C17: Televisión nacional.

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—¡No!—dijo Danna con los ojos bien abiertos.

—¡Danna!—sentenció Renato.

—¡¡No puedo hacerlo!!—respondió alarmada mirando a sus seis acompañantes.

—Si puedes, solamente tienes que bajar y caminar con la cabeza en alto—respondió el hombre ofreciéndole una pequeña sonrisa que esperaba le sirviera a la chica para reunir el valor necesario y salir del auto.

—¡Voy a caerme!—murmuró con nerviosismo.

—Sí pudiste caminar desde tu habitación hasta el living del hotel sin hacerlo, puedes hacerlo de nuevo—contestó.

—¡Ahí no había cámaras!—reprochó ella de inmediato.

—¡No te pongas tímida!—le dijo Joel con media sonrisa.

—¡Es solamente televisión nacional!—masculló Zabdiel totalmente divertido.

—¡No la están ayudando!—protestó Erick con el ceño fruncido.

—Además no vas a estar sola. ¡Ellos van a estar contigo!—soltó un exagerado suspiro y miró de nueva cuenta a los muchachos que la acompañaban.

¡Sus sonrisas lo decían todo!

Ellos también debían haber pasado por algo similar la primera vez que iban a estar frente a las cámaras ¿no? Llevó de nueva cuenta su vista hasta el monumental número de personas que se aglomeraban fuera del auto. ¡Claro que podía hacerlo! Hizo puños sus manos, parpadeó varias veces, respiró profundamente y reuniendo todo el valor posible asintió.

No era tan diferente a los conciertos, pensó contemplando a la multitud. Los gritos eufóricos de los que creía que eran fans la ensordecieron un par de minutos, cuándo sus oídos se acostumbraron al ruido, tomó la mano que Joel le ofrecía para bajar del auto. Caminó cuidadosamente y observó brevemente los rostros confundidos de las personas que la veían fijamente tratando de averiguar quién demonios era ella y porque estaba con ellos.

—¿Estás lista para aparecer frente a todo el país?—bromeó Zabdiel a su lado. Pero la verdad, él no estaba bromeando.

—¿Qué?—preguntó con las mejillas coloradas.

—Tú sonríe para las fotos y deja que nosotros nos encarguemos de las preguntas—anunció Richard con media sonrisa.

¡Iba a quedar ciega! Sonrió nerviosamente cuándo fue el turno de las fotografías de sus amigos y sus piernas se aflojaron un poco apenas se dio cuenta que frente a ellos había cientos de personas sosteniendo cámaras profesionales. El brazo de Zabdiel se enredó en su cintura y por consecuencia la chica se relajó sólo un poco. No podía terminar de creer que sus amigos tuviesen que pasar por eso frecuentemente. Era demasiado molesto que un montón de flashes se estrellaran en tu rostro sin permitirte sí quiera parpadear.

De reojo observó a Renato del otro lado de los reporteros, ¡Él era la descripción gráfica de la tranquilidad en ese momento! Probablemente ella pudo haber pasado con él sin tener que ser torturada por las cámaras fotográficas, pero ellos habían insistido un montón en que los acompañara a lo que parecía ser una alfombra roja que tristemente, ella terminó cediendo.

Caminaron hasta lo que parecía ser una especie de estrado donde una pareja de reporteros bien vestidos los esperaban ansiosamente con los micrófonos en mano, sus piernas temblaron un poco y decidió esperarlos abajo, pero por supuesto que no contaba con el brazo de Erick levantándola del suelo para que subiera, lo fulminó discretamente con la mirada y sonrió nerviosamente a la mujer que la miraba con una ceja enarcada y una sonrisa en los labios.

LA CHICA DE LOS PATINES (LCDLP #1)|CNCO|TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora