El famoso trabajo sobre el principio de Arquímedes que debía de hacer con mi crush era para finales de abril, lo que nos dejaba con tres semanas y dos fines de semana de las mismas durante los cuales las parejas tendríamos que quedar.
Pasó una semana entera y ni Min Yoongi ni yo habíamos hablado sobre nuestro trabajo. Marta me molestaba diciéndome que no me atrevía a acercarme a ese chico que tanto me gustaba e iniciar una conversación no solo para fijar un día para hacer el trabajo, sino ya de paso para ligar con él.¿Ligar con él? ¿Con Min Yoongi? ¿Acaso íbamos a jugar a un escondite y a nosotros nos tocaba pillar?
¡Yo no sabía ligar!
Me pasé la semana entera preparándome frases con ayuda de Rocío y Lucas con las que romper el hielo y poder acercarme por lo menos para preguntarle si le venía bien hacer el trabajo en mi casa. Elsa no paraba de reírse de nuestra estupidez y varias veces me dijo que si le caía mal al chico, le iba a dar igual si tartamudeaba o si se me caía el moco mientras le hablaba.
El miércoles veintitrés de abril me decidí. Al llegar por la mañana a clase con mis cuatro amigos me planté enfrente de su pupitre y me quedé mirándole un minuto entero hasta que se percató de mi presencia y alzó la cabeza.
Esperé a que él dijera algo o iniciara la conversación pero, al ver que ni siquiera movía un músculo, me tocó a mí hablar:
—Hola, señor Min Yoongi.
Ante mis palabras frunció el entrecejo.
Tal vez el "señor" sobraba.—Hola... No me acuerdo de tu apellido, Nora.
No sé qué fue lo que hizo que mis ojos se abrieran tanto, si su rasposa voz que delataba el sueño que tenía o que supiera mi nombre.
Estuve a punto de darme la vuelta para gritarle a Rocío que me conocía, pero no lo hice porque sabía que tenía que finalizar la charla y que mi nota en Física dependía de mi siguiente movimiento.
Repasé mentalmente las frases que Lucas me había sugerido para caer bien. Al parecer mi amigo era un experto, presumía de poseer el don de gentes y saber todo acerca de cómo dar una buena primera imagen.—Había una vez un gato con 16 vidas, llegó un 4x4 y lo mató.
Mierda.
Y ni se rió.
—Eh, bueno, venía a preguntarte cuando te venía bien para quedar y hacer el trabajo del señor este de eureka.—Me apoyé sobre su mesa y, al percatarme de la cercanía de mi mano y la suya, rápidamente la retiré dándome un golpe con el pico del mueble en los nudillos.
—¿Te has hecho daño?—preguntó sin un atisbo de preocupación en su voz.
—S-sí. Da igual.
La mano me dolía como si me acabaran de traspasar los artejos con un hierro.
—¿Puedes el viernes?—Volví al tema principal sobándone la mano adolorida.
Se encogió de hombros e hizo un adorable mohín con sus rosados labios.
—Supongo—respondió poniéndose recto sobre la silla para estirarse y bostezar.
Cada uno de los movimientos que realizaba, por muy estúpidos que fueran, me parecían de lo más interesantes. Y adorables. ¡Min Yoongi era adorable!
—¿En mi casa?
Asintió y me dejó un bolígrafo para apuntarle en el final de su cuaderno de Biología mi dirección.
Cuando llegó el profesor yo ya me encontraba en mi sitio con una sonrisa de oreja a oreja preguntándome si a Min Yoongi le gustaría el fuet.
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Smile | Min Yoongi; BTS
FanfictionMe daba miedo acercarme a él, pero deseaba hacerlo con todas mis ganas. Su frialdad me causaba curiosidad y su indiferencia me hacía pensar que en realidad le importaba todo aquello que sucedía a su alrededor. Lo que más me llamaba la atención de é...