Recuerdos.

0 0 0
                                    

Me estoy acostumbrando a hablar conmigo misma tanto, han pasado cerca de cinco dias desde que escape del "orfanato"  y no he podido tener una platica amena con alguien salvo El. Ryan Connor. Mi primer corazon roto. Quiero recordarlo todo, se que ya no me duele o eso intentas  pero joder, el verlo me hace desearlo. El es una extraña combinacion entre rubio rojizo y negro, no se si lo entiendan. En el sol es rubio, por las tardes su cabello se torna rojizo y en sombra luce pelinegro. Sus horibles ojos mieles se pierden con su piel color arena y por si fuese poco, no llega ni al 1'70. Es un mini hombre. Un gran idiota.
Todo entre nosotros comenzo como una simple platica de niños, me vio, le guste, me beso, me enamore, se rio y se marcho. Asi se resume nuestra historia en seis palabras pero de casi dos años de duracion, yo tenia novio por aquel entonces y tambien familia. Su estupido cabello fue el tema de conversacion.

-siempre a sido asi tu cabello o lo tiñes para que lusca asi?- pregunte extrañada, de verdad deseaba saberlo.
-no te entiendo, si solo es cabello normal- claro gilipollas , el sabia que estaba mintiendo. Se paso la mano sobre el acomodandolo.
-normal es el mio, tu cabello es multicolor, rojo rubio y negro-
-y te gusta asi?- su preguntame extraño. Dile que no, dile que no.
-me gusta asi- tonta  susurro en aquel entonces mi conciencia.
-genial, porque a mi me gustas tu- y sonrio de lado mientras caminaba a su salon y me dejaba con la boca abierta y el aire fuera de los pulmones. Parpadee y senti despertar mariposas dentro de mi. Joder.

Mi novio me abrazo y respiro cerca de mi cuello
-desde cuando te llevas con ese gilipollas, amor?- sus palabras solo eran eso para mi, teniamos cerca de cinco meses juntos pero ni siquiera me gustaba de forma romantica, ni siquiera sabia el porque estaba con el, bueno si lo sabia. Era muy guapo, alrededor de los 1'70; guero, pelinegro y de ojos verdes.
-vamos juntos desde niños y nuestras mamás son casi comadres, deja tus celos de lado alfred- su nombre es alfredo, pero preferia decirle alfred. No era nada romantica con el.
-algun dia seras cariñosa conmigo?- me preguntaba siempre con una mirada de perrito medio muerto.
-tu querias novia, no yo. Aguantate- siempre usaba ese argumento, y es verdad, me insistio cerce de seis meses para que salieramos.
-me rompez el corazon con tus palabras- me solto mientras fingia con sus manos un corazon roto.
-y tu me das diabetes- respondi risueña mirandolo a los ojos.
-eres tan necia y grosera- se acerco peligrosamente a mi envolviendo mi rostro es sus manos.
-y por eso estas enamorado de mi- rompi el poco espacio que nos separaba y lo bese. Nunca eh sido de las chicas que se dejan besar, me gusta dirijirlos o pelearnos por el control, pero casi nunca sedo en un beso.
-y tu de mi- dijo al separnos y yo solo asenti. No lo estaba, pero no era necesario que el lo supiese.

Por aquel entonces tendria cerca de 16 años, era mi primer novio alfred y de verdad sentia algo al besarlo y cuando hablaba con otras chicas sentia celos, pero no era amor. Con Ryan era diferente, unas simples palabras y no respiraba, me preocupaba su salud y su vida. La de alfred me daba igual. Dure con el cerca de un año, terminamos a los 11 meses y tres semamanas. A siete dias de tener un año de novios, la razon era simple y predecible; Ian connor, el primo de Ryan y mejor amigo de alfred. Quisiese decir que llore y me dolio la ruptura, pero no fue asi, me dolio dejar de besarle tan agusto, me dolio el no salir mas a los lugares que siempre ibamos al termino de clases o el parque donde asistiamos los fines de semana, me dolio el  no tener su compañia cada noche, el apego que habiamos creado me mataba, pero sabia que el necesitaba a alguien que lo amara  como yo nunca lo hice, y por eso lo deje ir mientras rogaba que cuando encontrase a esa chica yo ya tuviera a alguien a mi lado mejor que el. Era egoista y odiaba sufrir. Eso lo sabia el y no dudo en usarlo en mi contra.

A los dos meses Ryan se volvio mi mejor amigo, aunque siempre supe que ninguno de nosotros queria una simple amistad. Tenia ya 17 y saliamos muy frecuente para ser amigos, nunca a lugares publicos, a mi todos me parecian sagrados por haber estado con alfred ahi y no queria que la misma banca o el señor de los helados, incluso la misma fuente, me viese con dos personas distintas. El temia que su novia se enterase de nuestra "amistad".
Todo comenzo con mi cumpleaños catorce y su estupido regalo.
-tengo el regalo perfecto para una chica como tu- dijo Ryan luciendo confiado pero nervioso. Lo conocia lo suficiente para ya entonces.
-una chica como yo?- pregunte extrañada.
-si, para una chica odiosa, latosa y acida pero muy bella y hermosa-
-casi todas tus palabras son sinonimos lo sabes? Mi regalo para ti sera un diccionario-
-quiero que extiendas tus manos y cierres los ojos-
-porque extendidas?- no entendia nada en ese entonces.
-no puedes hacer caso por una sola vez, solo hazlo.- sus ojos me suplicaban que lo hiciera asi que lo hice.
-mas te vale que valga la pena Ryan-
-creeme, lo recordaras toda tu vida- entonces mis manos las sujeto como si depositara algo pesado, luego de manera veloz las puso sobre mi cabeza y antes de poder reaccionar sus labios se colocaron sobre los mios,me estaba besando y su lengua pedja acceso a mi boca, yo no sabia que hacer mas que seguirle el ritmo de manera torpe, porque sin duda no queria parar. Mis manos las sujeto con tanta fuerza que terminaron rojas y me sonrio de manera laciva.
-feliz cumpleaños summers- se alejaba de mi observabdome, yo sonrei y dije.
-aun no termina el dia- fueron suficiente mis palabras para que nos besaramos de nuevo, no eramos novios ni amigos, poco sabiamos de la vida del otro, pero existia una atraccion inexplicable. Una atraccion que no termino incluso cuando salia con Alfred.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 09, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

 -Nuestros Ultimos Dias- Unseren Letzten TagenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora