✿ Propuesta

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ㅡ En verdad estás terminando con mi paciencia.

La voz de ZiTao repicó en sus oídos, pero no lo escuchó realmente, JongIn siguió dando golpecitos con la punta de su pie derecho mientras que permanecía parado al lado de la caja; después de lo que ellos llamaban hora pico de las mañanas, la afluencia de gente disminuía considerablemente y aunque eso les daba la oportunidad como para realizar algunas otras actividades pendientes, en esos días, para Kim JongIn significaban tiempo para que su cerebro procesara ideas y volverse loco.

Tiempo de tortura.

ㅡ JongIn... necesitas detenerte. ㅡ Tao lo observó, se había aproximado demasiado mientras su amigo y compañero no le había estado escuchando en absoluto, y ahora estaba dándole un manotazo para que dejara ese maldito movimiento del pie.

ㅡ Es que tú no lo entiendes...

JongIn contestó casi en automático, con un tono bajo pero casi histérico impregnado en la voz, porque estaba muriendo de ansiedad y no podía evitarlo.

Había pasado alrededor de una semana, siete días y nueve horas desde que KyungSoo se lo había follado en el baño y se había marchado sin decir palabra alguna, y también esa fue la última vez que lo había visto en la cafetería.

Se mordió el labio inferior de sólo pensar en ello y suspiró, porque ¿en qué había estado pensando? Le había pedido, prácticamente suplicado a KyungSoo que lo follara, no que regresara por más o que podía seguirlo haciendo después las veces que quisiera.

¿Acaso había estado tan mal como para ni siquiera regresar por un café?

JongIn se sumergía en sus pensamientos donde las probabilidades de escenas un tanto tontas se simulaban en su cerebro y sólo lo dejaban más ansioso y estresado, porque Do KyungSoo había tomado de él lo que había querido y lo había dejado así: con las ganas de más.

Cerró los ojos cuando pensó en ese día, en la manera en que se había sentido acorralado por él y sus benditas y varoniles manos, en la forma en que lo había tomado posesivamente de las caderas y había guiado el ritmo, lo había hecho enloquecer.

Y decidió esclarecer sus pensamientos porque lo que menos quería era tomar su receso para terminar masturbándose en el baño a causa de ello y de la ausencia del hombrecillo de trajes costosos.

Había sido estúpido, demasiado como para no haber siquiera pensado en exigirle que usara preservativo, le había nublado la vista con sus caricias precisas y su boca besando partes de su nuca, de su cuello. JongIn iba a enloquecer si seguía pensando, porque seguramente ahora terminaría creyendo que estaba incluso infectado de algo y moriría en tres o cuatro meses. Lo cual también probablemente era estúpido.

ㅡ Entiendo que algo pasó entre ustedes como para que estés así. Y que él no haya regresado.

Tao frunció el ceño mientras observaba a JongIn llevarse la diestra a la boca para morderse las uñas y se apresuró a darle un manotazo, porque no era un hábito de JongIn hacerlo y no estaba bien visto que alguien que trabajara en una cafetería se mordiera las uñas.

ㅡ Si bueno... ㅡ JongIn se hundió de hombros para restarle importancia a todo aquello y bajó la mirada hasta la punta de sus zapatos, para examinarlos como si fueran algo demasiado interesante de ver ㅡ a este paso uno comprueba que todos son iguales.

Sabor a café ❀ SooKaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora