...Sexta Parte...

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Siendo sincera, conocerlo fue lo mejor que me pudo pasar desde que llegué a Nueva York.
Él es muy famoso, un nombre maravilloso y un amante tan bueno que impresiona, además de tener un algo que con el simple hecho de conocerlo te dan ganas de acostarte con él.
Aún así, existen cosas de él que no puedo tener por completo todavía, comenzando por su total atención hacia mi.

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"Sentimientos por el Príncipe del Inframundo"
Capítulo #06

-Muy rico y todo gerente, pero para no dar sospechas será mejor que traiga los documentos, esos que tanto decía...
Hablaba Lucifer mientras acomodaba su ropa y dejaba la oficina impecable, libre de evidencias. Donn se vestía mirándolo mal, una vez vestida y bien peinada, salió rumbo a los archivos empresariales que se encontraban en la oficina de Reynaldo.
-Ese maldito, mira que hacerme algo así en mi trabajo...
Murmuraba la secretaria para ella misma mientras caminaba molesta pero lenta y calmada. Mientras tanto en la oficina, Lucifer miraba por la gigantesca ventana, sentado con la pierna cruzada y los dedos entrelazados, sonreía con sólo recordar el cuerpo desnudo de Donn, aquel que era tan delicado y a la misma vez tan pasional lleno de sus deseos. En eso, la puerta abre y cierra, el hombre gira, sorprendiendose porque no hay nadie, al menos no dentro del rango de su mirada.
-Lucifer...
Una voz proviene debajo del escritorio de cristal, la pierna cruzada de Lucifer es puesta sobre el suelo a la misma vez que manos femeninas acarician su miembro con insistencia, por encima de su pantalón.
-Estrella, ¿Qué crees que haces?
-Vamos Lucifer, te necesito, todo de ti, todo...
La seria mirada del hombre no podía dejar de verla, incluso cuando su miembro ya expuesto era acariciado por sus suaves manos, Lucifer no se inmutaba. Aunque Estrella no pararía ahí, usaría todos los trucos bajo su falda con tal de tener sexo nuevamente con él.
-¿Sabes? Me enteré de lo que ocurrió en mi casa la última vez...
-¿Eh?
Un ligero sonrojo apareció en el rostro de Lucifer al sentir húmedo su imponente miembro, la chica lo chupaba con voracidad, desde la punta hasta donde entrará en su boca, garganta profunda. Estrella sonreía pícara tras ver que funcionaba, sería cada vez más y más accesible a sus caricias, esta vez, Lucifer era víctima de la seducción.
-E-Eres... Muy buena...
-Lucifer, ¿Crees que lo sucedido en mi casa es razón suficiente para dejar de acostarte conmigo?
-¿Qui-quien te lo dijo?
-Fue Donn...

Estrella subió lentamente a su cuerpo, se sentó sobre el miembro de aquel hombre y comenzó a mover su cadera en forma circular mientras Lucifer acariciaba su trasero con ambas manos. La chica hizo la cabeza de él hacía atrás, sin lastimarlo, mirándolo sonrojada y algo agitada por el placer que se estaba causando.
-Debes de saber que no me importa lo que pasó, sólo fue un accidente, ¿Cierto?
-Veo que no te tomaste tan mal el que yo hubiera... ~Aagh...
Con una mano en su frente, Estrella mantenía la cabeza de Lucifer hacia atrás mientras se miraban, ambos sonrojados, ambos jadeantes, y con la otra mano frotaba el miembro contra su entrada pero por encima de la ropa interior. Esas acciones le arrebataban las palabras de la boca al hombre que no hacía más que gemir observando a esa mina de placer en uniforme.
-Claro que si, un vaso lo rompe cualquiera, ¿No?
-¿Vaso?
-Esa no es razón suficiente para que no me hagas tuya...
La chica lo beso lujuriosa, Lucifer la tomó por la cintura y bajaron al suelo en donde sujeto ambas muñecas de la chica con su cinturón y las mantuvo por encima de su cabeza; Estrella no oponía resistencia más sin embargo ya estaba muy húmeda y ansiosa por el acto. Lucifer recordó el contrato con Donn por lo que se ahorró el decirle la verdad del porque ya no le atraía, aunque no dejaría pasar esta oportunidad, sería una estupidez desperdiciar tan valiosa erección.
-Al final puede ser que también seas Estrella de la Mañana...
Bromeó Lucifer para besar el cuello de la chica a la misma vez que hacía de lado la ropa interior y entraba en aquel estrecho orificio, él es bueno identificando las virtudes de una mujer cuando está en la cama, la de Estrella, su lasciva lengua.
~Aahh... ~Ahí... ~Lucifer...

LuciferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora