Love You ❇ daddykink (+18)

Him

Michael

¿Por qué parece enojado?
Su cara no se ve igual de atractiva que ayer, mira a todos lados buscando algo interesante en el entorno, mientras mis rodillas están juntas.

¿Por qué se ve así? ¡Yo justo me había puesto bonito para él!
Mi ropita era muy muy linda, pero él no me mirada en ningún minuto. Estamos en las mismas mesas de ayer, las mismas posiciones y posibilidades, pero en ningún momento dirige su mirada hacia el lado en donde estoy.

Dejé el libro sobre la mesa mientras hacía un puchero con mis labios y movía la cuchara dentro de mi taza de café y leche, viendo como el delicioso líquido se movía en sincronía con la dirección en la que iba mi movimiento con la cuchara. Di una pequeña sonrisa.

Jessica dice que soy alguien fácil de entretener.

Di un pequeño suspiro, y subí mi mirada para volver a ver al desconocido, pero... ¡No estaba! ¿Dónde fue? ¡No se puede ir!

Miré a todos lados, hasta que al mirar a mi izquierda, me topé con su contextura alta. Al levantar mi rostro para mirarlo de frente, sentí mis mejillas arder demasiado, ¡Es muy guapo!

No tenía idea de qué decir, él sólo me sonrió mientras yo aún estaba avergonzado mirando su perfecto rostro. Hasta que decidió romper mis pensamientos con su voz grave.
Siento que voy a morir.

-Buenos días. Disculpa, ¿ese libro, dónde lo encontraste?

Su voz es tan tan tan tan hermosa, él es tan amable, ¡No está enojado! Me siento feliz por eso.
Su sonrisa es demasiado linda y perfecta, sólo por su amabilidad y su hermosura, me gustaría abrazarlo ahora. Gracias a mis pensamientos, hice un pequeño puchero.

-Lo siento, ¿estás escuchándome?

-Ah, sí, sí. Lo siento, señor, ¿cuál fue su pregunta?

Solté una pequeña risita rascando mi nuca por inercia.

Dios mío, qué vergüenza, no escuché nada de lo que dijo, así jamás voy a caerle bien.

¡Hablando de eso! ¡¿Cómo voy a hablarle?! ¿Cómo se le habla a un adulto? ¿Tengo que hablarle de la economía de nuestro país? ¿La democracia en el siglo veintiuno? Ahh, quiero llorar, no voy a poder hablarle nunca nunca en mi vida, nunca jamás.

Soltó una pequeña risa antes de hablar, ¡notó mi nerviosismo! ¡Jesús, ayúdame!

-Te pregunté en dónde conseguiste ese libro, pequeño.

Él... no me confundió con una chica...

-Bueno... A-Ayer usted lo olvidó, y... pensé que quizás guardarlo para usted sería lo correcto.

Me golpeé mentalmente por tartamudear, pero es que, siempre me dicen que parezco una niña, y no me niego, me gusta vestirme como una, y tener la misma delicadeza de una linda niña, eso es bonito... pero cuando me llamó "pequeño", sentí algo lindo en mi corazoncito.

Rápidamente tomé el libro sobre mi mesa, levantándome de esta con la mirada baja, mis mejillas me ardían mucho y no quería que él las viera. Estirando mis brazos, le entregué el libro con cautela.

-Te lo agradezco mucho, no sabes lo importante que es para mí este libro. Muchas gracias, en serio.

No... ¿Por qué se está yendo?