Dos: Sentimientos

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Se sentó con la espalda contra el árbol y yo me senté frente a él, sus pies casi aterrizando en mi regazo.

"Entonces, ¿en serio te sientas aquí todo el almuerzo?" Levanté una ceja, masticando lentamente mi comida aunque realmente no tenía apetito en absoluto.
Cuando traté de decirle que ya no quería comer, se negó a dejar que volviera a las clases hasta que terminara.

"Tienes que comer."

"Pero no quiero, no tengo hambre."

"Tienes que comer algo, Soo. ¿Puedo llamarte Soo? Quiero llamarte así desde ahora. Soo. Me gusta. Y sobre tu pregunta anterior, si, más o menos. Me encanta estar aquí. Es tranquilo, pacífico y oculto."

Asiento, mirando hacia abajo. No tengo idea de cómo continuar la conversación, pero quiero hacerlo. Quiero ser amigo de Jongin, quiero conocerlo. No puedo rendirme.
Kyungsoo, tu puedes!' Me digo a mí mismo.

"Entonces, ¿te gusta la música?" Pregunto, levantando la vista para mirarlo a los ojos mientras se pasaba los dedos por el cabello.

Una sonrisa perezosa apareció en sus labios, "Por supuesto que sí."

Él alza su teléfono. Debe haber hecho eso al menos cincuenta veces.
Nos sentamos en silencio otra vez.

"No eres muy sociable, ¿verdad?" Intento no sonar molesto, porque realmente no lo estoy, pero tengo una forma de expresar mis sentimientos que de alguna manera no mido a través de mi tono.

"No, en realidad no. Pero ¿por qué importa? Esta no es una cita."Él para. "A menos que eso es lo quieras." Él mira su teléfono por milésima vez, desplazándose a través de él.

Tartamudeo, forzándome a gritar, "¡N-no! Por supuesto que no."

"¡Ah! ¡La encontré!" Me sonrió victorioso y me entregó su móvil. "Escucha esta canción, te encantará."

Él me da sus auriculares y los coloco sobre mi cabeza con cuidado, poniendo la canción.

La voz que cantaba me sonaba... familiar, un poco. Detengo la canción y miro hacia él, y noto que tiene la más grande sonrisa en su rostro, lo juro, la sonrisa más grande que he visto en toda mi vida.

"¿La canción es tuya?" Pregunté. devolviéndole el teléfono y los auriculares.

"Sí", respondió. "Lo más importante es, ¿te gusta?"

"La verdad, me encantó. Yo también canto."

"Me encantaría oírte cantar algún día." Dijo mientras me alborotaba el cabello cuando nos poníamos de pie, caminando de regreso al edificio de la escuela juntos.

"Eres tan bajo," se rió entre dientes, desordenando mi cabello otra vez.

"Wow, eso no era necesario," rodé los ojos.

"Es que en verdad lo eres." Soltó mis mechones y la palma de su mano rozó la mía, haciendo que mi corazón acelerara su ritmo. Sentí como si estuviera enfermo por todas las mariposas en mi estómago, y mis manos temblaban ligeramente cuando froté la parte de mi mano por donde sus dedos habían pasado.
Me muerdo el labio y trato de contener la sensación de adoración hacia él que comenzaba a correr por mis venas.

Vuelvo a la realidad. Sólo han pasado unas horas y ya estoy así, soy tan tonto, ¿Qué me pasa?

"¿Estás bien?" Jongin ya estaba muy lejos de mí.

"Mmhmm, vámonos."

Nunca di una respuesta adecuada a esa pregunta.

Quizás es por eso que me preguntó por el resto del día si estaba bien.

Este chico.

Canciones de la mañana - KaiSoo [Traducción al Español.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora