ø4 - Sonrisas

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Parte 4: Sonrisas

Escuchar esas palabras provenientes de él, el chico que al principio me gritó para que no le diera un aliento de esperanza, me alegraron toda la noche y el día de mañana. Empieza a confiar en mí.

– Todo cubierto por esa nostalgia traicionera que me asalta siempre en esos días grises. – jugaba con sus manos después de haber dicho esa frase. Frase que proviene de mi libro. – Yo... quería agradecerte...

– ¿Agradecerme? – muerde su labio inferior al mirarme.

– También lamento haberte rechazado, no sabía que eras Ho Seok. – sonríe por segunda vez, vaya que su sonrisa era hermosa. – Te quiero agradecer por no dejarme morir y por pensar que de verdad valgo la pena.

– Yo no pienso que vales la pena, yo sé que eres importante. Mira YoonGi, yo quiero ayudarte y necesito que confíes en mí para ello. ¿Podrías contarme algo sobre ti? Algo bueno que te haya pasado, empecemos por ahí.

Mira el techo al recostarse en la cama, entrecerró sus ojos buscando entre sus recuerdos más olvidados. Cuando parece tener una idea de lo que me dirá se voltea a verme.

– Cuando tenía diecisiete años mi abuela me regaló un viaje a Estados Unidos, deseé ir con toda mi alma sin embargo fue imposible. El punto es que gracias a que no fui a ese viaje, conocí a un chico que fue muy especial para mí. Se puede considerar mi ahora ex, pero en su momento fue lo mejor que me pudo haber pasado. Las mejores cosas pasan cuando no las planeas.

Sus párpados se cerraban hasta no abrirlos más.

– ¿Has sido feliz toda tu vida o a habido un momento en el que deseaste desaparecer como yo? – intenté responder pero ya era muy tarde cuando sus pequeños ronquidos se hicieron oír.

Tercera persona

Un viento mañanero se hizo sentir, la brisa tibia despertó a Ho Seok. YoonGi dormía en su regazo con tranquilidad. La paz que mostraba su rostro era calmante, como si nada hubiera pasado.

El escritor observa la hora en un reloj que hay en la pared y se le hace tarde, de nuevo. Poco le importa el tener que ir a una reunión donde a nadie le importaba su opinión o sus borradores, siempre fue muy poco valorado por sus compañeros excepto por Jin.

Se puso de pie como pudo y el chico empezaba a levantarse e incomodarse al no sentir la presencia de Ho Seok.

– No, no. ¡Sabía que era muy bueno para ser real! – sus ojos se abren a velocidad máxima, su cuerpo se altera y busca a Ho Seok por toda la habitación. Al visualizarlo sigue dudando de que quiera ayudarle. – ¿Eres real? ¿No eres creado por mi imaginación?

– ¿Por qué crearías a alguien como yo en tu mente? – las mejillas del pelinegro se tornan color carmesí. – ¿Tienes hambre? Podemos ir a un lugar cerca de aquí.

– No me gusta que haya gente a mi al rededor.

– ¿Y yo que soy?

– Tú eres diferente, no sé cómo explicarlo.

A Ho Seok se le iluminaron los ojos, finalmente estaba viendo algo de proceso.

Una mesera muy sonriente atiende a ambos chicos y les trae la orden. Dos cafés, pancakes y tostadas francesas.

YoonGi quería irse, hace un año pudo superar casi al cien por ciento su fobia a la sociedad pero le incomodaba tener que hablar con los demás. Aunque con Ho Seok parecía ser diferente y su compañía no era del todo desagradable. 

– ¿Estás bien? – el castaño estira su mano y la entrelaza con YoonGi sonriéndole cómodamente. El pelinegro tímidamente sonríe y esconde su cabeza detrás de su taza. – Eres tierno y adorable.

– No lo soy. – Ho Seok no solo lo veía tierno y adorable sino que también era hermoso.

– Como digas. – guiña su ojo.

Al rato, después de comer, YoonGi pidió volver al apartamento y Ho Seok aceptó.

– ¿Tienes películas? – estira débilmente el suéter holgado de Ho Seok para llamarle la atención. – ¿O series? Hace tiempo que no veo una.

– Claro, tengo Netflix. ¿Que te interesa?

– Cualquier cosa de lobos. – sonríe sentándose en el gran sofá color negro.

« La sonrisa es el idioma de las personas inteligentes. » Y vaya que lo era. – Pensó Ho Seok. Cuando vio los blancos dientes de YoonGi asomarse por sus labios rosados y sus ojos gatunos que derriten a cualquiera.

– Arruinar el momento no es mi intención pero, necesitamos hablar sobre aquello. ¿Por qué intentaste suicidarte?

– Ho Seok, no hablemos de esto ahora, no me siento de ánimos. Quiero estar en paz aquí contigo. – abraza las caderas del castaño y se acurruca más cerca de él.

Ho Seok no entiende el porqué del repentino cariño proveniente del pelinegro pero le gusta por lo que lo abraza por los hombros y pega su cabeza a la de él. El clima era agradable, a las doce del medio día podías sentir un frío de invierno.

Un teléfono suena interrumpiendo la comodidad de ambos chicos.

– Hola Jin, ¿qué pasa?

Me preocupé cuando no te vi en la reunión. ¿Todo bien?

Te contaría pero en persona, quiero presentártelo.

– ¿Tienes novio de un día a otro? ¿Que te dije de tener cuidado con extraños?

No tengo novio. Y no me has dicho nada. Nos vemos luego chico rosa.

– Hasta luego chico poeta.

Cuelga la llamada. YoonGi desde pequeño fue un niño curioso por lo que escuchó muy bien la conversación, en especial la parte en la que Ho Seok dice no tener pareja. Su corazón de manera extraña se aceleró. ¿Es normal estar así con alguien que apenas conoce?

– ¿Sucedió algo malo? ¿Puedo de alguna manera ayudar? – YoonGi observaba con atención cada movimiento que el castaño hacía.

– Todo está bien. A ver, ¿de dónde viene esa curiosidad? – pellizca su mejilla.

Otra curiosidad nace en YoonGi. Quiere preguntarle todo sobre él. Saber cuál fue su primera impresión de él. Preguntarle si para sus ojos el se ve atractivo. Incluso preguntarle si lo apartaría de él si le dijera que le comienza a gustar, ya que según YoonGi, Ho Seok es heterosexual.

– El que llamó fue mi mejor amigo, Jin. Quiero que lo conozcas un día de estos.

– Yo también quiero que conozcas a mi amigo. – Ho Seok se pasma.

Si tenía un amigo, ¿por qué no lo detuvo cuando intentó morir?

– Se mudó hace un mes por lo que nunca le dije nada sobre que quería morir. Espero haber aclarado tus dudas y que no lo veas como una mala persona.

– No te preocupes. Veamos finalmente la serie. – vuelven a su antigua posición y se mantienen así por horas.

Consejos Extraños ~ HopegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora