Capítulo 23

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  • Dedicado a todas mis lectoras <3
                                    

En realidad, mi corazón no se había recobrado del todo, pero cuando estaba con Leo, todo eso se me olvidaba...

No, definitivamente, confiaba en él. No me dejaría plantada.

Las 3:20. "Ya no puedo aguantar más..." Pensé mientras me levantaba de la cama para salir al jardín.

Me senté en la hierba con cuidado de no mancharme la blusa.

La calle estaba oscura, pero la luz de las estrellas iluminaba el manzano donde Leo se había escondido aquella primera noche.

Todo estaba igual que entonces... el árbol, las estrellas, ...

De pronto noté cómo unos fuertes brazos me abrazaban por detrás.

- ¿A que no adivinas quién soy?

- ¡Leo! - grité riendo.

- ¿Qué? Vamos, no te irás a enfadar... Al fin y al cabo, se supone que no me conoces... Esto no está pasando realmente, es sólo una situación hipotética, ¿recuerdas? xD

- Claaaaaro ;)

- Madre mía, __(tn)__ , ¿cómo puedes estar tan guapa? Es que de verdad, es imposible... Cada vez que te veo pienso que no puedes estar más linda, y luego vas, y ¡zas! , consigues superarte... ¿Cuál es tu secreto?

- Creo que se me pega de tí - susurré observando esos ojos azules que tanto me gustaban.

Leo me miraba divertido.

- ¿Y no será al revés? ;)

Me tomó de la mano y, sin dejar de mirarme a los ojos, me guió hasta un banco de la acera de enfrente, no muy lejos de mi casa. Encima del banco había un pequeño reproductor de música.

-¿Y esto? - pregunté, sorprendida.

- Bueno - dijo él al tiempo que nos sentábamos - , quería que este momento fuera especial...

Le dio al play.

"¡No puede ser!" pensé.

*Las noches que no mueren* resonó en la oscuridad.

- ¿Sabes? Considero que esta es nuestra canción, porque es lo que estabas escuchando cuando nos dimos nuestro primer beso...

- No me puedo creer que te acuerdes... ¿Pero cómo sabes qué canción era? Tenía los cascos puestos...

- Cantabas en alto, ¿recuerdas? Esa voz se me quedó grabada en la memoria, y sólo tuve que buscar por internet la parte que sabía para encontrar el título de la canción. No me extraña que te guste: es preciosa, como tú...

Me mordí el labio... Leo tenía una enorme facilidad para hacer que me sonrojara. Esperaba que con la poca luz que había, no se diera cuenta.

Le abracé lo más fuerte que pude, deseando que esos fuertes brazos me atraparan para siempre...

*Me diste tanta vida con tan poco de tí.

Creímos en las noches que no mueren

y al final me tuve que marchar,

me tuve que marchar,

me tuve que marchar,

me tuve que marchar.*

- Tú no te marches nunca, ¿eh? - susurró Leo.

- No lo haré, lo prometo.

...

Cuando terminó la canción, empezó a sonar "A thousand years" , de Christina Perry.

- ¿Quieres que la ponga otra vez? - le pregunté a Leo.

No tengas miedo... soy yo (micro novela)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora