Capitulo 4

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Era de noche en el departamento de JungKook y todas las luces se encontraban encendidas, el chico se encontraba apunto de cocinar mientras su cabeza daba vueltas, como si ya se le estuviese haciendo costumbre, hasta que escucho un golpeteo afuera de la casa.

Cuando abrió la puerta se encontró con Sana del otro lado esperando para entrar a verlo. Últimamente todos le prestaban demasiada atención a JungKook como para buscarlo y hablar con él. Sana ingresó al departamento y luego se sentó en uno de los muebles de la sala sin siquiera ser invitada, lo que tenía que decir era tan importante que no había tiempo para formalidades.

-JungKook, vi que estabas hablando con JiMin esta tarde. ¿Cuál es tu plan? -dijo Sana cruzando los brazos en el sillón.

JungKook se sentó en uno de los muebles que hacían que pudieran verse de frente el uno con el otro. Solo quería demostrarle a Sana y a todo mundo que estaba haciendo esto por cumplir una promesa y no porque su visión en JiMin hubiera cambiado tras besarlo el último fin de semana.

-Es sencillo. Solo tengo que demostrarle a JiMin unas cuantas cosas, le hago ver qué tengo buenas intenciones, luego me acuesto con él para grabar el video y cuando se lo dé a Hoseok entonces todo esto habrá terminado.

- ¿Estás consciente que estamos hablando de que me quieres ser infiel y además es con un hombre? -Sana se levantó y en un estricto sentido, si sus ojos fueran pistolas, ya se hubiesen disparado.

-Estoy consciente de ello y recuerdo que me dijiste que no estabas celosa de JiMin -JungKook pese a todo sonreía sin miedo.

-Entonces yo dejaré que te acuestes con él si dejas que yo lo haga con otro chico -Sana ya se había frustrado.

-Me parece que para ser justos debería ser con otra chica... si eso pasa quiero estar presente -dijo JungKook.

-Ya cállate -se acercó a él y le dio un beso tan largo e irresistible que JungKook se dejó caer en su sillón y ella lo besó teniéndolo entre sus piernas -solo dime que me amas y te doy permiso de hacer lo que quieras con tu amiguito -decía ella mientras sus manos bajaban por su pecho.

-Te amo -dijo JungKook volviendo a sonreír.

-Permiso concedido -Sana le dio un beso más y lo miró fijamente.

-Me alegra, ¿te quedarás a cenar esta noche? Prepararé hamburguesas.

-Ya te di permiso de estar con JiMin, si me quedo a dormir serían dos permisos en un mismo día y eso significaría que tienes mucha suerte -Sana se levantó de entre las piernas de JungKook y con cuidado se dirigió a la puerta.

-Si te quedas después de las doce cuentas como un nuevo día.

-Que tengas buenas noches, JungKook -Sana salió del departamento y se fue en un santiamén.

-Bueno, al menos cenaré una hamburguesa esta noche -dijo JungKook cuando se quedó solo. Solo de nuevo.

Eso abría la puerta a la posibilidad de volver a pensar en lo que sucedía al respecto con JiMin. En el primer beso él tomó la iniciativa y ahora se estaba dando cuenta que eso no estuvo bien para ninguno de los dos. Si tan solo se hubiese esperado a que JiMin diera el primer paso entonces la historia sería otra, pero no fue así. ¿Era acaso gay y nunca se dio cuenta? No importaba. Tenía que cumplir con su promesa y lo haría como más rápido le diera resultado.

Durante las siguientes horas, y luego de que al fin se dio la oportunidad de cenar su hamburguesa, entonces buscó en internet nuevas ideas y mucho más elaboradas para conquistar a JiMin lo antes posible. En uno de los tantos blogs que visitó remarcaban la idea de hacer cualquier cosa que le gustara a JiMin para conquistarlo. Esa idea la anotó en una hoja aparte y continuó investigando.

Dos es el numero perfecto.  (KOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora