Brillante y reconfortante...

17 2 0
                                    

Diminutas gotas de lluvia corrían por la ventana de la habitación. Era un día de esos grises en los que la melancolía y soledad salen a flor de piel.

 Era un día de esos grises en los que la melancolía y soledad salen a flor de piel

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El ambiente era muy tranquilo y silencioso. Sin embargo, esto no duró mucho, ya que una alarma interrumpió dicha armonía. Afortunadamente solo se trataba del despertador de James, el cual apagó bruscamente después de despertarse.
El muchacho se sentía muy bien. La alarma tan irritante que había escuchado el día anterior era cosa del pasado.

Luego de vestirse James bajó a su cocina para desayunar. Mientras lo hacía recordó aquel traumático episodio que había vivido en el bosque. Aún estaba tenso por ello.
En su radio se escuchaba alguna vieja canción de rock...

*Ring... Ring* su teléfono empezó a sonar repentinamente interrumpiendo su desayuno

-Hola James, ¿cómo estás? Te extraño mucho...- preguntó su mamá con un tono dulce.

-Hola mamá... yo también te extraño mucho. ¿Cómo has estado?-

-Estoy bien hijo... lo extraño mucho. Pero se que está en un lugar mejor- dijo su madre con una voz triste, refiriéndose a la muerte de su padre que había sucedido unas semanas antes.

-Él nos está cuidando todo el tiempo. Tienes que ser fuerte...-

-Así es...
Cuéntame James, ¿qué ha sido de ti todos estos días?, ¿alguna chica?, ¿cómo está Ryan?- preguntó la mujer con cierta ansiedad.

-Hmm... bueno... ayer ha pasado algo-

-¿Es malo? ¡No me asustes por favor!-

-Ayer cuando fui al bosque a cortar leña, encontré tres personas muertas. Estaban ahí... tiradas, inmóviles...
Aún tengo la imagen de ellos en mi cabeza.
Me pregunto porque no había sangre...
No habían heridas ni evidencia de alguna pelea...
Solo estaban allí... muertos.-

-Pero... ¿has alertado a la policía?- exclamó su madre muy preocupada

-Si lo hice. Aún no he sabido nada.
Ayer fue un día muy raro... Ryan me contó que estaban sucediendo cosas extrañas en todo el mundo.
¿Tu también escuchaste la alarma?-

-Así es James. Durante todo el día sonó. Fue espantoso...-

-Lo se... aquí también se escuchó muy fuert...-

-¡NOOOOOO!... ¡AAAAAH!- los gritos de su madre lo interrumpieron estrepitosamente

-¡Mamá! ¡¿Qué sucede?!
Mamá responde por favor...-

El teléfono se había cortado...

En este punto James estaba extremadamente preocupado. Intentó volver a llamarla pero no tuvo éxito.
Su café ya estaba frío y los peores pensamientos invadían su cabeza.

En un instante tomo la decisión de ir a ver a su madre. Necesitaba saber si se encontraba bien. Ella vivía en la ciudad... muy lejos de donde él vivía.
James corrió a su habitación para agarrar dinero. Lo necesitaba para comprar algún que otro suministro que le permitiría subsistir durante el viaje hacía donde se encontraba su madre.
Él chico ya había perdido a su padre. Tampoco tenía hermanos...
Ella era la única familia que tenía y no permitiría que nada le pasara.

Después de agarrar un poco de dinero y su chaqueta negra salió por la puerta velozmente dirigiéndose a la tienda mas cercana.

Sin embargo, cuando salió se encontró con lo peor...

Sus vecinos...
Los vendedores de la tienda...
La señora que tenía las vacas para ordeñar...
La maestra y sus alumnos que estaban haciendo un pícnic...
¡Hasta Ryan!

Él no podía creer lo que veía...
¡Estaban todos muertos!

James corrió por todo el pueblo en busca de alguien vivo, pero no encontró a nadie.
Estaba muy confundido. Estaba aterrorizado.
Millones de cosas pasaron por su mente...

"¿Es un ataque terrorista?
¿Por qué yo estoy vivo cuando nadie más lo está?
¿Mi mamá estará igual?
¿Qué hago?" se preguntó en cuestión de segundos.

El muchacho corrió sin parar hacía el bosque. Se dirigía a la ciudad donde estaba su madre, pero llegaría por el bosque. No se sentía seguro donde había gente... Temía morir.
Él sabía que sería más complicado llegar por el terreno lleno de arboles... pero era su mejor opción, puesto que en el pueblo la gente había muerto.

*Aah... aah... aah...*

El sonido de su respiración agitada dieron el alto a sus piernas.
Encontró un lugar entre los arboles donde descansar.
Se dedicó durante unos minutos para buscar pequeñas ramas y hojas secas para prender una fogata. El invierno estaba cerca y el frío se hacía notar entre sus prendas...

Mientras buscaba lo necesario para encender el fuego se topo con un diario muy gastado. Era común encontrar basura en el bosque ya que el viento hacía volar cualquier cosa hacía allí y los pueblerinos no eran nada limpios...
El diario era de ese mismo día. Sin embargo, debía usarlo para prender el fuego. Por suerte, la chaqueta con la que James salió de su casa tenía un mechero dentro. Eso le ahorraría mucho tiempo...

El cielo ya estaba plagado de estrellas...
El viento era cortante y algún que otro sonido de animales venía de los adentros del bosque.

El chico juntó los materiales que había recolectado y preparó el diario para encenderlo...
Solo por curiosidad, James leyó la portada del periódico...
Cuando lo hizo quedó espantado...
Sus ojos no podían creer lo que había impreso en esa hoja sucia...
No entendía como algo así era posible...
Su miedo volvió a aparecer...
Él no aguantó más. Arrugó el periódico con lagrimas en los ojos y encendió la fogata.

El ruido de la madera resquebrajándose con el fuego invadió la noche

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El ruido de la madera resquebrajándose con el fuego invadió la noche...

Aquella llama lo tranquilizaba, lo ponía a salvo, lo protegía...
Aquella llama era brillante... brillante y reconfortante...

El despertarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora