Capítulo 5

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-MÁS ALTO, PAPI- grité.

-SI TE EMPUJO MÁS ALTO, VOLARÁS, PRINCESA -él rió.

-QUIERO VOLAR, VAMOS, MÁS ALTO.

-Ya princesa, abajo, debemos volver a casa.-dijo cargándome en sus brazos y bajándome del columpio. Sus brazos son lo mejor, jamás me cansaré de ellos.

-Papi, papi ¿Me amas?-pregunté con mi cabeza apoyada en su hombro.

-Por supuesto, princesa.

-¿Me amarás por siempre?

-Por siempre y para siempre.-dijo y me dio un beso en la frente.

.

Me desperté llorando. Hacía mucho no sueño con él. "Por siempre y para siempre". Lágrimas caían por mis mejillas. Mentiras, mentiras y sólo mentiras. Maldito.

-¿Está todo bien, Alli?

-¿Finn? ¿Te he despertado?

-Oh no, no podía dormir y bajé por un vaso de agua y cuando subí escuché tus sollozos. ¿Qué pasa?

Mis ojos volvieron a llenarse de lágrimas y me maldije internamente por eso. Llorar es de débiles.

-Los sueños volvieron, hermano.-dije entre sollozos.

Más rápido que un rayo Finn se sentó a mi lado y me abrazó.

-¿Qué era esta vez?

-Estábamos en el parque de siempre en los columpios y luego me dijo que me amaba y que lo iba a hacer por siempre y para siempre. Es un maldito, yo...-no pude seguir, a pesar de todo, yo siempre fui más unida a mi padre, el lo era todo, era mi héroe, yo no puedo odiarlo, quiero, pero deveras que no puedo.

-Ya, Alli, tranquila, todo va a estar bien.

He estado escuchando esa misma frase durante toda mi vida, y todavía no veo que todo esté bien.

-Acuéstate conmigo, Finn, por favor.

Él no contestó, sólo me abrazó y me tiró hacia el.

-Te amo, enana.

-Y yo a ti, alto.

-Awwww, miren esto, son tan lindos.-dijo una voz

-Deberíamos ser buenos familiares y dejarlos dormir.-dijo otra voz.

-Oh no, claro que no. A MI ME BAÑARON Y A ELLOS LOS DEJARÁN DORMIR? DE NINGUNA JODIDA MANERA.-se unió otra voz.

-Ya estoy despierta, nenas.- dijo Finn soltándome y sentándose en la cama. Yo aún tenía mis ojos cerrados, pues quería saber de qué hablaban. Diablos, parezco vecina entrometida.

-Bien, de todas formas, ¿Por qué estabas aquí?-dijo Jake.

-Tuvo otro sueño con papá.

-¿Qué? Creí que habían terminado.

-También yo, pero al parecer no han terminado.

-Habían terminado.-dije yo sentándome, exaltando a todo el mundo.-No sé por qué han vuelto.

Nadie dijo nada. Todos sabían que el tema "papá" era muy delicado para mí.

-Oigan, los amo, pero pueden dejarme para que tome una ducha?

-Seguro.-dijeron todos.

Tomé una relajante ducha,me cambié y volví al baño para poderme peinar y maquillar.

Me vi en el espejo y grité. TENÍA OJERAS DEL TAMAÑO DE UNA CASA. Bueno,  exagero un poco, pero si eran gigantes.

-¿QUÉ? ¿QUÉ ES?-dijo Travis entrando con una... ¿zapatilla?

-Trav, eso es tu zapatilla?

-Fue lo primero que encontré, creí que estabas siendo asesinada, o algo.-dijo levemente sonrojado y se colocó de nuevo la zapatilla.

Reí. Sí, no me sentía bien, pero, por favor, SE QUITÓ LA ZAPATILLA PARA MATAR A UN ASESINO.

-Ayúdame a taparme estas ojeras, si?

Trav podía ser hombre, pero es un.maestro a la hora de maquillar.

-Bien.- agarró la base y la esparció por mi cara, agarró un pincel y se ayudó con eso para que no quedaran rastros de que me había maquillado.- Oh la la. Eres hermosa, niña.

-Wow, tapaste todo rastro de ojeras, gracias galán.

Bajamos a desayunar pero antes de que apoye mi trasero en la silla, el teléfono de la casa sonó. Todos me miraron a mí.

-Bien, que la más pequeña vaya, caballeros.-dije yendo a buscar el teléfono.- ¿Diga?

-¿Se encuentra Clarisse?- dijeron del otro lado.

-No, pero habla su hija, ¿quién habla?

-¿Princesa? Soy yo, Carrick, es decir, soy papá.

Y en ese momento, mi corazón se detuvo.

-¿Alli? ¿Qué sucede?- dijo Finn, mirándome con ojos curiosos, al igual que los otros chicos.

-Ca-Carrick- Me costaba hablar, no podía modular bien las palabras.

Finn me arrancó el teléfono de las manos y Matt vino a abrazarme.

-¿Qué quieres?- dijo Finn-¿Familia? Esta no es tu familia, tú no eres nada nuestro. Adiós.

Al cortar, Finn vino a abrazarme, hizo que Matt me soltara y me abrazó fuerte.

Aunque amaba a todos los chicos, Finn era el único que lograba calmarme.

-Finn, era él... me dijo princesa. No quiero volver a oírlo, me hace daño.-dije al salir del shock, las lágrimas ya salían de mis ojos como cataratas

-Lo sé, lo sé. No volverás a oírlo, lo juro.

Sabía que mentía y que sólo lo hacía para calmarme.

-No quiero ir al instituto, quiero que vengan Sean y Dylan, a ellos no les importará.

-Bien, Matt, llámalos y pregúntales si pueden venir, explícales.

Matt salió corriendo hacia el teléfono de su habitación y yo sólo me quedé en los brazos de mi hermano.

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