Pista #02 ¨Desespero¨

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  ¨Te amo, eres el amor de mi vida. Pido a Dios que proteja a ti y a mis hijos, y me de muchos años mas para poder disfrutar de su compañía y amor... Esas fueron las ultimas palabras que recuerdo haber pronunciado antes de quedarme dormido. No recuerdo nada mas después de eso...¨



La familia Jackson empezó a llegar con rapidez una vez que les habían dado la noticia. La angustia y desesperación los acompañaban en todo momento. Cada timbrazo, cada sonido los alertaba. Katherine sollozaba en los brazos de su hijo Tito, mientras LaToya se consolaba al lado de sus otros dos hermanos. Janet miraba con profundidad a Gia, sus gestos, el temblor de sus manos, su debilidad...

—Oh, Janet —Gia se acercó a la morena para abrazarla.

—Vamos a encontrarlo, tranquilízate —intentando mantenerse firme, apenas palmeo la espalda de su cuñada. 

Joe permanecía tranquilo, imperturbable, impávido. 

— ¿Los niños ya saben de esto? —pregunto Jermaine.
—No, aún están durmiendo y... tienen clases mañana.
—Tendrán que saberlo en cualquier momento
—Es mejor no perturbarlos... no por ahora —espeto Janet.
— ¿Qué voy a decirles? ¿Cómo les diré que su padre...? —la ojiverde soltó a llorar.
Uno de los oficiales se acerco a ellas.
—Lo mas apropiado será que mañana den una rueda de prensa. Para informar sobre el acontecimiento y mover lo mas antes posible a la comunidad. Por la personalidad a la que nos referimos es muy seguro que agilicen las cosas.

Gia afirmo mientras intentaba guardar la calma. Los oficiales salieron de la enorme mansión rumbo a la estación de policía.
Desde esa noche la mayoría de los miembros de la familia Jackson se quedaron en la mansión para hacerle compañía. A la mañana siguiente el sol se opacaba tras las nubes que parecían amenazar con lluvia en todo California; el sonido chirriante de la tetera advirtió a Gia que alguien estaba en la cocina, por un momento fugaz se sintió jubilosa y feliz esperando encontrar a su esposo preparándole café como todas las mañanas. Su decepción fue enorme al mirar en la cocina a Katherine, sirviéndose agua caliente para un café matutino. La sonrisa en la oji-verde desapareció, y una mirada sombría volvió a su rostro, pero no paso desapercibido el aspecto de su suegra. Katherine estaba exhausta, alerta pero desesperada igual que ella. ¿Cómo no estarlo? Habían secuestrado a su hijo, ¿Quién? ¿Por qué? ¿Volvería acaso? Eran tantas preguntas.

—Kat —sobo el brazo de la señora Jackson con suavidad.
—Discúlpame querida, no te escuche.
—No importa —sonrió apesadumbrada— ¿quieres algo?
—No, mi apetito esta por los suelos. Al igual que mi calma.
—Los niños...
—Me encargue de prepararlos yo para la escuela, para que tú pudieras descansar.
—No importa, después de todo no pude dormir... ¿Cómo podría?
Katherine le sirvió un poco de café en una taza, el cual esta preparo y dio el primer sorbo. El silencio volvió a reinar en la cocina, solo los sorbos de los cafés hacían acto de presencia; unos sollozos comenzaron a surgir.
—Oh, linda —Katherine se acercó a ella para consolarla.
—Prefiero que este con otra mujer y pase por esa puerta en cualquier momento... por favor, que este con otra mujer— cubrió su rostro con ambas manos sollozando con más ímpetu.
—Gia...

Randy se acercó a ellas y con un gesto de tristeza les dio la noticia de que la prensa ya estaba esperando afuera; era momento de anunciar su desaparición al mundo. Se miraron ambas con pesadez, no querían hacerlo. No querían dar la posibilidad de que esa nota tuviera la razón. Tomando todo el valor posible para hablar se encaminaron a la entrada principal y apenas habiendo abrirla los flachazos les atacaron por doquier. Fueron guiados por la policía hasta el templete donde se encontraban los micrófonos. Rady, Jermaine, Katherine y LaToya le hacían compañía.

—Hace apenas algunas horas en su mansión de Beverly Hills, el cantante Michael Jackson fue dado por desaparecido cuando una nota cerca de las escaleras les dio la alarmante noticia de que posiblemente había sido abducido... Su esposa Gia Jackson y algunos miembros de la familia están presentes para dar fe de ello.
—Yo... yo solo quiero decir que... —la mujer de Michael intentaba mantenerse fuerte y pronunciar palabras, pero el nudo en la garganta le impedía de pronto hacerlo— que quien quiera que tenga a mi esposo, por favor... —soltó un pequeño quejido de dolor— lo regresen a casa, que es donde debe estar... Les daremos lo que sea, cualquier monto que nos pidan solo... Ya no sé cómo decirlo —con la mirada hacia abajo y la voz temblorosa continuo—; tenemos que conseguir que vuelva a casa. Donde lo esperan sus hijos, su familia... Quiero decirle a mi amado Michael... —comenzó a sollozar— que su esposa lo ama muchísimo.

Fue lo último que alcanzo a pronunciar antes de romper en llanto en los brazos de su cuñado, y ser consolada por los demás miembros de la familia mientras la sacaban pronto de ahí; tras los aplausos y apoyo de algunos asi como intentos de la prensa por preguntas.
Era un hecho Michael Jackson había sido secuestrado...

To be continued  

¿Quien mato a Michael Jackson?Where stories live. Discover now