Mi móvil no paraba de sonar; algún grupo estaba hablador. Y yo intentando dormir después de la caminata de 40 kilómetros... Malditos grupos, qué oportunos. Abrí el móvil, lo puse en vibración y me volví a tumbar en el sofá. ¡Por fin silencio! Cerré los ojos y me sonó la alarma del móvil: CEV en Energy :). Vaya, se me había olvidado por completo. Encendí la tele; total, ya estaba desvelada... Como hacían publicidad abrí el WhatsApp. 131 mensajes de 2 conversaciones (de los cuales 129 eran del grupo de las Márquez girls). Unos 80 eran sobre lo que estaban haciendo, los restantes eran más interesantes.
María: Una cosa...
Carlota: Diii :)
Vir: Cuenta!
María: Os echo de menos... :( Podríamos hacer algo para ver la carrera juntas
Vir: Yo tengo partido de mi hermano, no podré quedar. Pfff... :(
Carlota: A mi no me pueden llevar, comida familiar.
María: Ya... Normal. ¿Pero sino cómo?
Decidí intervenir...
Andrea: Y Skype?? ;)
Carlota: Siii! Por mi perfect.
Vir: Yo no sé cuando llegaré a casa pero en cuanto llegue me podré conectar :)
María: Perfecto, no es lo mismo pero así nos vemos las caras! :)
Andrea: Ueueue. ¡Reunión Skypera! :')
María: Pues a las 10 nos conectamos. ¿Os va bien?
Vir: Yo ya enviaré un whats por el grupo.
Carlota: Sí, por mí perfectísimo.
Andrea: No problem.
María: Okeis :)
Andrea: No es por nada pero hay estáis habladoras, ¡eh!
Carlota: Bueno... Jajaja Estoy harta de estudiar, he cogido el móvil y he encendido la tele para ver el CEV.
Vir: ¡Yo también lo estoy viendo!
Andrea: Y yooo :)
María: Yo estoy en la playita. ¿Cómo van?
Empezamos a hablar del CEV y los pilotos, que si los equipos, los sponsors, nuestras mejores amigas las paragueras. .. El caso es que al final no dormí :')
Llegó el domingo, a las 10 y María, Carlota y yo ya estábamos en el Skype hacía ya media hora. Los fines de semana cuando hay carreras madrugamos muchísimo. Lloraba de la risa, tenía la mañana tonta y las demás no ayudaban. ¡Bendito Skype y su inventor! Las risas que nos pegamos son pocas...
Llegó Moto3 y cinco minutos después nos sonaron los móviles a la vez, "¡Vir!" dijimos las tres a unísono. Un minuto después ya estábamos el grupo al completo. ¡Bien, todas juntitas! Somos buenas comentaristas, todos los pilotos habían sido comentados (algunos con mejores comentarios que otros, pero la mayoría eran buenos). Chillamos juntas pero aún así ganó Miller. Bueno, el podio tampoco era tan malo.
Después vino Moto2, las cuatro animando a Tito y Mack. Ninguno de los dos consiguió estar en el primer cajón del podium pero las posiciones del mundial aún eran buenísimas: primero y tercero, respectivamente. Bueno, aún faltaba lo mejor: MotoGP.
Nos vestimos las cuatro iguales, la camiseta de FanClub y la bandera. Los nervios eran inmensos... ¿Conseguiría Marc un 5 de 5? Por supuesto, confiabamos plenamente en él. Las 13:59h, un minuto; 60 segundos para verlo correr, ver disfrutar a nuestro ídolo.
14:00h, las cuatro cruzamos los dedos y nos guiñamos el ojo (era nuestra señal). Mala salida de Marc. Había llegado a estar en la décima posición. "Va Marc, sabemos que puedes" susurrabamos a la vez.
María: Vengaaa, que puedes.
Carlota: ¡A tope the power!
Vir: Gaaas, Marc, gaaas.
Andrea: Si lo conseguiste en Moto2, esto está chupado.
Esos eran nuestros comentarios que no parábamos de repetir. Marc fue remontando, hasta pasó a Lorenzo y Pedrosa con facilidad (que estos también habían tenido una mala salida). Era una carrera atípica pero divertía, Rossi lideraba. A él también le tenemos muchísimo aprecio, como si fuera el dios de MotoGP, la Gran Leyenda. Por fin, Vale volvía a estar en la cabeza de carrera, después de tantos años. Disfrutamos como niñas pequeñas. Márquez es imbatible, ni el Gran Rossi podía con él. Vaya adelantamientos, vaya tumbadas. Y, finalmente... ¡Marc pasa la línea de meta de pié encima de la moto y en primera posición! Siiii. Nuestro ídolo es un alienígena, la verdad. Las cuatro empezamos a chillar de alegría, aplaudir y bailar. Es tan divertido vernos en Skype después de ver a Marc cruzar la línea de meta...
Al acabar las carreras nos quedamos hablando una hora más recordando las carreras. Jajajaja no nos gusta hablar... Al despedirnos siempre se nos hace eterno, abrazamos los portátiles y quitamos el Skype. Ayer fue diferente. Como dije estábamos hablando y a María le sonó un WhatsApp. Lo leyó en voz baja y, con mala cara, nos dijo: "Chicas, tengo un problema, y gordo...". Estalló en lágrimas.