Different.

Capítulo 9

Sus labios eran suaves y encajaron perfectamente con los míos, era como si estuvieran hechos el uno para el otro. El beso era lento y tierno y sabía a pasta dental de menta.

Luego de besarnos aproximadamente 2 minutos, mordí su labio suavemente dando así, final al beso.

Nos separamos lentamente, sólo lo necesario para vernos a los ojos. Sonrió.

-Wow...- susurró. -Eso fue fantástico, Alli.

Sentí mi cara arder y sonreí levemente.

-Yo... am... creo que ... dormir... sí. -dije nerviosa. Me levanté del sofá rápidamente y fui corriendo hacia mi habitación. Cerré la puerta detrás de mí y lentamente me deslizé por esta hasta estar en el piso.

¿Qué diablos acabo de hacer?

Acabas de besar a Zack. Y te ha encantado.

Claro que me ha encantado. Pero nada será igual a partir de ahora.

Tal vez eso sea lo mejor.

¿A qué te refieres?

Quizás no están destinados a ser amigos, sino a ser algo más que amigos. ¿No crees?

Puede ser, pero no creo que él quiera ser algo más que sólo amigos.

Oh, claro. ¿Entonces por qué ha querido besarte?

Para, pues, para... ash, no lo sé. Puede que haya sido una apuesta, he leído que muchos chicos hacen esta clase de cosas por una apuesta.

Zack te ha demostrado que él no es así.

Ya, pero si él no es así, por qué no me ha seguido?

Ahí viene...

Oh déjalo, no vendrá.

La puerta se abrió enviándome de cara contra el piso. Mi vida es lamentable.

-Oh, cariño, lo lamento tanto. No sabía que estarías apoyada en la puerta. De verdad lo siento. -dijo él levantándome. O más bien, agarrando mi mano.

-No te preocupes, me han pasado cosas peores.-dije cuando me hube levantado y me estaba sacudiendo el polvo de mi trasero.-¿Está sucio? -pregunté dejando una vista perfecta de mi trasero con ese ridículo piyama de Batman, a la vista de Zack. Juro que fue sin dobles intenciones, no pensé y sólo le pregunté.

Oí a Zack tomar aire pesadamente. Cuando levante la mirada hacia él, tenía los ojos cerrados y contaba con sus dedos. ¿Que demonios?

-Oye, estás bien?-dije tocando su brazo.

-¿Que? am... sí, estoy bien. -dijo con una sonrisa forzada.

Asentí y quité mi mano de su brazo.

-Alli, yo...-dijo rascándose la nuca. Señal de nerviosismo.-...quería pedirte perdón por lo del beso, no fue correcto. Es decir,yo de verdad quería besarte, claro que quería besarte, toda la población masculina de el instituto quiere besarte, es más quiero besarte ahora mismo... me he desviado de tema -rió nerviosamente.- en fin, creo que estuvo mal. Es decir no hace mucho que nos conocemos y luego saliste corriendo y yo...-puse mi dedo índice en su boca, callándolo. Estaba hablando demasiado. Me alejé un poco y le dije:

-Me ha gustado, Zack. Salí corriendo porque creo que nada volverá a ser como antes y eso me aterra, porque de veras que te he tomado cariño y no quiero perderte.

Tomó mis manos y me acercó hacia él, para luego juntar nuestras frentes y llevar sus manos a mí cintura y sonrió.

-No quiero que todo sea como antes, quiero ser algo más que sólo el amigo que mira mientras y se guarda sus ganas de asesinar a cualquier ser vivo del género masculino que se atreve a mirarte.

-Am... bien, creo que me tienes muy subestimada, no soy tan linda como dices. Ningún chico me mira y...-me besó callándome. Y agradecí eso. Cuando estoy nerviosa, puedo llegar a decir cualquier cosa.

-Eres tan ciega, preciosa.-susurró sobre mis labios y volvió a besarme.

Este beso era diferente al otro, este era salvaje, apasionado y... caliente.

Zack me guió hacia la cama, mientras yo acariciaba las puntas de su cabello. Me recostó sobre la cama y se subió arriba mío con su peso sobre sus codos, que estaban hubicados a cada lado de mi cabeza.

El beso estaba tomando mucha intensidad y quiero parar. Posiblemente me arrepienta de parar, pero ahora es lo que quiero.

-Zack... oh diablos -besó mi cuello, chupó y mordió este. De seguro ha dejado marca. ¿Lo peor? El cuello es mi punto débil.

-Alli, eres virgen?- preguntó preocupado. Por lo menos tiene la decensia de no acostarse con una virgen. ¿Lo malo? Yo no soy virgen.

-No...-dije apenas audible. Él pareció tomar eso como una señal de "Vamos muchacho sigue con lo tuyo" porque siguió besando mi cuello. Empezó a tocar mi abdomen, haciendo círculos con los pulgares. Y ahí decidí parar.

-Zack... Zack yo... basta Zack.- formulé como pude. Y Zack paró inmediatamente.

-¿Hice algo mal?-preguntó confundido.

-No, claro que no. Sólo que no... no quiero hacer esto. -respondí un tanto avergonzada por mi confesión.

-Oh... entiendo, sólo... necesito un tiempo para... ya sabes... relajarme.-dijo y se levantó de la cama, agarró su camiseta del piso y se la pasó por la cabeza. ¿En qué momento se la ha sacado? ¿He sido yo? Oh oh...

Entró a mi baño y oí la ducha abrirse. Significado que entendí después de unos minutos de meditarlo.

He estado a punto de hacerlo con Zack Backer. ¿QUÉ DIABLOS PASA CONMIGO? Prometí hace años no volver a caer en las garras de un mujeriego. Diablos. Cualquier chica hubiera estado encantada de hacerlo con Zack, es más, ellas lo hubieran invitado hacerlo, pero yo no. ¿Por qué? Simple. Me he enamorado de un mujeriego. Le he dado mi virginidad. Y cuando lo hice, me dejó. Yo creí que me quería tanto como yo a él. Pero no, él sólo me quería para una noche.

No quiero que eso pase de nuevo, yo quiero a Zack y no soportaría perderlo. Tardé un poco más de 5 meses para superar el trauma que fue darle mi virginidad a un idiota.

De él, no supe nada más. Cuando mis hermanos se enteraron, fueron a buscarlo a su casa y lo amenazaron para que se vaya de la ciudad, cosa que hizo. Según ellos, no hubo agresión física, pero Finn estaba con el labio roto, Jake con la ceja rota, y Matt con un golpe en el ojo que se estaba poniendo violeta. No creo que se hayan hecho eso jugando Monopoli.

Estuve un poco más pensando sobre todo lo que he pasado a lo largo de mi corta vida y luego, me dejé llevar por Morfeo.

Escuché una puerta abrirse y pasos acercarse a mi cama , pero no abrí mis ojos en ningún momento. Sólo simulé seguir dormida.

Sentí mi cama hundirse en mi espalda y una respiración en mi cuello.

-Alli, me has dejado con las ganas. Pero no podría obligarte a hacer algo que no quisieras. Te quiero demasiado como para hacerte daño, así que puedes estar tranquila.-susurró él y pasó un brazo por mi cintura atrayéndome hacia él.

Por supuesto, lo único que pasaba por mi cabeza era -Te quiero, te quiero, te quiero-, pero sólo me dejé llevar, otra vez, al mundo de los sueños, por mi querido amigo Morfeo.

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Que cursi que soy "Al mundo de los sueños" JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA