ʙᴀᴋᴜɢᴏ ᴋᴀᴛꜱᴜᴋɪ • 𝓟𝓻𝓸𝓶𝓮𝓽𝓸 𝓔𝓷𝓬𝓸𝓷𝓽𝓻𝓪𝓻𝓽𝓮.

05.

«Carta»

Hace ya dos días que los Bakugō habían llegado a la casa de Deku, el rubio menor estaba feliz ya que podía jugar con Yu el hijo mayor de la pareja Mirodiya, tenía la misma edad del ojos rubí.

Se llevaban de maravilla a diferencia de Katsuki e Izuku en la niñez. El peliverde por alguna razón había estado evitando el tema hasta ese día, pues sabía que aunque ya era un adulto la paciencia de Kacchan era limitada

— Si sigues con rodeos te mataré maldito nerd— le traía tantos recuerdos aquello dicho por el rubio, que no evitó sonreír con nostalgia.

Izuku ignoró por un momento al rubio y se dirigió a la cocina donde se encontraba su esposa cargando a su pequeña hija menor en los brazos, luego de aquello pasaron algunos cortos minutos mientras el rubio esperaba y veía como aquel chico subía y bajaba las escaleras hasta que por último se acercó a éste.

— ¿Que mierda pasa contigo Deku?— se quejo— ¿Cuánto tiempo más debo soportar tu horrible rostro?

— Kacchan, vamos a entrenar— soltó sin más con una débil sonrisa.

Katsuki frunció el ceño pero no puso queja alguna, si quería saber el paradero de su mujer tendría que comportarse lo más que podía. Dejo a su hijo a cuidado de Ochaco, y así procedieron a salir, caminaron en silenció mientras que Bakugō seguía al peliverde, no sabía por cuánto tiempo ya habían caminado, llegando así a una playa

— Suelo entrenar aquí ¿No te molesta?

— No, me da igual.— la idea de entrenar no le parecía mal, hacer algo de ejercicio lo ayudaría a relajarse un poco y sacar todo lo que ha estado cargando por tanto tiempo.

Eso le ayudaría mucho más que destruir su casa a golpes, pues de igual manera si se descontrolaba podría golpear a Deku como excusa, si, la idea de entrenar le agradaba aún mas. Ambos se quitaron la camisa comenzando con el estiramiento

— Imagino que sabes lo que ha sucedido entre (T/N) y yo. Así que antes de que me des un puto sermón quiero aclarar una cosa, yo nunca la engañe, hasta el sol de hoy no sé que mierda sucedió. Sigo tan confundido por todo, pero no me voy a rendir, le prometí a Kou que la encontraría

— Lo se Kacchan, se todo lo que ocurrió e incluso el orígen de esas fotos— Deku comentó serio.

Katsuki no logro evitar detener por un momento su estiramiento asimilando las palabras del peliverde, esta vez solo por esta vez, estaría dispuesto a escucharlo como un adulto normal. Así que prosiguió con su estiramiento sin despegar la mirada de Izuku, prestándole toda la atención posible

— Una villana tomo venganza de ti, habías derrotado a muchas de sus trabajadoras. Una de las pocas que le quedó poseía el Quirk de convertirse en alguien más, ya podrás imaginar que ocurrió después— explicó brevemente.

A aquél rubio le hervía la sangre, quería matarla, como a todos los cómplices de aquello. Era la forma más cobarde para vengarse de un héroe, se trataba de su familia, incluso luego de tanto tiempo el mismo se creyó aquello tan horrible.

Creyó que en una de las veces que había salido del trabajo en camino a tomarse un trago le habían colocado algo en la bebida, pues las mujeres del bar al que recurría estaban locas por el.