Capítulo 2: "Maldita arma"

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La vista borrosa no le permitía distinguir su alrededor, luego, con esa radiante luz con la que le apuntaban no ayudaba en nada a mejorar su visión.
—¿Cuál es tu nombre?— preguntaba un hombre pelirrojo, con desinterés.
El menor dudo por un momento. Las enseñanzas de sus padres no podían quedarse atrás.
—Lolbit— mintió, algo bastante convincente como para que su mayor le creyera.
—¿Sabes qué haces aquí?
—No— el menor acaricio sus sienes, se sentía extraño, como si estuviera sometido a ana especie de droga.
—Un amigo tuyo revelo tu pequeño secreto.
Seungri.
Fue el primer nombre que se le vino, a la mente.
—¿Es cierto?— la silueta coloco ambas manos sobre la mesa que les separaba.
—No sé de que hablas...
El mayor fruncio su ceño, tomando al pelinaranja de la quijada.
—El único que es perjudicado eres tú, responde con honestidad o nosotros sacaremos la verdad— hablo entre dientes, soltando al menor después de lo dicho y colocandose a un lado de él.
—No soy cambiante.
—¿Te estoy acusando de cambiante?— sonrió el hombre—. Nunca lo mencioné, pero si quieres hacerlo a la fuerza— Lo tomo del cabello e inclinó un poco su cabeza hacía atrás—, así sera— y finalmente, lanzo su cabeza contra la mesa, creando un tremendo sonido por el golpe.

Lolbit despertó por el sonido de una puerta de las celdas abrirse, exactamente la suya. Pensó en otro castigo por tener sus características humanas, pero no venían por eso, sino que entre sus brazos llevaban consigo un chico, el cuál tenía sus ojos rojos de tanto llorar.
Una vez dentro de la celda, los guardias la aseguraron.
Ji Yong camino hasta el castaño.
—¿Estás bien?— el mayor le tendió la mano, algo que creo duda en el nuevo individuo.
—¿Dónde estoy?— susurro.
—Eso también me gustaría saber— Ji suspiro, colocandose de cunclillas para poder verle.
—¿Cómo te llamas?— preguntó el castaño, limpiando sus lágrimas.
—Puedes decirme Lolbit— bufo, sentándose al lado del menor.
—Yo soy Taehuyng— se encogió de hombros—Me han acusado de...
—Cambiante, lo sé...— Lolbit rodo sus ojos.
—Pero... Yo no...— y nuevamente fue intervenido.
—¿Lo eres? Creeme, es inútil, tarde o temprano lo sabrán.
—¡Ustedes dos, mas silencio!— ordeno un guardia.
Taehuyng suspiró, levantándose del suelo y sacudiendose un poco —Sólo quería orientarme un poco, señor— intento disculparse, algo que extraño al guardia.
—¿Te estas burlando?— enarco una de sus cejas.
—No, no, no— Lolbit se unió a la conversación—. Él no lo hizo con mala intención— El pelinaranja se colocó frente al castaño, en forma de protección.
—Más les vale— amenazo el hombre para después alejarse.
—¿Pero qué te sucede?— le recrimino Ji Yong—, por poco te ganas un castigo.
—¿Castigo?— el menor retrocedió, temeroso por lo que le esperaba.
—Mira, saca tu lado híbrido, haz lo que te pidan— Lolbit coloco sus manos en los hombros del contrario—. Será lo mejor evitar que tu sufrimiento se alarge.
El menor asintió no muy convencido.
El mayor se giro dándole la espalda y agachando su mirada
—No tardarán en venir por ti— murmuro Ji Yong más para sí mismo que para Taehuyng.
—¿Mande?— el menor ya estaba frente a el pelinaranja, algo que le sorprendió, pues se trataba de alguien muy cauteloso y silencioso.
—Nada, nada...
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La hora libre, los híbridos podían pasear libremente o entenar si gustaban, en ciertas areas de lo que podría considerarse como una prisión.
Ji Yong observaba el cielo, el viento movía ligeramente sus orejas de zorro y su cola nunca se detenía.
Necesitaba salir de ahí.
Lolbit caminó hasta la entrada de lo que era la cafetería, pero nego con la cabeza al ver en la situación en la que se había metido su compañero de celda. A decir verdad, le había sorprendido que este tuviera características de un gato, pues esta clase de híbridos no eran tan comunes.
En el poco tiempo en el que llevaba aquí el pobre chico, lo único que hacía era meterse en problemas por su torpesa.
Y ahí esta Yoon Gi, para su mala suerte gritándole frente a todos y aún así, nadie le detenía, incluso parecía crearle cierta gracia a un hombre que vestía casi igual que el rubio, solo que de tonalidades negras y doradas.
—¡Eres una maldita arma!— gritaba el rubio, aventando el cuerpo de Taehyung hacía una mesa, el mencionado rodo y no tardo en caer al suelo, solto varios quejidos en el transcurso de esta dolorosa paliza.
—¡Eso es lo que eres!— el hombre avanzó hasta el menor y le dio una patada en su estomago, la cuál le quito el poco aliento que tenía.
Unos observaban asormbrados, otros no eran capaces de mirar y agachaban la cabeza, pero Ji no se quedaría de brazos cruzados, tenía que hacer algo al respecto.
Yoon Gi le dio tiempo suficiente como para que el castaño se levantará, el primero le miro con recelo.
—¿Y bien?—se cruzó de brazos, impaciente a la respuesta del menor.
—N-No lo haré, n-no soy un arma— el castaño recibió una bofetada, literalmente por la fuerza de esta, le giro la cara.
—¿Eso crees?— el hombre estaba apunto de darle un golpe al menor, pero alguien le detuvo.
—Zorrita— sonrió al verle.
—Señor, con todo respeto, él ya ha tenido suficiente— Lolbit solto al rubio y se acerco para mirar las condiciones en las que se encontraba su compañero de celda.
—De hecho solo estaba calentando— El mayor hizo una señal con su cabeza, la cual fue dirigida a Jung Kook y otro hombre del cual desconocía su nombre tomarán a Taehyung.
—¡No!— gritaba el menor, intentando liberarse—¡Sueltenme!
—¡Sueltelo!— amenazo el zorro, frunciendo su ceño; cerro sus ojos por unos segundos y cuando llego el momento de abrirlos, un brillo salia de estos, su pupila se volvía alargada, y sus colmillos eran más notorios.
—Toma su lugar— sugirió Yoon Gi, sin ningún rastro de miedo.
—Lo haré, sólo déjelo en paz— Ji Yong suspiro de alivio al ver que soltaban al pequeño, que en su mirada llena de dolor, mostraba un gran agradecimiento.
—Jung Kook, Hoseok— llamo a los hombres que sostenían con anterioridad para que ahora lo hicieran con Lolbit, algo que no tardaron en realizar ni un segundo después de la orden.
—Y Namjoon— llamó al hombre que vestía de negro con toques dorados y de pelo castaño—. Tu encargate del nuevo, yo lo haré con la Zorrita.
—¿Qué?— Ji Yong alzo las cejas al ver como Namjoon tomaba al menor—¡Eso no fue nuestro trato!— bufaba con rabia.
—Yo lo dejé en paz— abogaba Yoon Gi con una sonrisa—, pero Namjoon, me temo que él no lo hará.

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Raios, estoy haciendo a Suga bien maldito :'(
Está historia es más violenta que Obsession .__.

Monster [EnnaBit& Shadow Frennie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora