Todo sucedió de forma repentina. James sabe que algo no anda bien. ¿ Qué tan malo es?
¿Logrará sobrevivir?
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Unos tenues rayos de luz invadieron el ambiente. Una pequeña brisa hacía mover las copas de los arboles y los pájaros volaban de un lado para otro mientras esperaban ansiosos la salida del sol. James aún seguía durmiendo junto a su fogata casi apagada. Todo había sido muy duro para él. Dejar todo y partir en busca de su única familia. Él aún no perdía las esperanzas de encontrarla, aunque estaba muy cansado. Poco a poco el sol iba apareciendo más y más...
—Hola... ¡Hola!— exclamó una voz femenina
—¿Tu quién eres?— preguntó James incorporándose en la arena
—Me llamo Ashley— —Te he visto ayer, aunque recién ahora tuve el valor de acercarme. Tenía que estar segura que no fueras a hacerme daño. En estos tiempos hay que cuidarse mucho.—
—Yo soy James.— le dijo el joven un poco desorientado.
La chica sacó de su mochila una pequeña barra de chocolate. La partió a la mitad y la compartió con el muchacho. James se sintió muy agradecido con ella, el hecho de encontrar a alguien allí hizo que sus esperanzas aumentaran.
—¿De dónde vienes?— preguntó el chico
—Soy de un pequeño pueblo cerca de aquí. Diez kilómetros hacía allí.— contó la chica indicando con su dedo una dirección
—¿Y por qué estás aquí?— — ¿Por qué no estás en tu pueblo Ashley?—
—Allá todos murieron...— —Fui la única que salió con vida de aquél lugar—
—En mi pueblo sucedió lo mismo. Ahora estoy en busca de mi madre— —Es la única familia que tengo, necesito encontrarla. Estoy viajando a la ciudad—
—Yo he perdido a toda mi familia...— — Ya no me queda nadie...— dijo la chica con los ojos vidriosos
James notó el profundo dolor que el alma de la chica estaba sintiendo. La comprendía ya que él lo había sentido con su padre. Simplemente se miraron el uno al otro, contemplándose y dando gracias el haber encontrado a alguien en quien confiar...
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Luego de intentar capturar algún pez y de armar la infaltable fogata que James hacía, los jóvenes decidieron por fin descansar bajo el frío cielo y estrellado de aquella playa.
