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̶ Eloïse  ̶ oigo mi nombre y me giro para ver de dónde viene esta voz.  ̶ Ves, corre a los aposentos de la reina. El palacio está siendo invadido por el pueblo y esa es la zona más segura. ̶ Me avisa mi hermano, un soldado de la Guardia Real.

Asustada, me quedo inmóvil producto del shock del momento.

̶ ¡Corre, Eloïse! ̶ grita mi hermano empujándome por los pasillos.

Reacciono y me echo a correr lo más rápido que puedo, subo las anchas escaleras levantado el vestido intentando no tropezarme. Por fin diviso el ala real, pero en un intento por llegar lo más rápido que mis cortas piernas me permiten choco contra un cuerpo ataviado con un majestuoso vestido.

̶ Alteza, lo siento mucho, no les vi. ̶ Digo rápidamente intentando justificarme al mismo tiempo que realizo una torpe reverencia.

̶ No pasa nada, Eloïse, para la próxima más cuidado. Ahora dime por qué todas esas prisas.

̶ Alteza, debéis volver inmediatamente a vuestros aposentos, el palacio está siendo invadido.

La reina me mira interrogante pero después parece comprenderlo todo y con una mirada colérica se gira y vuelve a sus aposentos gritando el nombre de uno de los guardias que suelen cuidarla. Tras unas cuantas palabras con dicho guardia, este le abre las puertas y ambas entramos.

̶ Prepara el equipaje, tendremos que trasladarnos al palacio de las Tullerías. Prepara también a los niños. ̶ y esas son las palabras de su alteza, el rey Luis XVI.

La Lealtad de Eloïse | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora