuenta de lo hermosa que era por enésima vez y de la mala suerte que tenía por no tenerla.

Besó su frente, sintiendo como dejaba levemente de temblar entre sus brazos.

— Feliz cumpleaños daddy — susurró ella a escasos milímetros de su oído.

N/a omgggg hi!!!! Como estáis? La verdad ayer iba a subir un capítulo donde se narraba más o menos esto, hasta que he pensado en que era el cumple de baby Nathan y que no podía dejarlo sin más 🌚 así que aquí tenéis una mezcla entre las dos cosas que espero que os guste.

Btw lo que hay señalado en la historia se debe a que Nate puso un recodatorio, en iPhone hay una especie de aplicación que te sirve para eso, recordar cosas y me ha parecido gracioso incluirlo de esa manera.

Me explico horrible, espero que lo entendáis 🌚🤷🏻‍♀️

Mañana tenía pensado publicar otro capítulo especial por el cumpleaños de nathan y quién sabe si alguna que otra parte narrada... les parece? 😌

Baby Girl. Nathan Maloley Instagram ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora