Naruto Uzumaki fue huérfano de nacimiento, sin nada ni nadie a quien llamar hogar. Su niñez y adolescencia fueron problemáticas, pero siempre mantuvo en su mente el deseo de forjarse un mejor futuro. Cuando conoce a Hinata Hyuga cree encontrar todo...
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Naruto
Regresar a Estados Unidos después de años lejos de aquí es... No tengo palabras para describirlo. Es una mezcla extraña entre añoranza, melancolía y desasosiego. Demasiados sentimientos juntos para unir en una sola oración. Atravieso el enorme aeropuerto con mi "gran maleta" en el hombro, sintiéndome extraño al toparme con tanta gente después de vivir rodeado de muerte, destrucción y sufrimiento. Las personas me miran, y sé porqué. Mi uniforme militar les llama la atención y me sonríen por ser un "héroe" del país.
Me siento desolado, angustiado, como si este no fuese mi lugar. Hace años que no siento, no respiro, no nada... He perdido el rumbo de mi vida ¿Qué se supone que hago en este lugar donde no existe nada que me ate? Antes era tan fácil, cuando simplemente me limitaba a colocarme el uniforme, ubicar mi arma, fijar la mira y apretar el gatillo.
Subo a un taxi observando cómo ha cambiado todo después de tanto tiempo. Hay más edificios, comercios, autos y personas. No es que Virginia fuese una ciudad pequeña que creció considerablemente en seis años, pero es notoria la cantidad de cambios para alguien como yo. Le doy la dirección de mi antiguo apartamento al taxista y siento como mis manos comienzan a sudar.
Sacudo la cabeza enviando lejos todos esos recuerdos dolorosos y pago la tarifa cuando el auto estaciona en la acera. Ha cambiado ligeramente, pero el edificio sigue teniendo su misma fachada. Inhalo con fuerza y me echo andar. El guarda de seguridad ya no es el mismo que estaba en aquel entonces y me entristece eso. Asuma era un tipo realmente agradable con quién disfrutaba apostando partidos de fútbol americano. Le enseño mi identificación al tipo nuevo y voy al ascensor.
Conforme subo los pisos, siento el sudor frío romper en mi nuca. El dolor haciendo mella en mí una vez más preguntándome ¿Cómo estará? ¿Se habrá olvidado de mí? ¿Se habrá casado? ¿Tendrá hijos?... ¿Me odiará?
Pensar en esas respuestas me lastima, aunque lo único que deseo es que ella sea feliz donde sea y con quien sea que esté. La amé cómo ha nadie, y hoy después de seis años puedo decir que no la he olvidado. Ha sido la protagonista de mis sueños a lo largo del tiempo, ha sido mi único enganche a la realidad.
Fue mi única y verdadera relación. Para ese entonces yo era un desastre y es que ser huérfano y haber crecido en un horrendo orfanato te destinaba al fracaso inmediato si no luchabas por un futuro mejor. Me drogaba, me emborrachaba y amanecía en cualquier parte con alguna chica preguntándome como demonios llegué allí. Era arrogante, estúpido y desconfiado hasta ese día que la vi entrar en el mismo salón donde yo recibía clases. Su largo pelo fue lo primero que llamó mi atención, largo y sedoso, negro y brillante. Su rostro, su olor, su cuerpo golpearon duro en mi interior, fue como si hubiese llegado a mi lugar y desde entonces me encontré obsesionado con esa chica. Sus ojos perlas me cambiaron a alguien mejor, su boca me hizo adicto y joder... Con ella experimente el mejor sexo de toda mi vida. Cuando hay amor de por medio las sensaciones se amplifican al máximo.
