Besos de Veneno y Miel

Yo lo viví también

Yo vi cuando el niño que se veía en el espejo se fue.

Estaba ahí viendo como ya casi le salían sus dientesillos para poder comer.

Se miraba fijamente a los ojos pensando que ya quería crecer.

Llego su primer cumpleaños y repartió su primer pastel.

Yo vi cuando el niño que se paraba frente al espejo se fue.

Llegaron los tiempos de ir ala escuela y el preocupado se miraba fijamente frente al espejo, sus pantalones ya no le quedaban bien.

Se olvidó de mirar su corazón, de las risas, del amor, de los detalles y a lo inmundo se entregó.

Yo vi cuando el joven frente al espejo se fue.

Preocupado por sus zapatos, por encontrar su primer trabajo para comprarse el primer auto sus ojeras empezarían a mostrarse en su rostro.

Él para disimular se compró los mejores antifases.

Y yo vi cuando el hombre frente al espejo calló por primera vez.

Se enamoró como lo hacen los cobardes. Tenía miedo a ser rechazado.

Creía que el era muy poca cosa.

Creía que ella era demasiado y yo vi al señor frente al espejo envejecer.

Se encerró con su amor, pintó los mejores cuadros. Escribío miles de cartas... yo las leí también.

Se fue al rincón más solo de su casa y ahí frente a la chimenea que no existe, esa que fue pintada, junto a él me siento yo también.

Yo vi como el anciano se quedó sin espejo, con el corazón triste, con sus besos que no fueron estrenados, poco a poco va a fallecer. Se pregunta a cada rato:

¿DÓNDE ESTÁ AQUEL ESPEJO?

¿LA CHICA A LADO DE QUIÉN ESTARÁ AMANDO?

¿LO MIRARÍA ALGUNA VEZ?

Yo vi a un amor desahuciado, que agoniza lentamente pensando en lo que pudo ser.

Y sentados frente a la chimenea hecha de un cuadro esperamos suspirar una última vez.

Judas Nijagh