Entrando a otra vida

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Parte I

Estridente trasto
avecina la vida,
lucero en el espacio
y sonidos en vía.

Luci, eres un mito
te doy un apartado,
pues en noche agotado
encuentro el instinto.

Triste melodía
en ojos que lloran,
la Fe que perdía
ahora te conocía.

Luci, "en ti no creo"
ni nunca creeré,
porque no adornaré
una vida sin deseo.

Detrás del revés
como una palabra,
que es y puede ser
y pocos logran ver.

Porque...
Luci, no hay fervor
ni un furor que se diga,
aunque ni de partida
sabrán ver un seis
como cifra cúbica.


Parte II

Noche de neblina
a oscuras en la vía
un susurro sentía,
pensaba y discernía.

Mi pulso se aceleraba
a pasos del alazán,
y con mi abrupto cuño
mi ser se aterraba.

No lograba detallar
imagen estupefacta
cual no podré olvidar,
y que con la extracta
que mi mente hacía,
lento me adormecía.

Con su mano que era
muy pero muy áspera,
sentía que me acariciaba
y mi ser se estremecía.

De negro vestía y
bajando de su caballo,
su cuello no se veía,
de esta vida no era
y ahora lo conocía,
con una turbadora voz
muy ronca y muy gruesa,
soltaba una carcajada atroz.

"En la luz debes preceder,
me dicen Luci y aunque
no tengo un cuello que
una cabeza sostenga,
mi lucidez es atenta,
y ve cómo vas a perder
el miedo que contenga
ánimas tu triste alma.
ni si quiera con calma,
podrás abrir tus ojos
sino hasta que me vaya,
pues no me podrás ver."


Parte III

"Eras perfecto en tus caminos
desde el día en que fuiste creado". Ezequiel 28:15-18.

¿Iniquidad, perversidad?
una altísima dinastía
empotrada en su corazón,
y con falta de dignidad,
su mente codiciada se abría
en un manto de orgullo.

Descontrolado sin autoridad
acercándose a su sepulcro,
un magno cuya santidad
nunca pudo obedecer,
ahora sin ningún poder
la bestia y el falso profeta
Lo esperaban.

Ambición más que amor,
un sentimiento de pudor
que en él se encontraba
lograba yacer con ardor,
Y odio por quien reinaba,
Pues no lo soportaba.

Ahora solo puede decir
que aunque no pueda vivir,
muchos a sus pies,
quienes llenos de irá y dolor,
a ciegas dicen servir
sus leyes como un favor.

Abre tus ojos, ángel de luz
que la vida es plenitud,
pues aunque lleguen tiempos
que unos denotan peores,
vivimos y morimos,
pero tú, nunca mueres.  

01-03-2016

Mente oscura (poemario)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora