Palabras mudas

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Todo lo que no podré decir
en mi silencio,
estando mudo pero mientras leas
mi voz resonará en tu mente
de lo que voy a escribir.

No puedo más que tomar mi lápiz
y comenzar a redactar mudo,
con mi mente confundida
y con el sonido de un joven
que me inspira a escribir todo,
además de ti,
todo lo que no puedo decir
en estas palabras mudas.

En la pequeña acción que tomé
y que tanto te enojó,
en las cosas que no hice todavía
y se sienten tus celos,
en la desconfianza del engañado
y tú cual engañada también,
te escondes y me encierras. 

Las alas que algún día me nacieron
parecen cortarse con este amor,
porque yo tengo que comprenderte
pero tú a mí, muda como estas palabras.

Es que esta jaula que tanto detesto,
sin alas y con mucho amor para darte
me tiene en silencio, confundido y mudo.

'No hay que decir las cosas,
hay que pensar en cómo esa persona
podría sentirse', pero en ti es subjetivo.

Podría llover ángeles de los cielos
queriendo llevarte lejos de mí,
podría estar el cupido y flecharte
para alguien más, 
podrías caminar sexy tal cual eres
por esa avenida 23 que solemos pasar siempre,
y que todos, con sus cumplidos 
intenten ligarte mientras los veas 
quizás con desagrado. 

Pero no puedo enojarme contigo
porque los ángeles te alejen de mí,
¿Te irías con ellos si te lo ofrecieran?
no puedo enojarme contigo
solo porque cupido te dé con su flecha
ligándote a alguien más,
¿Realmente eres más débil que su seducción? 
no puedo enojarme contigo
porque otros te digan que eres hermosa,
porque lo eres y por eso me encantas tanto
pero ¿vas a darle el número a uno de ellos
y que te llamen y que te inviten a salir?
¿irías con ellos? son respuestas mudas,
como estas palabras, mudo como yo.
No me enojaría contigo porque te quiero,
y porque confío en ti. 

Porque sé que tu amor por mí
va más allá de unos ángeles, de cupido,
de cualquier hombre que te deseara,
porque soy quien quieres y eso lo sé,
por eso no me enojaría, pero así es la vida.

El enojo es subjetivo y objetivo a su vez,
podrías ser tú quien escribiese,
y te enojarías porque una chica guapa me mire,
¡Y ay de mí si la veo!
no puedes decir que debo pensar en ti
si cuando tome un trago de la vida
te embriagarás tú y no yo,
porque puede que a ti no te guste el alcohol
y termines borracha,
pero a mí me gusta y duraría mucho más,
porque tú enojo es subjetivo
pero el mío objetivo. 

Y hubiese preferido escribirte un poema,
alguna prosa de amor por primera vez,
pero si no escribía esto mientras duermes,
podrías estar gritándome aún tu enojo
sin entenderme, sin entender que el amor
es libre y tiene alas, que no está en una jaula,
que cual cúpula de tristeza
podría romperse solo por amar,
solo con amarme y amarte
mientras agarres mi mano en el muelle,
ese que algún día visitaremos juntos.

Pero no me cortes las alas
porque tendré más palabras mudas,
y estaré mudo, en silencio, amándote
pero echando de menos la felicidad.

No es lo mismo amar
siendo feliz que amar tratando
de serlo, y sin nuestras alas,
sin nuestro espacio para volar,
sin poder sentir el viento
mientras este sentimiento crezca,
los celos serán el cazador,
quién con su escopeta cargada
nos disparará sin compasión
a uno de los dos –a mí–, así que
no te enojes por pequeñeces.

Enójate cuando le guiñe el ojo
enójate cuando responda sus mensajes,
enójate cuando la invite a un trago
enójate cuando beba de sus tragos,
pero no te enojes cuando rechace
el trago solo por el atrevimiento
de ofrecerme beber de él.

No quiero que te enojes,
quiero que me ames
con la libertad de caminar juntos,
uno al lado del otro
mientras lluevan pretendientes
tras nosotros,
porque aunque esté mudo ahora,
somos uno solo, uno solo...

Mente oscura (poemario)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora