Parallel II

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-De verdad que eres un completo amargado...

El Capitán Hydra se burló con altanerismo de un rubio maltrecho en una silla, el Capitán América.

-No esperes que sea distinto contigo - respondió con frialdad y auténtico odio.

Steve alzó la ceja -No entiendo porque Tony se enamoró de ti - el comentario hizo que el contrario se levantase de su silla con evidente dolor, más aun y con esas no retiró su rostro amenazante.

-No hables de Tony - por la manera en que habló, el malvado capitán supo distinguir que estaba evitando golpearle.

-Pequeñin, creo que ya vimos quien gana, más estando peor que una tortuga con tres patas rotas.

El perteneciente a esa dimensión rugió furioso y el otro sólo se rió.

Era gracias al suero que seguía vivo, un humano cualquiera no hubiese siquiera resistido la mitad de lo que le había hecho.

-No me contendré esta vez, eso te lo aseguro - escupió el rubio molesto.

Otra carcajada nació de su garganta -¿Y qué harás, hijo de América? ¿Matarme? - el aludido se tensó.

Matar.

¿Qué lo diferenciaria de ese Steve entonces?

-Yo...

-¿Cómo podrás proteger a Tony si ni siquiera puedes matarme? No puedes, corre mucho peligro contigo. No lo puedes proteger como yo lo haría.

El CapitánAmérica tragó grueso. Con dolor. Angustia. Pesar.

Una parte dentro de él le creyó a su álter ego.

No había podido protegerlo.

En ese momento un castaño entró por la puerta, deteniéndose ni bien los vio en forma defensiva el uno con el otro.

-¿Qué sucede? - preguntó sospechando de una pelea.

Steve, su marido, respiró hondo mientras forzaba en su rostro una expresión llena de falsa calma.

-Nada, cariño - se acercó al castaño y le besó con tranquilidad, mientras volvía lento a su silla.

Hydra sonrió socarrón al descubrir que había ganado. Con esa sonrisa en el rostro se dirigió al genio quien le miró inexpresivo.

-Dime, petit ¿Qué hallaste? - quiso acercarse más para olerlo, siendo advertido desde el fondo en un rugido bajo y gélido.

El Capitán Rogers nunca se rendía y eso él lo sabía, porque por muy desagradable que fuese, eran la misma persona de otra dimensión.

Sus pies se quedaron pegados al suelo aceptando el limite del patriota.

- Es complicado - inició el más bajo mientras se alejaba del hombre, observando el reloj plata - Sólo tenía energía para un viaje interdimensional, y una serie de códigos que no coincide con nada que yo conozca - la voz salió pensativa.

Tal vez preocupada.

Porque ese había sido el trato, regresar al Superior Iron Man.

-¿Con qué intentaste? - el rostro divertido del maligno Rogers cambio a uno de fría seriedad.

-Podrían ser coordenadas, así que lo intenté, me enviaron a un viñedo en California que le pertenece a un tal Nick Parker - sus dedos contaron la primera acción- luego pase a ubicaciones informáticas del Pentágono, Internet, S.H.I.E.L.D. y Friday, sin embargo, nada, sólo me tope con una pared - se mordió el labio inferior al tiempo que se sentaba en las piernas de su Steve.

Frost and rosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora