—No eres más que un fenómeno.
— ¿Por qué no mejor te mueres? Haría un gran favor a todos.
—Tu cadáver tendría mejor utilidad que ahora que estás vivo.
Will escuchaba todas esas palabras tan denigrantes fingiendo que no las escuchaba. Para tener siete años, era realmente doloroso soportar todas esas humillaciones de niños que tenían la misma edad que él ¿Por qué eran tan malos? El jamás se había metido con nadie, de hecho siempre se esmeraba en hacer todo bien, jamás causaba problemas entonces ¿Por qué se metían con él? Miraba a todos lados el gran patio de la escuela en busca de ayuda, sin encontrar nada. Solo agacho la mirada, llorando y sintiéndose tan débil.
—Ya déjenlo en paz— la voz de su hermano gemelo le desconcertó. Con sus ojos rojos producto del llanto vio que Bill lo miraba amenazante. Los demás niños solo le miraron con burla para acercarse al pequeño rubio y empujarlo con fuerza haciéndolo que cayera al suelo de espaldas.
—Bill ¿estás bien?— pregunto preocupado el niño de cabellos azules.
—Sí, estoy bien ¿te hicieron algo?— se levantó con ayuda de su hermano mientras este negaba con la cabeza— entonces ¿Por qué lloras?
—Yo, es que ellos piensan que soy un fenómeno — susurro para tocar sus cabellos de forma inconsciente para después jalarlo.
—Esos malditos, tu cabello es muy bonito— aparto la mano de su cabello — ¿vamos a casa? Phil de seguro no viene por nosotros, además podemos ir por un helado — propuso mientras secaba sus lágrimas.
—Sí, está bien— asintió sonriendo un poco.
—Vamos entonces— estiro su mano la cual Will no dudo en agarrar para irse ambos de aquella escuela. No estaba mal que fueran los dos, su casa no estaba demasiado lejos, además aprovechaban que estaban solo para ir a un parque que estaba enfrente del departamento en donde Vivian.
Mientras caminaban agarrados de la mano, Will miro de reojo a su gemelo. A diferencia de él, jamás lloraba a pesar de que los demás niños se metían también con él. Claro, a su edad ya era algo grosero, además que el regresaba los insultos y los golpes. Y también debía de contar la veces que lo defendía.
—No deberías ayudarme— susurro apenas entendible.
— ¿Qué?— Bill se detuvo para ver a su hermano curioso.
—Te empujaron por mi culpa— apretó su mano.
—Yo quiero ayudarte, Will— suspiro, siempre las cosas eran así.
—Pero yo soy el mayor, Bill, yo debería cuidarte— protesto para abrazarlo sin importar que ahora estuviera llamando la atención de los peatones que pasaban.
—Nos están viendo— le separo— no hay nada de malo que te proteja ¿vales? Eres mi hermano y te quiero.
—Yo quiero cuidarte— no se dio cuenta que empezó a llorar hasta que sintió los labios hermanos en su boca. Abrió sus ojos de par en par para ver como el otro se separaba y secaba sus lágrimas de nuevo.
—Tal vez algún día, pero por lo mientras déjame a mi salvarte— agarro de nuevo su mano.
— ¿Por qué me besaste?— pregunto cuando empezaron a caminar de nuevo.
—Te calmo, me pareció una buena idea y funciono— explico para jalar a su hermano— pero eso no importa, vayamos por un helado ¿sí?
—Vale — rio un poco para seguir a su hermano. Seguía pensando cuando seria el momento de salvarlo. Él también quería a su hermano.
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Demonios.
Fiksi Penggemar¿Quien no puede confiar en la inocencia de un niño? Advertencia: Este fic tocara temas que pueden dañar la sensibilidad por la crudeza de sus escenas, si crees que esto puede ir mas alla de ti, se recomienda discreción.