Con el paso de los años a la pequeña familia Cipher las cosas le iban bien, por llamarlo de alguna forma. El asesinato de los chicos en el parque así como el cuerpo de la joven que fue encontrado descuartizado en el mismo lugar ahora sólo se mantenía en la memoria colectiva motivado por el morbo y sin mucho afán de querer justicia más que las familias de los pequeños bravucones. Una justicia que no encontraron ya que al no encontrarse ninguna pista que los llevará a los responsables, los casos se quedaron congelados.
No tardaron mucho en abandonar aquel lugar, para Phil significaría una tortura diaria permanecer en ese lugar y aparentar que no sucedió nada y tampoco podía entregar a sus pequeños hermanos a las autoridades ya que, además de los inevitables lazos de sangre que los unían, lo más seguro es que lo tomarían como a un loco que no quería asumir sus crímenes y lo arrestarían por esos asesinatos. Si tenía suerte lo meterían en un manicomio donde lo mantendrían sedado todo el tiempo, o a prisión -y él no quería entrar a ahi, gracias-
Su mudanza a Chicago fue sencilla y no llamó la atención de nadie, después de todo ¿A quien le importaba lo que hacían tres niños huérfanos en la zona marginada donde personas igual o peores vivían al margen? Lo cual fue relativamente cómodo. Por supuesto, aquella faceta de calma duró hasta que lograron instalarse en ese triste y pequeño departamento con algunas filtraciones de agua en el techo y la compañía de una hambrienta rata era cada semana.
Cómo si fuera una amante exigente de atención, el estrés llegó para el mayor de los hermanos Cipher; las deudas eran las mismas y el trabajo tan extenuante que parecía una burla. Pero no todo estaba tan mal; sus hermanos dejaron de meterse en problemas manteniéndose como fantasmas ante la mayoría. Al parecer, lo que habían dejado en Oregón se quedo ahi.
Así la normalidad paso para aquella familia durante seis años. los niños de ocho años que habían tomado la vida de cuatro personas ahora eran unos adolescentes de 16 que no destacaban entre la multitud. Ni siquiera el extravagante cabello azul de Will parecía una novedad pues varios chicos que iban a la escuela tenía el cabello teñido con colores de diversos tonos y asumieron que él había hecho lo mismo. No había nada de qué quejarse.
Su economía incluso había mejorado; los gemelos Cipher habían conseguido un trabajo de medio tiempo y con el dinero que obtenían les ayudaba a solventar sus propios gastos. Phil nunca se opuso a esa decisión pero tampoco dejó de trabajar todo el dia; parecia que no quería pasar tiempo con ellos y su indiferencia los lastimaba demasiado.
ーOdio tener que trabajar ーel mayor de los gemelos solo suspiro al escuchar la misma queja que soltaba Bill al salir de clases ー. Quiero mandar al diablo a Jack y decirle que se meta su miserable salario por el...
ーBill, no seas grosero ーinterrumpió a tiempo de que su hermano soltará alguna vulgaridad. El rubio solo lo miso mal a lo que continuó ー, ¿por qué no consigues otro trabajo si no te gusta ese?
Se quedó callado cuando su hermano detuvo sus pasos de golpe y volteó a verlo cuando noto que sus claros ojos le miraban con rabia. O de haber sido eso hace unos año, Will estaría realmente intimidado por su gemelo, pensando en la dura reprimiendo que recibiría por actuar de esa manera; ahora solo sentía una inmensa resignación, esperando el inminente berrinche de Bill que dejaría de escuchar hasta que fueran el trabajo.
ーTú sabes que es casi imposible encontrar un trabajo con ese sueldo, Will, yo no quiero que me paguen las mismas miserias que tú en el cine ーse quejó tan simple como siempre.
ーBien, solo no te quejes ーse encogió de hombros ー. Quiero llegar a casa a tomar una ducha ¿nos podemos ir? ーpreguntó, ahora siendo dejado por su hermano que, obstinado por siempre, apresuró su paso.
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Demonios.
Fanfiction¿Quien no puede confiar en la inocencia de un niño? Advertencia: Este fic tocara temas que pueden dañar la sensibilidad por la crudeza de sus escenas, si crees que esto puede ir mas alla de ti, se recomienda discreción.