Ji Yong se encontraba completamente desesperado, pues ya hace bastante rato que estaba en busca de Taehyung y no había ningún rastro de este.
Últimamente se la pasaba solo en las horas libres, ya que el gato tenía sus recurrentes y extrañas “desapariciones”. No sabía a dónde iba ni cuál era el motivo, pero si conocía el peligro que corría si era descubierto.
“No te puedo decir qué es, pero si lo logro, saldremos de aquí” Escuchó al felino en sus adentros.
El zorro negó la cabeza con impotencia, ¿cómo es que permitía esto? Y aun peor, ¿Cómo un niño tenía más coraje que el mismo?
Soltó un largo suspiro, era mejor no llamar la atención, y menos en las horas libres; especialmente si se trataba del único espécimen de zorro, debía pasar desapercibido.
Pero uno sus defectos era su curiosidad, no podía mantenerse quieto, era como si se tratase de un conejo. Camino por las áreas permitidas de la base, cada cierto trayecto se topaba con guardias custodiando el comportamiento; Unos provocando a los híbridos, otros cumpliendo su trabajo.
Todo parecía ir más tranquilo de lo normal, por ahora ninguno se dignó a llamar su atención, por lo que surgió su camino sobre esa tierra con una ligera cubierta de nieve.
Pero algo obligó a que frenara en seco. Un área restringida, con una gran puerta de metal frente a él, un poco oxidada, pero eso impedía que fuera verdaderamente tentador encontrarla emparejada.
Con discreción miro a todas las direcciones posibles, y en un descuido de los guardias, Ji pasó por la puerta. Tuvo que moverla un poco para poder entrar en ella, esto provoco un ligero sonido, pero no lo suficiente para que llamara la atención de alguien. O eso creía él.
Pero ahí los escucho, algo que no debía ori, algo que marcaría su destino por siempre.
—Estarás bien.—Habló un hombre, no reconocía su voz, no es como que conociera muchas personas allí a dentro a parte de Taehyun. Esta voz provenía como de unos pasillos más lejanos, por lo que si seguía el sonido, podría dar con ellos, pero era mejor que no supieran su estar.
—¿Cuándo podrá saberlo? — Pero era él. Taehyung, en un área restringida, ¿a quién se referían exactamente? ¿Taehyung estaba con ellos?
Un bajón se presentó en su estómago, cubrió su boca para intentar equilibrar todas las emociones conjuntas, acción que le provocó un ligero temblor en sus piernas.
—Pronto, Fritz ya le dijo algo. — Murmuro el primero, esto sería inaudible si se tratara de humanos.
—¿Qué tenemos aquí? — escucho tras suyo antes de ser estampado contra una pared. No forcejeo esta vez, el simple dolor de la pared contra sus mejillas era suficiente. Era Jung Kook. Seguramente en su rutina de guardia le había visto entrar—. ¿Cómo entraste? — Interrogó tomando ambas manos del zorro y colocándoselas en la espalda de este.
—Estaba abierto, ¡puedo jurarlo! — el temblor de sus piernas se expandió a todo el cuerpo, por primera vez aquí, tenía miedo, miedo de lo que los humanos eran capaces de hacer para obtener lo que quieren.
—Sí, claro. —Bufó sarcástico el pelinegro mientras rodaba sus ojos, guiándole (ya con más resistencia) a otra zona, recorriendo por esos mismos pasillos.
Taehyun por otro lado, observo como se llevaban a Lolbit desde las sombras, quiso ir con él, pero su acompañante le detuvo tomándole de un brazo.
—Pronto. — Susurró a la altura de sus orejas hibridas, antes de besar su cabeza.
El pequeño gato simplemente asintió su cabeza antes de caer en llanto, abrazando al mayor sin pensarlo dos veces.
“Lo siento tanto, Ji”
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Jung Kook seguía manteniendo con firmeza sus manos, solo se aseguraba de que no hiciera nada para intentar escapar, una vez que llegaron a cierta zona, ese tono lúgubre y de colores monocromáticos cambio por completo a una gama de colores variada, con alfombras, lindos muebles y/o decoración de madera realmente hermosa, con detalles dorados en las puertas de casa sala. Ji estaba notablemente impresionado, esto no era nada comparado con la terrorífica sala de torturas. Pero su suerte cambio cuando de todos los lugares permitidos, fueron a una habitación al fondo del pasillo, con una puerta sin decoración, no era de madera, sino de metal, volvía a lo monocromático.
Jun Kook toco de ella, esta se abrió casi en seguida, Jyn la abrió y al visualizar a un extrañado zorrito, una sonrisa se posó en sus labios.
Al entrar a la habitación, estaba una chica ya atada en una silla, ambas manos y pies a esta, como si se tratara de una silla eléctrica. Dos enfermeras estaban a su lado y el medico pelirrojo sosteniendo una aguja en dirección a uno de sus ojos. Esta aguja tenía un pequeño cable que conectaba a una pequeña pantalla, quizás táctil.
Ji no dejaba de contemplar que tal inusual podía ser esto, que olvido percatarse de que nadie más ni nadie menos que Jimin estaban en la misma sala.
—Es algo primitiva, es la primera versión. — Llamó la atención del zorro, este giro casi al instante al oír su voz—. Aun no tiene nombre, le decimos “La máquina” por el momento— sonrió cruzándose de brazos.
La respiración de la chica se aceleró, la ajuga estaba a punto de ser clavada, y como un repentino invasor, esta entro sin siquiera avisar, pero no era la profundidad necesaria. Así que Fritz, con un pequeño martillo tuvo que golpear un poco de la aguja para forzarla a entrar.
Ji trago saliva, bajando la cabeza de inmediato al mirar como la joven intentaba librarse, gritaba del dolor.
Jimin amplio su sonrisa al ver al hibrido.
—Ella al igual que tú, se negó a darnos mucha información.
Lolbit se limitó a simplemente escucharlo cabizbajo, no quería subir su cabeza y volverse a encontrar a la chica.
—Sólo que ahora tenemos a La máquina. — Jimin tomo el mentón del zorro con fuerza, obligándole a que se miraran frente a frente—. Y como no existe ningún Lolbit en los registros de Corea, tú serás el siguiente. — El pelirrojo torció su boca al soltar al hibrido, sentía un asco indescriptible hacia estas criaturas.
Una vez Jimin alejado un poco del zorro, terminaron con la chica, Fritz con ayuda de las enfermeras le soltaron y finalmente el hombre se la llevo a la enfermería. Por tal fisura, del ojo de la chica salía un pequeño hilo de sangre, no parecía nada grave, pero si doloroso.
Jun Kook empujo al menor en dirección a la silla, este último plantó sus pies en el suelo.
—¡No!, ¡no quiero! — Entrando ya en el pánico, las enfermeras con Jyn fueron a socorrer al guardia, haciendo que el zorro se sentara en la silla. Rápidamente ataron sus manos a la silla, luego fueron con sus pies y finalmente en el cuello.
Pero aun así, el zorro seguía intentando librarse, aunque esto fuera en vano.
La respiración del menor se volvió notoriamente agitada, panqueaba ante ello, solo podía observar como la aguja se acercaba a uno de sus ojos.
Las enfermeras apretaron la atadura del cuello para que estuviese más quieto, pero era imposible.
Jyn frunció levemente su ceño, pero sin nada más que perder, clavo la punta de la aguja justamente en el centro, acción que le provoco satisfacción. El zorro soltó un grito por tal dolor que del ojo, pasaba a todo su cuerpo, pero una vez que el medico tomo el pequeño martillo, todo se volvió una corriente eléctrica. Él, a diferencia de la chica, no pudo hacer mucho más que tener una que otra contracción en sus muñecas y movimientos de cabeza.
Para cuando retiraron la pequeña barrita de metal, las enfermeras rociaron una sustancia extraña en spray que estaba en un envase plateado sobre el ojo dañado, pero eso no impedía el sangrado.
Rendido por completo, Ji quedo con la cabeza gacha, tendida en la silla. El temblor había vuelto, ahora ocasionado por la electricidad sentida hace unos momentos atrás.
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El peliblanco suspiro exasperado, dejando de mirar por aquel espejo-ventaja. Su madre al darse cuenta le dirigió la mirada.
—¿Por qué hacemos esto? —Finalmente cuestionó a su madre, la actual líder del círculo asiático, ella sonrió cínica.
—El círculo americano tanto como europeo se han vuelto bastante fuertes, no sabes la amenaza que representan para nosotros. — Su voz tan seca al igual que su rostro, no reflejaban ninguna señal de expresión o sentimiento.
—Pero, ¿qué hay de ellos? — señalo al zorro, mientras sacaban lentamente la aguja de su ojo.
—No dejes que las apariencias te engañen — Giró el cuerpo a su hijo. —. Pueden ser más feroces que cualquier dragón…
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Monster [EnnaBit& Shadow Frennie]
Fiksi Penggemar-Te amo, bebé. No soy un monstruo... *CONTENIDO CHICOxCHICO* *SPIN OFF DE OBSESSION* *Pareja principal: -Ennard Activo -Lolbit Pasivo (GTOP/EnnaBit) *Pareja secundaria: -Shadow/Purple Freddy Activo -Shadow Bonnie Pasivo (Shadow Frennie)