Cursiva y Negrita: Hablan en italiano
Solo Cursiva: Pensamientos de (T/N)
(C/O): Color de ojos
Negrita: "La Voz" o dar énfasis en alguna palabra
(T/N) permanecía dormida en aquella gran cama sin que nadie interrumpiera su agradable sueño. Muchas cosas habían ocurrido el día anterior, sucesos que podían llegar a ser bastante pesados como para agotar a una persona, más aún a la pobre chica que hace apenas un día estaba huyendo de un hombre que nunca en su vida había visto y que por enredos del destino utilizaba aquella extraña llama, la misma que ella utilizó en aquella habitación a la que nunca en su vida iba a regresar.
Un suave toque a la puerta resonó en la habitación, haciendo que la joven se despertara algo molesta.
—Señorita el desayuno ha sido servido por favor levántese.
—Voy en un momento—Se limpió los ojos dando un pequeño bostezo para poder sentarse bien.
El día anterior el tal Primo le había ofrecido una compensación por el maltrato que había recibido por parte de su tonto guardián, dicha compensación incluía una habitación donde pasar la noche, comida y ropa limpia, aunque tenía entendido que aún faltaban algunas cosas, ya que según el rubio un lugar donde quedarse no era suficiente, pero claro...ese hombre nunca entendería que para ella el solo hecho de recibir esos cuidados eran más de lo que podía pedir. Dando un largo suspiro se sentó mejor en la cama para luego admirar el vestido que amablemente Elena le prestó para que pudiera dormir cómoda, no era el vestido más hermoso del mundo pero si podía afirmar que era muy cómodo, el color de la tela resaltaba su pálida piel, además de que el tipo de tela era abrigadora y no dejaba a la vista nada de más, era una prenda de la cual podía llegar a acostumbrarse, y esperaba que Elena pudiera explicarle más cosas, ya que fue gracias a ella que supo el nombre de esa extraña prenda conocida como vestido.
Fue hacia el baño, que como toda la habitación era enorme y se dio un agradable baño con agua tibia que le habían preparado, antes no disfrutaba los baños por el simple hecho de estar en aquella pequeña habitación, pero ahora era tan agradable, aunque al principio fue complicado porque querían bañarla, y no entendía el porqué.
Salió de la tina, y luego de vestirse con sus típicas ropas que gracias al cielo Elena le había lavado, abrió la puerta para dirigirse al comedor.
Pasillo tras pasillo luchaba por no perderse, era un lugar enorme, pero de vistas hermosas, las ventanas levemente abiertas dejaban que el aire entrara y moviera suavemente cortinas que al tacto eran muy finas, dándole un ambiente elegante a aquel largo pasillo que no parecía tener final.
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Llama de la Luna
RomanceÉl, jefe de una de las familias mafiosas más influyentes de Italia Ella, una chica "común" con una vida vacía rodeada de paredes blancas. ~Dos vidas diferentes~ Uno rodeado de los peligros del bajo mundo, arriesgando su vida para proteger a su g...