*Capitulo 2*

666 30 6
                                    

|No te alejes|

Ya teníamos todo listo para el funeral, mi joven ama llevaba una pequeña maleta, la cual se la quite de las manos ella solo me miro y sonrió. Al llegar al lugar me quede afuera alguien como yo no estaba acostumbrado a entrar a estos sitios algo desagradables

-¿Qué esperas Sebastian? – mi ama me llamo y me saca de mis pensamientos – Tienes que ayudarme a arreglarlas, no puedo hacerlo yo sola –

-Entendido – ambos entramos para después llegar a una habitación un poco mas pequeña se encontraban dos ataúdes

Mi joven ama me pidió que quemara la ropa sucia, que se encontraba llena de sangre, cuando regresemos a casa, la metí en una bolsa de plástico y la guarde en aquella maleta, mi señorita peinaba a su mejor amiga y yo hacia lo mismo con su hermana

-Gracias Sebastian – termino de hacer una trenza para después limpiar un poco el rostro y ponerle un collar – Ya es hora, vamos -seguí a mi señorita y tomamos asiento en el primer banco

-¿Esta segura de que quiere que me quede a su lado? – la mire esperando su respuesta

-Si, ¿te da miedo? – sonrió burlona

-No my lady, para nada – le devolví la sonrisa

-Claro Sebastian – ella se voltio y miro enfrente – Nunca me imagine estar en esta escena –

-¿A que se refiere joven ama? –

-Si, a verlas en un ataúd mientras yo estoy sentada a un lado de un demonio – hablo en voz baja al ultimo de la frase

-¿Le da miedo? –

-No, para nada Sebastian – río a lo bajo, mientras trataba de imitar mi voz

Pasaron unos minutos más, tenía entendido que no se les había avisado a muchas personas, pero a pesar de eso la capilla se estaba llenando, algunas personas entraban y tomaban asiento directamente, otras venían a darle el pésame a mi ama, mientras traban de sonreír de la manera mas sincera.

La ceremonia estaba por empezar y siendo sincero yo quería salir corriendo de ese lugar tan poco agradable, esta transcurrió de manera tranquila, si es que esto tenia algo de esa palabra, hasta que, sin previo aviso, llamaron a mi ama para que pasara a decir unas palabras, después de todo ella era la mas ¨afectada¨, se subió a una especie de balcón y respiro hondo, desde mi lugar podría notar que no tenía ni la más mínima idea de que decir

¥

-Realmente no tengo nada listo, como muchos me encuentro sorprendida, destrozada y herida – vaya que mentirosa es mi ama – pero supongo que esto se tenia que vivir, no esperaba que ellas se marcharan antes para ser sincera, y si, se que, todo esto pasa por alguna razón la cual realmente no encuentro, ambas eran unas personas maravillosas y muy joviales, siempre las podrías ver sonriendo sin importar como se encontraban por dentro, aun si el mundo se estuviera cayendo a sus alrededor ellas jamás se dejaron caer con este, y menos cuando se encontraban en el mas fino borde, jamás se dejaron caer y yo realmente quisiera poder aplicar lo mismo – su voz empezó a romperse, aun así ella siguió adelante – Jade, mi hermana es – paro en seco y pensó un momento, tomo aire y prosiguió – bueno, ella era una persona muy dulce, amigable, tierna, tímida en la mayoría de veces, aunque en ocasiones era muy extrovertida y aventada siempre quiso conservar el titulo de buena niña y realmente así fue, mi hermana siempre quiso lo mejor para mí, desde el primer momento, crecí con muchas perdidas, pero por alguna razón trato de seguir adelante, aun sabiendo que esto me puede afectar mas de lo esperado – paro, miro a los ataúdes y volvió a mirar enfrente – En el caso de Anne, bueno ella era mi mejor amiga, todos la conocíamos por tener los gustos mas raros, por su manera tan diferente de pensar, por el carácter mas diverso en una persona, aun puedo escuchar cómo decía que le encantaba lo raro, que sin importar lo que pensaran de ella, que lo normal y lo perfecto era demasiado aburrido y realmente ahora la comprendo, y ahora solo deseo poder tener la oportunidad de volver a abrazarlas, de escuchar sus voces, de pedirles perdón por cada mala broma, de poder evitar cada sufrimiento, eran y serán lo más importante en mi vida – suspiro, estaba al borde – Y lo mejor de todo es que eran mi única familia, sin importar lo que pase, sin importar lo que digan me siento bien conmigo misma por estar aquí, enfrente de todos ustedes, aun cuando ellas estén allá y yo acá, aun cuando el espacio nos separe siempre las tendré en mi mente y corazón, muchas gracias por estar aquí, por haber tenido aunque sea un mínimo cariño a estas dos bellas personas que hoy por desgracia estamos despidiendo – mi joven ama bajo del balcón y solo me hizo una seña para seguirla, me levante de mi lugar y nos dirigimos a la parte de afuera, estaba a cierta distancia cuando vi caer de rodillas a mi ama

Human? | Sebastian Michaelis |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora