Me abrace a mi misma, mientras las cobijas un poco ligeras me cubrían; temblando por el frío que se instalo. No quería levantarme de mi pequeño "refugio" contra la temperatura que realice en mi cama, no obstante, debía hacerlo.
Con mucha fuerza de voluntad me incorporé y fui a mi armario, buscando ropa lo suficientemente necesaria con tal de abrigarme; sin importarme la variedad de colores y ridículas figuras en ellos.Agarre el celular entre mis manos un poco entumecidas, busque en internet los grados actuales y me asombre por lo impresionantemente bajo que se encontraba. Era una verdadera suerte que aun no nevara.
Aun que sonaba genial que un suceso así ocurriera. Todavía mantenía un recuerdo casi olvidado de la ultima vez que aconteció, a pesar de haber sido muy pequeña.Baje las escaleras, fui a la cocina en busca de prepararme una bebida caliente; ventajas que traía consigo el invierno, y un café o chocolate era de los mas conveniente en esa temporada.
Me senté en el sofá con la taza entibiándo mis manos. Y a mi cabeza llego cierto pelirrojo, con la brillante excusa de la utilización del fuego; brindándole un excelente beneficio.
En estas limitadas situaciones codiciaba por sus poderes. Reí por mis absurdos pensamientos.El clima en mi ciudad yacía muy cambiante, debido a ser semidesértico. En verano; el calor era insoportable y el invierno; el frío era casi invicto.
Por esa razón, a sus habitantes; incluyéndome, no le impresionaba que el día antecesor un sol iluminara a todo su esplendor y hoy se encontraran en el congelamiento. Con el poco tiempo de mi residencia aquí, me adapte.La navidad ya se aproximaba, consecuencia de los adornos en los hogares, películas e inclusive anuncios en la televisión. Frecuento ayudar a mi madre a la preparación de la cena; solemos ser ella y yo ese día.
Una ligera melancolía se incrusto en mi pecho; rememorando que con mi padre, cada año lo acompañábamos en la búsqueda del mejor pino; para después adornarlo, disfrutando de el momento tan familiar; sin embargo, los hechos se alteraron, notoriamente.Quise despejar esos pensamientos y procedí al patio ulterior, con el viento golpeando intensamente contra mi, sintiendo como traspasaba las telas que me arropaban para entrar en contacto con mi piel; Eso me hizo que temblara. Mi progenitora no despertaba aun y me tenté a entretenerme; con la clara idea de la manipulación de la tierra. No obstante, al intentar levantar el terreno levemente para emplearlo a mi complacencia... Nada ocurrió.
-¿Q-que? -Pronuncie en un suspiro y una mínima porción de mi calor corporal escapo en forma de vapor.
Comprobé un par veces mas si lo que posteriormente realice, llevaba a lo mismo; y para mi desgracia el resultado era similar, a pesar de el gran esfuerzo que efectuaba.La angustia declino cualquier otro designio, implicando las bajas temperaturas.
Desde terremotos que acontecía en apenas perceptibles temblores, sin que su potencia aumentara por mas que me lo propusiera. Las zanjas que originaba, simplemente se capacitaban a romper un poco la corteza terrestre. Y la posibilidad de la creación de mi guardián iban en descenso. ¿Que diablos me pasaba?-¿Raquel? -Dirigí mi atención a la persona causante de mi mención -Hace mucho frío ¿Que estas haciendo ahí? -
-Y-yo... -Mi madre recibía el cobijo de una manta, cubriéndola desde la cabeza y apenas unos pocos pliegues de esta rozaban el piso -Creo que... Mis habilidades están debilitadas -Dije en un hilo de voz, solo audible para mi -¡Ahora iré! -La vi asentir y ahogándome al inhalar, causa de la intensidad que conservaba el viento ¿Había alguna posibilidad de que Sebastián lo atenúe?
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1° El Inicio De Los Elementales [Editada]
FantasiQuizá, en algún momento escuchaste que los elementos son pertenecientes a lo mas esencial de nuestro planeta ¿Que sucedería si te aclaro que además de integrarlo, también lo defienden? Seria extraordinario. Cuatro jóvenes Con habilidades sobrenatura...