El Chico de las Mariposas

Día 3 (Pt.1)

Vaya, que noche la de anoche (como lo adolescentes que se drogan, pues ahora yo me quedé obsesionado con el sueño que tuve ayer y esa será mi droga natural de ahora en adelante)

Misma rutina como todos los días. Cerré mi casa por dentro y empecé a caminar...espera...¿dije que cerré la casa por dentro? Oh no, LAS LLAVES.

¡Dónde están malditas! *busca en sus bolsillos y hasta en sus zapatos* ahhh ya valió. Ahora veré qué hago en cuanto llegue del trabajo.

Empecé a caminar hacia mi dichoso trabajo para ver si este día no podría empeorar, porque gracias al maldito boiler me bañé con el agua HELADA, mi perra se cagó en mi cuarto, lo peor fue que la pisé al momento de ir al baño y ahora solamente rezo para que alguien o algo me alegre mi día.

-Buenos días. *Deja sus cosas en el escritorio*

-Buenos días Tae.

Bueno, el único ser humano que me entendía o por lo menos era el que se quedaba conmigo cuando más lo necesitaba era mi amigo Jimin (ChimChim como yo le decía). Además de que era el único que sabía acerca de mi sueño con El Chico de las Mariposas.

-Iniciaste el día con el pie izquierdo o ¿por qué la cara larga? - dijo sin dejar de escribir en su computadora.

-El peor de todos Jimin...me quiero morir...*se tapa la cara con su portafolio mientras que patalea*

-Bueno, ya cambiará el día. No te preocupes *voltea sorpresivamente a un lado suyo* oh...hyung, bu...buenos días jefe - dijo apenado.

-Si buenos días Jimin. ¿Qué le pasa a tu amigo? - dijo mientras que lo señalaba con la mirada

-Oh...no le pasa nada je je je...

-Eso espero, pónganse a trabajar, y dile a tu amigo que necesito que vaya a mi oficina en cuanto pueda; le tengo un trabajo. *se da la vuelta sin decir nada más*

-Si hyung. En un momento se lo mando. *espera que se vaya el jefe con una sonrisa falsa* *le da un golpe a Tae* Oye, ¿escuchaste lo que dijo el jefe?

-Si. Sólo dame un minuto para tranquilizarme. - dije con la más melancólica voz que pude tener jamás.

Después de que pasó el minuto fui a la oficina del jefe a la que me asomé discretamente, extrañamente estaba feliz así que me dispuse a entrar.

-Me hablaba, jefe.

-Si, esto será rápido, no te asustes ni te emociones es una tarea muy fácil y un gran favor.

-Está bien jefe.

-Quiero que vayas a comprarle un regalo a mi hijo. *se acomoda la corbata* Te lo he pedido a ti porque me he dado cuenta de que tienes el mismo gusto que él y que son iguales de carácter. Así que necesito que me hagas ese favor Taehyung.

-Ahh...está buen jefe...¿lo compraría con mi dinero? *dijo un poco avergonzado*

-Oh, no no no. Toma, *le da unos cuantos billetes* cómprale lo que creas mejor, te dejaré esta tarea en tus manos. Y también dejaré que asistas a su fiesta junto con tu amigo el rubio. Ahora sal de aquí.

-Ah, si jefe. No lo decepcionaré. *se va y cierra la puerta con delicadeza*

Ufff, tranquilo Kim Taehyung, concéntrate. Dijo el jefe que sus gustos son como los míos así que me dejó esta tarea por algo. Vamos Tae, vamos.

Fui a una de las tiendas más lujosas de todo Seoul, no encontré mucho, así que tuve que ir a las tiendas a donde yo voy que son como la parte intermedia de todas las tiendas.

Primero se me ocurrió comprarle ropa pero creí que no le iba a quedar, así que pensé que si me quedaba a mí le iba a quedar a él. Y durante todo ese transcurso del tiempo me empecé a rezar y llamar a todos los dioses existentes para que no me fuera de la mierda como en la mañana.

Busqué en todas las tiendas y encontré el perfume más delicioso de todo el maldito mundo. Con un toque dulce y un poco de olor a canela, era simplemente perfecto.

Obviamente lo compré y me alcanzó para comprar unas gafas de son que eran de las más caras que encontré y que, claro, me gustaran a mí.

De regreso a mi trabajo caminé tan feliz que ni sabía que tenía las gafas y por lo estupido que soy me distraje y me estrellé contra un poste de luz haciendo que las gafas de sol se destruyeran por completo. Revisé la bolsa donde estaba el perfume y estaba sano y salvo, lo malo es que él recibo de pago estaba ahí y me dijo el jefe que lo dejara ahí si es que no había "robado de su dinero".

Ahora iba con temor a la oficina del jefe y cuando llegué a mi escritorio fui con Jimin, le platiqué toda la situación y esto fue lo que me contestó:

-Dale algo tuyo. Anda.

-¿Y qué le puedo dar de mí?

-Tú virginidad tal vez. - dijo con un tono de voz burlón.

-Cállate. *le dio un golpe* Ya sé que darle. - dije mientras que me quitaba la bufanda que traía puesta - este es mi regalo.

-Bueno, eres práctico. Ahora ve con el jefe, te ha de estar esperando Tae. Fighting.

-Gracias Chichim. *se levantó de la silla y se dirigió hacia la oficina de su jefe*

-*Toca*

-Pasa.

-Hola jefe, aquí está el regalo. - dije enseñando la bolsa de compras.

-Oh, gracias Taehyung. Toma *le entrega un papel en forma de carta*

-¿Es la invitación? - dije un poco emocionado y avergonzado sin saber si era o no la dichosa invitación.

-Sí, y recuerda que puedes invitar a tu amigo o ir solo, ¿está bien?

-Excelente jefe, muchas gracias y estaré ahí no se preocupe. *Se da la vuelta, abre y cierra la puerta ya con él fuera de la oficina y se dirige con Jimin*

-Aquí está Jimin, nuestra puerta a algún aumento tal vez si es que no la cagamos. *Dije poniendo la carta en su cara*

-Ahora veamos de quién es la gran "fiesta" - dijo mientras que me arrebataba la carta de las manos.

-Déjame ver Chimchim, me la dieron a mí no a ti, mocoso.

-Ohhh el chico se llama...

-Dámela. - dije mientras que se la arrancaba de las manos y la guardaba en mi pantalón.

Salimos del trabajo y Jimin me acompaño, porque él no tenía ropa demasiado elegante y me dijo que le prestara un saco pero no sabía si le quedaba o no así que decidió irse conmigo, aunque digo que sólo tenía flojera de ir a su casa y quería quitarme la carta (que lo consiguió el mocoso)

-Ahora veremos de quién es la fiesta de ricos...*abrió el sobre y desdobló la hoja* ohh, es un dichoso chico llamado Jeon Jung...Jung ¿qué?

Inmediatamente mi mente reaccionó a ese nombre.

-Jeon JungKook.