LA CHICA DE LOS PATINES (LCDLP #1)|CNCO|TERMINADA.

C41: Tortura.

MARATÓN "FELIZ CUMPLEAÑOS ZABDI & CNCO" 4/5

Danna caminó lentamente por el enorme pasillo a oscuras, se detuvo frente a las fotografías colocadas en las paredes y soltó un triste suspiro. No podía ver claramente los rostros de las personas que le sonreían desde la pared, pero sabía quiénes eran. Los había conocido y amado tanto, que jamás los olvidaría.

Un jadeo masculino del piso inferior de la casa la distrajo, caminó apresuradamente hasta llegar al filo de las escaleras y lo observó fijamente, él la miró un momento y le mostró esa sonrisa malévola que adornaba su rostro la mayor parte del tiempo, esa que le causaba escalofríos y que hacía que sus piernas temblaran.

La sonrisa tierna que él solía darle, no existía más.

La Danna de cinco años a su lado lo miró totalmente aterrada, se echó a correr y ella la contempló un breve momento, cerró sus ojos fuertemente, ella era la Danna de diecisiete años, no le tenía miedo al hombre que la observaba detenidamente, estudiándola con la mirada. Se hizo a un lado cuándo lo vio subir las escaleras casi arrastrando los pies, caminó junto a él y se detuvo frente a la puerta de su habitación. ¡Tenía que decirle a la niña que huyera! Se quedó quieta cuándo la puerta cayó con un ruido sordo, la niña castaña salió corriendo y ella se quedó totalmente estupefacta, él la siguió tambaleándose y luego contuvo el aliento cuándo un grito desgarrador atravesó las masas de aire.

Danna abrió los ojos, se sentó en la cama y llevó la palma de su mano a su frente. ¡Estaba sudando! Llevó su vista hasta la cama en la que su amiga descansaba cómodamente, casi durmiendo con una sonrisa dibujada en sus labios.

Se acomodó el pijama y salió de la habitación. No podía seguir así, revisó la hora en la pantalla de su teléfono y parpadeó varias veces. Caminó lentamente por el pasillo iluminado del hotel hasta que llegó a la puerta de la habitación de Renato.

Tocó un par de veces y luego se arrepintió. Él tenía que estar totalmente dormido, eran casi las tres treinta de la madrugada, soltó un pequeño suspiro y se sorprendió cuándo la puerta se abrió dejándole ver a un Renato algo sorprendido de verla frente a él a aquella hora.

—Renato, yo...

—¿Un sueño de nuevo, verdad?—cuestionó el hombre en voz baja. Danna asintió e incluso antes de que su cerebro terminara de procesar aquella información, él ya la estaba envolviendo en un tierno abrazo.—Tranquila, Dan—murmuró acariciando su cabello.

—No puedo seguir así—susurró simplemente.

—¿Estás diciéndome que vas a contarles a los chicos la verdad?—preguntó el hombre mirándola fijamente.

—No tengo otra opción—murmuró apartándose de él—Los sueños que he tenido han sido totalmente reales, siento esa sensación extraña cada vez que los tengo, me aterran.

—Es muy normal que sientas eso, Danna—le dijo él.

—Además no quiero tener ningún secreto con Christopher, ni con ninguno de ellos. ¡No lo merecen, Renato!—explicó mirándolo a los ojos.

—Pues sí es tu decisión Danna, yo voy a respetarla. Te lo dije una vez y te lo voy a repetir siempre, no debes sentirte presionada por los chicos, sí vas a hablar con ellos es porque tú quieres hacerlo—ella asintió lentamente.

—Los chicos no me presionaron, los sueños lo hicieron, los recuerdos.

—¿Entonces te sientes bien preparada?—cuestionó mirándola.

—Sí. Estoy preparada—Renato asintió.

—Regresa a tu habitación y descansa, Dan. Mañana va ser un día totalmente abrumador para todos—la chica soltó un suspiro y volvió a asentir.