Love You ❇ daddykink (+18)

Chocolate milk

-Dios mío, mmh.

Gemía el menor de los dos encontrándose sobre el miembro del alto, montando este con completa excitación recorriendo su cuerpo. El calor hacía a sus mejillas permanecer enrojecidas. El placer hacía que sus ojos se cristalizaran mientras sostenía las grandes manos de su mayor entrelazando sus dedos. Sus labios estaban separados mientras daba suspiros, jadeos y gemidos, lo que provocaba que estos se secaran de manera rápida.

Sus piernas temblaban cada vez que él mayor tomaba el control de la situación, y su cadera se movía en busca de un balance en su excitación cuando Demian detenía sus movimientos, sólo intentando provocarlo.

-Ah, bebé.

Gruñó el de cabello azabache, tomando la cadera del más bajo para comenzar un vaivén rápido y profundo con su pelvis.

Un gemido ahogado salió de la garganta del menor cuando sintió la cabeza del miembro de Demian tocar su punto más frágil, aquel que lo permitía alcanzar su límite.

Sus manos se soltaron de las del contrario, ahora dirigiéndose al pecho de este, simplemente buscando alguna superficie en donde sostener su frágil cuerpo. Porque sí, Michael sentía que caería en cualquier momento sólo a causa de las sensaciones que el mayor le hacía sentir.

-¡Papi! ¡Ah, papi! ¡S-Sí!

Un lloriqueo continuo se encontraba saliendo de los labios pronunciados del menor.

-De-Demian... Por favor...

Suplicó entre agudos y suaves gemidos, cerrando sus párpados, así permitiendo que pequeñas lágrimas salieran.
La atención de Demian se centró en el rostro del menor, notando sus mejillas rojas al igual que sus labios de tanto besarse. En aquel momento, juró que jamás vería algo más hermoso y perfecto como lo era Michael, era sencillamente alguien intachable.

-¿Qué-Qué pasa, bebé?

Cuestionó entre gruñidos y gemidos roncos, aún con sus manos en la cadera del contrario, haciéndolo bajar con fuerza.

-N-No... No pares, p-por favor, papi. Más...

Pidió dejando a su fina voz salir por sus temblorosos labios, intentando no terminar justo en aquel momento. ¿Cómo es que podía encontrarse en aquella situación? Era simplemente como tocar el cielo. Su corazón latía con la misma intensidad en que su respiración se 'coordinaba'.

De pronto una sensación de desesperación invadió el delicado y pequeño cuerpo del menor, haciéndolo poner su mano en su propio miembro, comenzando a masturbarse sintiendo a sus piernas temblar.

El sudor permanecía en la superficie de cada cuerpo, los dos sentían la necesidad de acabar en aquel momento.
Los finos cabellos cortos que caían en la frente de Michael se pegaban a esta.

Sus gemidos fueron ahogados por los labios del contrario cuando llegó a su orgasmo. Sus piernas temblaron y sus dedos apretaron las pálidas sabanas, los dedos de sus pies se tensaron antes de dejar caer más lagrimas de sus grandes ojos. Pero sin correrse aún, y claro, para Demian, nada terminaría hasta ver que el menor se encontrara completamente extasiado.

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-¿Estás bien, cariño?

Preguntó el mayor de los dos con preocupación, pasando una toallita húmeda sobre la mejilla del menor hasta su cuello, intentado limpiar el sudor de su cuerpo sólo porque el menor se negó a levantarse por un baño, el cual, ni siquiera iba a llevar a cabo él mismo.

-No se preocupe, sólo... me siento agotado...

Como lo esperaba Demian, una pequeña pero sincera sonrisa sobresalió en los labios rosados del menor, haciéndolo parecer lo más puro a los ojos del contrario.

-Haré algo de comer para ti, bebé. ¿Quieres algo en especial?

La expresión del menor sólo lo hizo mostrar un pequeño mohín antes de tomar un sonrojo, mientras agradecía con su mirada la preocupación y amor en las acciones de Demian.

-Papi... Quiero leche de chocolate.

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-¡CASI ME DA UN INFARTO!- Habló de manera escandalosa Antuan dejando pasar al menor del que estaba a cargo hacía ya tiempo.

-Lo-Lo siento, estaba en casa de Demian-. Argumentó con algo de timidez en su voz sin hacer mucho ruido, como si estuviese contando un secreto. -No te enojes, ¿sí? No hice nada malo, sólo estuve con él, además, estoy bien, mírame.

Movió su cuerpo dando una vuelta en su propio eje, levantado sus brazos, para después alzar su mirada y encontrarse con los ojos profundos del mayor.

-Está bien, sólo avísame más temprano la próxima vez.

-Sí, tú tranquilo, puedo defenderme solito-. Luego de sonreír, subió levemente su pierna y sus brazos, así formando una "pose ninja" con su cuerpo, haciendo reír un poco al contrario. -Tengo diecinueve años ya, y soy muy valiente, ¿Ves?- Un pequeño rubor salió en sus mejillas luego de su tierna sonrisa.

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Eeeeeehehehehehe, adiós mental health 🤓 espero les haya gustado mi smut express. Comenten que les pareció y voten para más! 💖