Día 14 (¿Fin?)

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JungKook ya se había ido a trabajar.

Acabé de hacerme el desayuno y estaba planeando regalarle algo a mi novio, así que me dispuse a buscar algo para él por toda la ayuda y apoyo que me ha dado después de mi accidente y de una vez invité a Jimin para que me acompañara y me diera ideas.

Le di de desayunar a la perrita y nos fuimos inmediatamente. Ya en la plaza, Jimin y yo empezamos a buscar un pequeño pero no tan exagerado detalle para Kookie. Pasamos por cada local y ninguno me llamó la atención hasta que Jimin me dio una idea.

-Puede ser...¿una pulsera? - dice Jimin dando una idea tras otra.

-¿Crees que sea una buena idea?

-Pues es lo único que no tiene en la muñeca o en la mano. Además de que ya le habías dado un collar de compromiso.

-Cierto...*se rasca la cabeza* entonces busquemos una pulsera.

Jimin hace caso a Tae y él empieza a buscar en las tiendas de joyería una pulsera o algo que le quede bien al novio de Tae. Jimin se percató de un mostrador que le llamó la atención haciendo que trajera a Tae del brazo y le enseñara la pulsera que estaba ahí.

-Está bonita, preguntaré por ella.

Hace lo que dijo y la chica toma la pulsera con delicadeza y la pone en un trapo acolchonado.

-¿Aproximadamente cuánto cuesta? - pregunta Tae viendo cada detalle de la pulsera de oro que estaba en el trapo.

-Amm...unos 120,000.

-Ay Kookie si me saliste caro...

-¿Disculpe? No lo escuché.

-Oh, no nada, me la llevaré, el pago será con tarjeta.

-Buena elección Tae.

-Espero que valga la pena.

Los dos amigos esperan a que la chica termine de guardar la pulsera en la caja para irse inmediatamente a la casa del novio y preparar la sorpresa de él.

Por otro lado, Jung Kook estaba trabajando pero su papá seguía insistiendo con salir con la otra mujer que ya le había presentado; de repente su padre lo llama y él, un poco molesto, va a la oficina donde la chica lo abraza y besa repentinamente.

-¿Por qué haces eso?. - dice Kookie haciéndola a un lado para que dejara de abrazarlo.

-¿Por qué tenías pena de decirme eso Jung Kook?. - dice Soul emocionada y sin dejar de abrazarlo.

-¿Decir qué?

-Que querías que fuera tu novia.

Cuando ella termina de decir la oración, Jung Kook voltea a ver a su padre, el nombrado, tenía una sonrisa en su rostro mientras que Jung Kook sale de la oficina con su padre detrás de él.

-¿Por qué hiciste eso?. - dice Kook molesto y moviéndose de un lado a otro.

-Porque así no podrás tener excusa para no estar con ella, además de que no tienes pareja.

-Claro que la tengo...- Kookie termina la oración porque sabía que su padre no iba a dejar que se comprometiera con un hombre.

-Bueno, te daré a escoger, ella o Hee Soul. Sabes de lo que soy capaz para que hagas lo que yo te diga incluso si tengo que hacerle la vida imposible a esa persona.

Kookie tomó la mejor decisión y se fue para ya encontrarse con su novio en casa que esperaba que estuviera dormido para que no viera lo triste que estaba.

Con Tae; él ya estaba preparando la cena incluso hasta se había cambiado de ropa, aunque estuviera adolorido aún tenía que hacerle la sorpresa a Kookie por lo agradecido que estaba y para demostrarle lo enamorado que está de él.

*Tocan a la puerta*

-¿Quién?. - pregunta Tae un poco desganado.

-Tu novio.

Tae busca las llaves rápidamente y abre para ver a su novio triste y cabizbajo.

-¿Qué tienes Kookie?.- dice tocando su barbilla para que alzara su cara.

-Vamos a hablar.- Jung Kook lo toma de la mano pero se queda parado en medio del pasillo viendo la cena que le había preparado Tae.

-Era una sorpresa pero como ya lo viste...¡sorpresa!.- Tae alza los brazos haciendo una sonrisa en sus labios. Pero de repente escucha unos llantos que vienen a un lado suyo.- ¿qué tienes?

-Vamos a sentarnos.- dice Kook con la nariz un poco constipada por las lágrimas.

Ya sentados Kookie lo toma de las manos haciendo que Tae se percatara de que estaba temblando.

-Dímelo Kook, sé que tienes que decirme algo.

Al terminar de decir eso, Tae empezó a asustarse porque estaba pasando exactamente igual al sueño que tuvo hace unos días, en su cabeza empezó a rezar y a pedir que Kook no dijera nada, estaba realmente asustado.

-No...

Tae en su cabeza estaba matándose pedía y pedía que dejara de hablar o que sus sueños nunca se hubieran hecho realidad, pero sólo pasó lo que tenía que pasar.

-No puedo estar contigo. - Kook sólo lo dijo con lágrimas en los ojos.

No puede ser...de verdad dijo eso...

Pensaba Tae con la misma cantidad de lágrimas. Kook sólo se paró de la silla y se fue directamente a su cuarto sin decirle nada a Tae. La casa quedó en total silencio aunque de repente se escuchaban sollozos arriba y abajo de la casa.

La cena se quedó en la mesa hasta en amanecer, las velas se desasieron y la pulsera quedó en la mesa con una carta escrita por Tae.

Mientras tanto Jung Kook no durmió, se quedó viendo fotos de su novio con él, como eran antes, sin ninguna preocupación. Y Tae durmió en el sillón, desgastado escribió una carta que dejó junto la pulsera, se fue sin hacer ruido y despidiéndose de la perrita de su Chico de las Mariposas, para siempre tal vez...

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⏰ Última actualización: Jun 03, 2018 ⏰

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El Chico de las MariposasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora