Nueva York. 14 de Abril de 1987.
- ¡Genevive! - no hubo respuesta clara - ¡Genevive Arriba! ¡Arriba Genevive! ¡Tienes que ir a la escuela! - siguió insistiendo hasta obtener lo que esperaba
- ¡Ya voy! - siguieron insistiendo - Ahg... ¡DIJE QUE YA VOY! - logré contestar un poco mas exasperada.
- ¡Al fin! ¡Ya era hora! Vagilona... - dijo esto último en tono bajo
- ¡Te escuché! - oí la disculpa y al instante comencé a negar largando una pequeña risita.
Soy Gabriella Genevive Dumitrezkcu, tengo 16 años, vivo en New York, aunque soy originaria de Seattle. Me mudé aquí a los 10 años, ya que mi madre debía venir para cuidar a mi tío, Robert.
Él era como un padre para mi, ya que no lo tenía, no se que pasó con él, mi madre nunca me dijo la razón por la que no tenía a mi padre conmigo, jamás lo conocí, solo tengo su apellido. Por eso, tuve como imágen paterna a mi tío, lo extraño demasiado...Flash Back
Estaba corriendo con la pelota de basket, iba a llegar a lanzarla al aro, pero salté y se la quité...
- ¡ELLA! - Así me decía mi él (se pronuncia "Ela")
Reí arrugando la nariz, algo que siempre me decía que adoraba.
- ¡En el amor y la guerra todo se vale tío Ro! - empecé a reír de nuevo.
- ¿Ah si? Pues veamos si puedes reir mas fuerte señorita "Todo se vale" -
Al instante me persiguió por toda la cancha pública de basket, la cual quedaba cruzando al parque. Al atraparme comenzó a hacerme cosquillas. Después de eso fuimos a tomar un helado.
Fin de Flash Back
Ese bello momento, junto con otros, quedaron como un bello recuerdo de esa grandiosa persona. No son demasiados, ya que él estaba ya con su enfermedad muy avanzada.- ¿Gene? - se asomó alguien a la puerta de mi habitación.
- ¡TIA! ¿Que haces aquí? Me estoy cambia...n... - me interrumpió.
- Lo se lo se, solo quería avisarte que el uniforme mas aceptable está en el lavadero. - mi seño se frunció al instante de escuchar esas palabras.
- ¡Ay no! ¿Debo usar ese vestido desagradable? -
- Lo se cariño, ese otro uniforme es muy soso y aburrido -
- ¿Ah? No tía, ese no es el problema, ese que es muy corto -
- ¡Ay por favor! Ese vestido deja ver tus lindas piernas, atléticas y bellas como las de tu madre -
- ¡Tía! - me sonroje
- Bueno, sin rodeos, vístete que el desayuno ya está listo y llegarás tarde a la escuela. - al instante corrí a cambiarme.
Me puse una camisa de mangas cortas, por debajo de los hombros, unas medias blancas unos centímetros abajo de las rodillas, me puse el vestido, unas guillerminas negras, tomé mi mochila y bajé a desayunar.
- Gene, vino Juliet a buscarte - justo a tiempo había terminado de desayunar.
Salí disparada hacia mi mejor amiga, no sin antes saludar a mi tía. Salimos afuera y nos saludamos con Juliet, una muchacha de color, de la cual somos amigas desde que llegué aquí. Nos saludamos con un saludo de manos hecho por nosotras y solo para nosotras y partimos hacia la escuela.
- ¿Que hay Gabi? -
- Nada nuevo Juyu - así le decía siempre.
- Hey hey hey... ¿Ese humor se debe a que estas usando el otro uniforme? - me miró levantando una ceja y haciendo una sonrisa de costado.
- ¿Se nota demasiado? - dije sarcástica y se me vino un escalofrío de esos que me daban siempre desde que estaba por cumplir los 13 años en 1983.
- Oye, otra vez la extraña presencia ¿No? - Se preocupó - Gabriella, ya hace desde hace 4 años que actúas así. -
Si, Juliet también se ha sentido así, pero lo extraño es que solo hasta el momento, ella solo lo ha "experimentado" estando solo conmigo, aunque ella esta por así decirlo "acostumbrada" ya que Nueva York es demasiado grande y hay de todo tipos de personas. Lo que tampoco ella sabe, es que aún estando o no con ella, siempre al estar expuesta a lo público, siento que me persiguen, que me observan, siento que estudian, que alguien averiguara todo sobre mi.
- ¿Sabes? Debo aprender a... - iba a decir algo pero cambié de opinión - Debo aprender, osea, a acostumbrarme de una vez por todas a esta ciudad -
- ¡Al fin amiga! ¡OIGAN TODOS MI AMIGA ES GRANDIOSA! - Gritó en la calle.
- Jull.... - me puse nerviosa y roja.
- ¡Oh vamos Gabriella! Es hora que te sueltes, ¡Corre, salta, canta, baila! ¡Eres joven mujer! Joder... Solo disfruta estos momentos. -
Sonreí y salí disparada hasta mi mejor amiga, empezamos a girar tomadas de las manos como si estuviéramos jugando a la ronda, riendo como niñas pequeñas.
Narrador omniciente:
Él la miraba, su amigo también, en verdad era hermosa, era divina, era tan delicada, tierna, pacífica, tímida la mayor parte del tiempo y tan aniñada.
Al verla salir desde su casa, bajar las escaleras, cuidando de que su vestido del cual se le notaba la incomodidad de usarlo, no se levantara, eso reflejaba su pureza. La manera en que se empezó a divertir con su amiga era tan inocente, su manera de "soltarse" al dejar de lado su timidez les fue de lo mas cautivador.
En simples palabras, era un angel, perfecta por donde la miraran, era... La presa perfecta de su retorcido plan.Las escucharon como entre ellas se apuraban para ir a clases antes de ser regañadas y subieron a su auto.
- Escuchen, no falta mucho para el día de las pruebas - pronunció aquello con una extraña emoción.
- Pero aún el cuarto no está listo - cuestionó uno de ellos con un extraño acento.
- Ahg eso no es problema ¿Verdad? Iré a comprar lo que falta, mientras ustedes van pensando alguna forma de traerla. - habló ahora un rubio.
- Eso no es problema, se que Cliff me iluminará con su poder, como lo utilizó aquel día para sacrificarse por nosotros - expresó de una manera siniestra el mas enfermo de los tres.
- ¿Seguro que Cliff estará orgulloso de nosotros por lo que haremos? - preguntó nuevamente el de extraño acento.
- Oh, claro viejo, Cliff le enorgullece, donde sea que él esté, le enorgullece que sus hermanos hagan su voluntad. - su amigo se calmó y emprendieron el rumbo que sugirió aquel extraño y enfermo rubio.
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Él es... NEWKID
Fiksi PenggemarUna joven recién graduada, es secuestrada por unos psicópatas dementes, obsesionados por ella. ¿Quien diría que la salida era él? ¿Quien diría que lo volvería a ver? ¿Quien es? El es... NEWKID.