Capitulo 15 Final.

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Eran las siete de la mañana y la mayoría de cada uno de los ciudadanos ya se encontraba en su trabajo o rumbo hacia la escuela en caso de los estudiantes. JiMin en ese entonces pertenecía al número de personas que no asistirían ese día a la universidad a estudiar a pesar de ser viernes.

Era un día de consejo técnico, día en que los profesores de la institución reunían para hablar cosas referentes a sus alumnos y todo lo relacionado con la escuela, para lo que se les daba el día libre a los alumnos para no asistir a clases. JiMin lo sabía y por lo mismo decidió llamarle a su jefa el día anterior para pedirle que le dejara trabajar el viernes en la mañana y si acaso tener el sábado y domingo libres como descanso.

El muchacho se alistó tan rápido como pudo, tomó sus cosas y cuando estaba por salir del departamento, que alguna vez le perteneció a su amigo, se encontró del otro lado con la última persona que esperaba ver en ese lugar.

–Tenemos que hablar –dijo JungKook de una forma sería.

–Después, por ahora no tiempo –dijo JiMin –llegare tarde a trabajar y…

–Si alguna vez me amaste, necesito que me escuches por las buenas. Solo será un minuto –le interrumpió JungKook al otro chico.

JiMin no tuvo que decir una palabra. El chico tan solo dejó que JungKook ingresara en el departamento. JiMin tomó asiento en uno de los sillones de la sala, sacó su celular y le llamó a su superior del trabajo para avisarle que iba a llegar un poco más tarde de su hora de entrada.

Sabía que estaba un mal debido a que había pedido ese día para trabajar en el turno de la mañana, pero debía de quedarse ahí con JungKook, aunque no quisiera. No era nada más el hecho de que estuviese en la puerta para obligar a escucharlo, sino que jamás se haya dado por vencido. Lo había estado evitando por tantos días que el momento de al fin escucharlo habia llegado y no podía hacer nada para evitarlo.

–No tiene caso escucharte –dijo JiMin poniendo su celular de vuelta en el bolsillo de su pantalón. JungKook se aproximó a él con una silla y lo veía de frente mientras hablaba.

–Lo sé. Sé que fui un idiota y también sé que tú vida era más sencilla antes de conocerme, pero esto es importante –dijo JungKook –si no me quieres creer puedes callarme y me iré sin replicar.

–Te escucho –dijo JiMin. Si estaba hablando con esa seguridad entonces debía de ser más importante de lo que él imaginaba.

–JiMin, Sé que antes te veía como el premio de una apuesta y no lo niego, pero mientras más te fui conociendo, más me fui enamorando de ti y ahora no puedo dejar de pensar en todos los momentos que pasamos juntos. Si pudiera hacer algo para que me perdonaras… solo quiero seguir amándonos todo el tiempo que sea posible. Te juro por Dios que estoy completamente enamorado de ti y que no pienso hacer nada para herirte.

No era la primera vez que JiMin escuchaba esas palabras de alguien que decía quererlo, pero sin embargo era la primera vez que JungKook mencionaba esas mismas palabras. Tal vez haya sido un idiota en el pasado y que haya actuado con una doble intención, pero se veía tan arrepentido y con tanto sufrimiento encima, que era imposible no perdonarlo, sobre todo cuando se era una persona como JiMin que sufrió mucho con otras personas y ahora encontrar alguien como JungKook era como si el cielo le hubiera mandado un ángel. Ante un mar de sentimientos encontrados JiMin comenzó a lagrimar sintiéndose culpable por haber rechazado muchas veces a ese muchacho que no hacía más que luchar por él.

–No sabes cuánto te he extrañado –dijo JiMin luchando por no llorar más de lo que debía –pero no puedo estar con alguien que me dice que me ama y a mis espaldas embaraza a su ex novia y tiene un hijo. Eso no tiene nombre –JiMin se levantó de su lugar, pero JungKook lo detuvo a tiempo.

Dos es el numero perfecto.  (KOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora