Siempre me ha dado miedo estar sola; sola de verdad, de no tener a nadie alrededor; sola metafóricamente, de estar rodeada y sentirme lejos, fuera, aislada.
Siempre me ha dado miedo la pérdida, la angustia, el dolor. Puede que me de miedo sentir. Me da miedo sentir cariño o amor. Me aterran las emociones mil veces más que un puñetazo en el pecho. Me asusta, horroriza quizá, ceder mi control a terceras personas. Pero de eso va todo, ¿no? Nos proyectamos en los demás, medimos nuestra valía en ellos, les convertimos en nuestra forma de vida. Entonces, si nadie te quiere, ¿realmente existes?
Siempre me ha dado miedo estar sola, mucho más que no vivir. Vivir está sobrevalorado. 'Qué estupidez', pensarás; prueba a vivir sin saber quién eres, prueba a vivir no existiendo.
Siempre me ha dado miedo la luz más que la oscuridad, por eso cuando me asusto cierro los ojos.
Ojos que no ven... ¿te suena? Pero el corazón sí siente, supongo. Realmente no lo sé. Me he acostumbrado a esconderme, a no ver para que no me vean, a no sentir para que no me sientan, para que no me sientas.
Siempre me ha dado miedo sentir, pero ahora.. puede que me de más miedo no sentir. Los muertos no sienten, pero yo no estoy muerta, no puedo estarlo. No es algo que se me permita. Es gracioso, muy gracioso. Prueba a ir a un cementerio, coge una pala, desentierra un ataúd cualquiera y señálalo con el dedo. Y grítale. Grita "¡no estés muerto!". Te resultará estúpido, quizá un tanto macabro. Sin embargo es lo que hicieron conmigo.
¿Cruel? Solo lo soy conmigo misma, y no necesito que me defiendas. Haberme defendido cuando me autodestruía de verdad. Solo soy los deshechos de un monstruo.
¿Los monstruos sienten? Nadie me ha dicho nunca nada de eso, y aún no he sido capaz de descubrirlo por mi cuenta. Luego dicen que me conozco.
Aunque puede que conociéndome haya llegado a esto. Tengo mecanismos de defensa que ni siquiera yo consigo descifrar. Pero cuanto más se oxidan los engranajes, mejor funcionan. Y de alguna manera le doy la vuelta a la mesa que rezaba sentimientos, para encontrarme un hueco vacío en cada pata.
Por eso siempre sueño con una mesa de lado. Pero eso sería lo fácil, y nada real lo es.
Envidia, me dicen. Quisieran superar tan rápido como yo. ¿No entendéis la maldita diferencia entre superar e ignorar? Entonces no entendéis nada. Estáis tan vacíos como.. ¿como qué? ¿Como mi risa? ¿Como mis ojos? Vacía, absoluta y jodidamente vacía. Cero.