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Hay dos tipos de amor:
El que pareciera que se conocen de vidas pasadas, donde se aman sin condición alguna, y luego está el amor que solo se sostiene en el tiempo, pero que realmente no es amor.
La pregunta es; ¿Dónde te encuentras tú?

Hyung se encontraba en el patio; su pensamiento únicamente se dirigía a aquella joven de rizos, que a pesar de sus decisiones, él guardaba un amor genuino por ella, y en el fondo sabía que ella sentía lo mismo, a pesar de que no lo dijera, no hacían falta palabras, solo acciones.

-¿Quieres dormir un poco más?, Preguntó Marnie, quién le observaba con detenimiento desde su lado de la cama.

En ese momento, el chico volteó a verla, se veía preciosa.

...

Eleonora comenzaba cada mañana con un nudo en el pecho; Zack ya no la satisfacía, ni siquiera la miraba con amor, y eso, le dolía, le pesaba en el alma.

Pero por otro lado estaba su amor por Rigby, que, a pesar de ser el hermano de su novio, su amor hacía él la mantenía viva, aún así no era capaz de terminar con él, sabía que Zack la engañaba constantemente, y ella, obviamente, no era mucho mejor qué él, pero llevaban tantos años juntos, tantas cosas vividas que le pareció algo horrible dejarlo atrás, ambos tenían sus errores pero aún así estaban el uno para el otro.

Eleonora, debes prometerme que jamás le contaras de esto a nadie, estaremos en serios problemas si algo de esto sale a la luz.


—¿Todo bien? —Preguntó, aquél había casi aterrizado al lado de la joven, dejando al final un beso en su mejilla.

—Si, —Respondió secamente; a decir verdad había pasado toda la noche llorando por Rigby. —¿Sabes algo de tu hermano?

—Aún está inconsciente, pero mejora.

Zack pasó la mano por su cabellera llena de rizos, algunos estaban revueltos, ya que no había podido peinarse a tiempo.

—Escucha Zack, hay algo que debo decirte... —Su mente solo podía pensar en el último beso que le dio a Rigby, cuando estaban en la habitación del Hospital la noche de la fiesta, Noora no quería llorar pero tan solo recordar lo apacible que estaba, y el frío de sus labios, la hizo sensibilizarse.

—Espera, antes de que me lo digas, —acto seguido trago saliva, —hice reservaciones para hoy en la noche, ¿quieres venir?

Eleonora se quedó en blanco, iba a decirle lo que sentía, pero al oír su propuesta el corazón se le encogió, hacia tiempo no tenían una cita.

—Por supuesto que si, —Soltó la rubia, besándolo sin previó aviso.

Desde la distancia, Marnie observaba dicha escena, tenía su teléfono en mano, pensando que podría sucederle a la "feliz" pareja.

...

Esa misma noche, Zack se preparaba para su cita, estaba feliz, sabía que no se había comportado como debía con Noora, pero la situación con su hermano le había hecho cambiar de perspectiva, quería ser una mejor persona.

¿Acaso eres vidente o algo así?

Ese pequeño recuerdo golpeo la mente del chico, quien ante esto no se inmutó en lo absoluto, seguía manteniendo su opinión respecto a esa situación.

...

Por su parte, Noora y Bettie habían ido a ver a Rigby al hospital; ambas estaban tristes y preocupadas por la situación.

_¿De verdad crees lo que Zack dijo? —Preguntó la Rubia.

—No lo sé, —Respondió la de ojos azules, haciendo referencia a la otra noche. —No debimos haberla abandonado así, no merecía eso.

—Deja de mencionarla, —Susurró Noora, —Si término así era por su personalidad, ese iba a ser su final de una u otra forma.

—Noora, Érica no tenía la culpa, tu sabes quien si la tenía.

La rubia se paro en seco, dirigiéndose a la salida solo pronunció las siguientes palabras:

—Debo arreglarme, tengo una cita con el hombre que amo.

—¿De verdad lo amas tanto Noora?, —Preguntó su amiga, -Juraría que tu lealtad esta con él, no con Zack.

Sin decir palabras algunas, la rubia salió del Hospital, sus ojos se llenaron de lágrimas, Bettie tenía razón, pero aún así, no estaba lista para aceptarlo sin que nadie saliera herido, a fin de cuentas Rigby seguía siendo el hermano de Zack y ella no era lo suficientemente valiente para admitir que amaba a alguien más.

...

El joven esperaba con ansias a su novia; moría por verla, aquél tenía toda una noche planeada.

Cuando Eleonora apareció, él sonrió de oreja a oreja, se veía preciosa.

Ella le devolvió la sonrisa, él también lucía de infarto.

Para Zack, la atmósfera se sentía pesada, como si fuera a asfixiarse. Sus pensamientos estaban desordenados; pero aún así no quiso darle importancia, había algo aún más importante.

Minutos después ambos se encontraban sentados el uno frente al otro. La música era tranquila, ¿Realmente esto importaba? Ninguno sabía que decirle al otro, su comunicación estaba tan desgastada que solo había un silencio incómodo.

—¿Cómo esta tu mamá?

—Está. . . Ya sabes. . . Tiene sus momentos, ella, ella no está bien, —Respondió finalmente. Era la dolorosa verdad a la que debía enfrentarse, su madre estaba devastada, muy pocas veces se la veía plenamente feliz. —Debo, debo ir al baño, —Susurró él, su mirada se notaba aguada, quería llorar.

Eleonora parpadeó; en sus ojos había pena, sin embargo, ese pequeño momento le recordó que la persona con la que estaba tenía sentimientos.

Y eso la mataba.

...

Por su parte, la presión en el pecho aumentaba constantemente, Zack sentía que le faltaba el aire, en ese momento se sintió tan pequeño que el tan solo hecho de estar en un cubículo de baño le causó más  estrés.

¿Acaso me amas?

La mente de Zack iba una y otra vez a ese recuerdo, la persona que más amaba lo había abandonado, y la que decía amarlo, realmente no lo amaba.

Sus ojos se llenaron de lágrimas, la presión se hacía cada vez más y más fuerte, solo quería que él volviera a su lado.

Por supuesto que te amo, Theodore.

DISCÖDE© | EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora