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Historia Creepypasta 22# El Secreto Oscuro De La Navidad

Hoy es 24 de diciembre, es navidad, estoy tan emocionado de celebrarla, no entendía por qué la navidad anterior Santa no había aparecido, no aparecíó ni un solo regalo abajo del árbol, también lo que hallaba raro era que un extraño bicho en el cielo, volara cada navidad, medía 3 metros, con jodidas alas y ojos rojos de jodido tamaño y garras, obviamente invité a mi amigo a quedarnos a las 12:00 p. m. a observar esa criatura, nosotros teníamos ganas de investigar, a las 12:30 p. m, yo le digo a mi compañero:

—¡Mira esa cosa en el cielo! —Él me respondió:

—Sí, se va para el campo.

Fuimos rápido al campo, no vimos nada pero sentimos que alguien nos vigilaba, mi amigo de nervioso me dijo:

—Vámonos de aquí —yo no quise irme.

Cuando vi para el árbol el bicho nos persiguió, mi amigo cayó; el bicho lo agarró, lo envolvió en sus enormes alas, mi amigo desapareció, yo largué un grito, disparé del bosque, la criatura me seguía, corrí hacia mi casa y resulta que mis padres no estaban, la puerta de mi casa estaba trancada, vi el reloj, las 4:00 a. m. la criatura se paró, con sus enormes ojos me miró; yo no podía creerlo, agarré una piedra y se la tiré a la criatura en la cabeza, cual se agarra la cabeza, aprovecho para disparar a la comisaria, les conté a los policías pero no me creyeron, de repente la criatura rompió los vidrios, después de matar a los 3 policías, grité tan fuerte pero nadie me escuchoó, me escondí en un campo, la criatura voló por arriba mío, no me vio, corrí hacia mi casa, otra vez no había nadie, miré para atrás, la criatura me rasguñó el pecho, agarré una vara, se la di por la cabeza, a la criatura no le hizo nada, yo asustado otra vez corrí para el campo, lleno de miedo entendí que tenía que enfrentarlo, agarré una vara grande y una piedra, esperando bien nervioso, no sabía cuando iba a venir pero noté que se escondió en unos árboles. Con furia y miedo dije:

—¡Sal de ahí! ¡Pelea, criatura!

Miraba para todos lados para ver de a dónde iba a venir, entonces apareció en unos arbustos y me agarró y me rasguñó, todo cubierto de sangre yo, le pegué un pedrada y lo empujé hacia un arroyo hondo, la criatura cayó y se hundió, después había encontrado pero sólo que esta vez no era la criatura, era Santa desmayado y entendí que todo este tiempo era Santa la criatura, después fui a parar al hospital.