Últimamente todo el mundo se cree importante. Un guerrero, un luchador, un superviviente. Yo misma lo creí. Me creía fuerte, me creía libre dentro de las cadenas.
Sí, somos guerreros; de esos que van con sus convicciones a la Guerra y soportan el infierno por un poco de falsa gloria.
Sí, somos supervivientes; de esos que vuelven con magulladuras y alguna que otra extremidad amputada, y que a la primera oportunidad vuelven a subirse a un camión que pide voluntarios.
Y sí, somos conformistas, todos nosotros.
Algunos se conforman al perder la esperanza.
Los otros, los que disfrutan de las pequeñas cosas, no son más valientes - lo hacen porque no hay otra. No niego que sea más inteligente; pero eso, para mí, sigue siendo conformarse.
Y después de muchos años como guerrera, como luchadora, como superviviente, y como hipócrita conformista sé que, la única libertad, es el suicidio.