C44: Shock.

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—¿Estás bien?—cuestionó Danna a Joel dejándose caer a su lado en una de las sillas de metal en el aeropuerto.

—Uhm, si—respondió el muchacho.

—Pues deberías avisarle a tu cara, porque dice todo lo contrario—señaló la chica y luego suspiró—Ya en serio, Joel. Dime que es lo que te pasa, ¿sabes que puedes confiar en mí, verdad?—el mexicano la miró y el corazón se le encogió al ver la sonrisa de Danna.

Se sentía culpable por el hecho de que ella no supiera la versión completa de la historia, y Erick tenía razón, ellos eran unas malas personas por no contarle la verdad, no es que tuviesen muchas opciones pero era mejor decirle y terminar de una vez con todo que seguir callando y después lidiar con todo el desprecio de la chica, ¿no?

—Me duele el estómago, creo que algo no me cayó bien en el almuerzo—respondió el muchacho encogiéndose de hombros. Apartó su mirada y la posó en el enorme aeroplano del otro lado del ventanal del recinto.

La chica soltó un suspiro y apoyó su cabeza en el hombro del muchacho. Joel parpadeó varias veces y volvió a sentirse la peor persona del planeta.—¿Sí sabes que te quiero un montón, verdad?—cuestionó Danna sin apartarse.—Y que puede que no lleve mucho tiempo en tu vida, pero sé cuándo estás mintiendo—la miró de reojo y ella apartándose le sonrió ampliamente.—No tienes que decírmelo si no quieres, Joey...

—Yo también te quiero mucho, Dan. Y de verdad, me duele el estómago—agregó toqueteándose la barriga para que ella le creyera. Danna rio y luego llevó su mirada a la pantalla de su teléfono que seguía recibiendo notificaciones.—Ahora soy yo quién quiere saber qué es lo que te pasa—agregó el chico mirándola con el ceño fruncido.

—Eh, nada importante. Las chicas siguen reaccionando a la fotografía que publicó Chris—se encogió de hombros.

—Vas a terminar acostumbrándote a ellas y ellas a ti, así que...no pasa nada—comentó el chico.

(...)

—¿Puedo quedarme a dormir contigo hoy?—preguntó Christopher parado en el umbral de la puerta en la habitación de Danna. La miró haciendo esa mueca que Danna tanto amaba y de la cuál no era inmune. La chica parpadeó varias veces y luego suspiró.

—Sabes que sí lo haces y Renato se entera, vas a estar en un gran lío—sentenció la muchacha.

—Ya me acostumbré a dormir contigo—se excusó el ecuatoriano y Danna rio.

—Pero sí solamente dormimos juntos una vez, ¿alguien puede acostumbrarse a algo solamente porque ocurrió una vez?—se burló la castaña—¡eso no tiene ningún sentido!—agregó mirándole.

—¡Hemos dormido juntos muchas veces, Danna!—respondió ofendido. Ella lo miró con algo de duda y luego negó un poco—¿Qué hay de todas las veces que hemos dormido juntos en los aviones?—la muchacha soltó una carcajada y luego lo dejó entrar. ¡Ese chico era único!

—Puedes quedarte un rato, después tendrás que irte a tu habitación—sentenció mirándole con una ceja enarcada.

—¡Eres tan cruel!—se quejó él. Danna comenzó a cerrar la puerta pero él la detuvo—de acuerdo, podemos ver una película y cenar aquí, ¿te parece?—preguntó a toda prisa entrando para dirigirse a la cama de su novia.

Ya ni siquiera tenía que preguntar por Camila o preocuparse por la repentina llegada de la pelinegra porque sabía que ella estaba con su amigo en el restaurante del hotel teniendo una especie de velada romántica que Zabdiel con ayuda de Richard había planeado.—¡me parece una idea excelente!—respondió con media sonrisa. Luego cerró la puerta y siguió a su novio.

LA CHICA DE LOS PATINES (LCDLP #1)|CNCO|TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora