Capítulo 3-Nikki.

240 10 1
                                    

La puerta traqueteó y Jenna despegó los ojos de la carta de su padre por primera vez en bastante tiempo, y entonces la vió. Era ella, estaba de pie enfrente mia, los mismos ojos verdes, iguales que los míos, el pelo abundante y pelirrojo cayendo en cascada sobre sus hombros, su figura esbelta, su expresión seria y fuerte pero delicada, era como una version mia mas mayor. Aquella mujer que había delante de mi, ¿Era mi madre?

-Hola Jenna- Me dijo aquella mujer con la mirada fija en mi y esa voz que me sonaba tan familiar.

-Eh...Hola ¿Cómo sabes mi nombre?- Respondí.

-Hay muchas cosas que se sobre ti Jenna, y tu tambien deberías de saber algunas, pero después,ahora tienes que venir conmigo.

-¿Dónde? No puedo,se acaban de llevar a mi hermano y mi padr...

-Lo sé- Me interrumpió -Escúchame,si tu padre no te dijo nada de mí, tranquila, conmigo vas a estar a salvo, a partir de ahora vivirás en mi casa, en la ciudad.

-Pero, ¿Quién eres?

-Bueno, si tanto deseas saberlo,me llamo Nikki y soy tu tía.

-¿Mi tía?- Le pregunté, sorprendida -Tu, ¿Sabes que le ha pasado a mi familia?

-Me imagino que les pasó, pero... Pero bueno, haces muchas preguntas, contestaré a algunas de camino a casa, vamos, haz tu equipaje, te esperaré en la puerta.- Y sin añadir mas se dirigió firme hacia la puerta y salió.

Jenna no podía irse, no iba a irse a vivir a una casa de una mujer que acababa de conocer y que decia ser su tía, dejando alli a su padre y a su hermano. Entonces se le encendió la bombilla.

—¿Nikki?

—¿Si?

—¿Podemos al menos quedarnos a comer aqui? Asi me lo explicarás todo, se esta haciendo tarde.

—Esta bien, entiendo que quieras quedarte aqui todo lo que puedas, haremos algo aqui y luego nos iremos por la tarde.

Jenna miraba a su plato con indecision, ni siquiera tenía hambre, estaba nerviosa. Llevaban un rato comiendo en silencio cuando se atrevió a preguntarle:

—¿Puedes explicarme que esta pasando?

—Jenna, no es seguro para ti que lo sepas aún, creo que deberiamos de esperar un poco...

—Llevo 17 años esperando, ¿No es suficiente?

—No me creerías.

—No pierdes nada por intentarlo.

—Esta bien, Jenna, eres especial, igual que lo era tu padre, tu madre y tu hermano, nuestro cerebro es diferente, podemos hacer cosas que una persona normal no alcanzaria a imaginar, con un buen entrenamiento. Al principio, los científicos querían que "Le prestaramos nuestro cuerpo a la ciencia", una sutil manera de decir que querían matarnos para examinarnos, y tuvimos que escondernos en este bosque. 

—¿Son ellos los que se han llevado a mi familia?

—No, como todas las cosas buenas, siempre tienen una parte mala. Hay un grupo de personas que piensan que la gente como nosotros deberiamos de obtener el mando de los paises, piensan que somos superiores, una especie de "Elegidos". Al principio solo era un grupo, que tenia su propia opinion sobre nuestra capacidad, pero ahora son muchos, han llegado a altos cargos en el gobierno, solo están esperando a tener aún mas poder, y entonces no habrá practicamente nada que hacer.

Querida Jenna...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora