Ya no quiero vivir sin ti.

FIN.

El primer baile es siempre algo bonito, bueno en realidad es algo que llevas esperando toda l vida, y el mío sinceramente fue algo precioso, desde luego que es un recuerdo que contare a mis hijos y nieto, les contare como de bonita me puse esa noche, como de guapísimo estaba mi acompañante, lo mágico que fue todo, sin entrar en detalles por supuesto, pero sobre todo les contare como después de una noche tan perfecta, que te da lugar a pensar que ya has encontrado tu sitio y has encontrado a la persona con la que compartirás el resto de tú vida, se va a la mierda en cuestión de dos segundos... o una conversación que no esperabas para nada un día así.

Exactamente, os voy a contar porque Aarón y yo ya no estamos juntos y porque yo estoy en la otra punta de mi familia.

Una semana después del baile todo iba perfecto, la noche había sido increíble pero ahora quedaban los exámenes finales y Aarón estaba nerviosos por los ojeadores que había mirándole en los partidos de futbol, entonces yo no me preocupe mucho tampoco porque también tenía que sacar mi nota media para irme a terminar mis estudios cerca de la universidad de él, íbamos a ir a la universidad de Pensilvania, iba a ser perfecto, lo teníamos todo planeado, entonces llego el fin de semana.

- ¿me puedes decir que ropa ponerme por lo menos?

- Te he dicho que algo cómodo Armida – llevábamos como media hora discutiendo porque se había empeñado en no decirme dónde íbamos.

- ¿Esto está bien? – salí del baño con unos leguis y una sudadera ancha.

- Perfecta, ahora vámonos – me agarró hasta tenerme abrazada a su lado, como siempre hacía – hueles increíble – dijo besando mi cabeza.

- Tú tampoco hueles nada mal.

- Eso es porque tengo la costumbre de bañarme cada vez que termino de entrenar – se empezó a reír y me besó la cabeza

El viaje se hizo relativamente corto, fuimos hablando un poco de todo, ahora estábamos mejor que nunca, era como si toda la presión de toda la semana hubiera desaparecido.

Cuando llegamos a la entrada del parque de atracciones no podía creérmelo, ibaoms a venir pero con todos los demás.

- Me apetecía venir solo contigo, ya hemos estado bastante tiempo separados ¿no te parece? – se acercó por detrás de mí y me besó la cabeza – vamos a por las entradas

No podía decir nada, estaba emocionada, era la primera vez en muchísimo tiempo que no hacíamos algo así.

Todo fue una completa locura, nos montamos en todo, él se mareo un poco, me invito a comer, y después comimos helado, siempre había pensado en lo bien que congeniamos y lo bien que nos entendemos, muchas personas pueden tener esa suerte, y nosotros la tenemos. Tengo diecisiete años y puedo estar segura que Aarón es el amor de mi vida, y eso en parte me asusta, pero por otra parte me encanta.

Estábamos esperando al cierre del parque, ya nos habíamos montado en todas las atracciones y yo tenía dos enormes peluches que había ganado para mí, las dos últimas horas se puso muy extraño, estaba como nervioso, le pregunté varias veces pero se excusaba en que empezaba a hacer frío.

- Aarón, ¿seguro que estas bien? – le pregunte cuando dio su tercer suspiro en menos de diez minutos.

- Armida, tenemos que hablar.

Joder, ¿sabéis esos momentos en el que se os corta la respiración?, pues ese era mi problema ahora mismo.

- Claro, dime que te pasa.