Capítulo 2

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"Aunque me hubiesen enseñado que en la vida no hay que rendirse, mi corazón sentía que ya no podía soportar más decepciones, sólo rogaba que la parte soñadora de mi alma se mantuviera aun con vida."

Y ahí estaba yo. Escuchando todo lo que decían sobre mi a mis espaldas. Sus susurros y miradas pocos discretas eran imposibles de ignorar.

Sabía que Min YoonGi no notaría a una persona como yo, que ni si quiera me había prestado un poco de atención en toda mi vida como para aprender mi nombre, pero que me lo confirmen, dolía. Dolía demasiado.

Traté de ser fuerte, apreté mis puños, notando como mis nudillos perdían color. Respire profundo y me dediqué a abrir el libro que llevaba conmigo, solo me dedicaría a leer "100 años de soledad", uno de los libros preferidos, y sumergirme en el.

Los minutos transcurrieron mientras mi mente se encontraba en otro lado y solo cuando la campana sonó, levanté mi vista, decepcionado por tener que regresar a la realidad.

Mis compañeros no dudaron en salir del salon, incluyendo a mi amor no correspondido y su pandilla.

Quería llorar, quería decirle a mamá que había fracasado en un examen y que me consuele. Sólo quería regresar a casa, a mi cuarto, a mi lugar seguro. Mi refugio e inventar una excusa para poder estar triste.

Debía aguantar, concentrarme en la literatura y aguantar.

Baje mi cabeza hasta el libro, y me hundí nuevamente en el.

Un pequeño y suave toque en mi hombro me distrajo de mis pensamientos. Gire un poco mi cabeza tímidamente, y mis ojos se abrieron de par en par al ver de quién se trataba.

Kim SeokJin.

Él me observando con cariño y me dedico una tierna sonrisa. Siempre había querido ser su amigo o al menos un conocido. Él era tan bueno, amable y cuidadoso con todos. Una persona popular, linda, a la moda, bueno en los estudios y cocinando. Todos lo amaban, nadie podía odiarlo.

-Hola -Me saludo, levantando su mano lleno de confianza.

Me hubiese gustado corresponder su saludo, pero estaba demasiado nervioso y eso provocó que no pudiera hablar, siempre me pasaba lo mismo.

Mis pies temblaban, así que sólo traté de sonreírle amablemente y levanté tímidamente mi mano, devolviéndole el saludo como pude.

-Wuooo... Si que eres tímido -Su mano se posó en mi cabeza, acariciando mi cabello, como si fuera un pequeño cachorro. No supe cómo reaccionar a ese dulce y atrevido gesto, así que sólo me quedé quieto hasta que se detuvo- Quería hablar contigo, a solas. Espero no ser demasiado directo ni aterrador.

Lo miré atento, el soltaba una pequeña risa, negué moviendo mi cabeza de un lado a otro. Jin nunca podría ser aterrador.

-Pues... Se que mi amigo puede parecer un insensible idiota, y ni si quiera quiero saber qué le ves -me habló mientras tomaba la silla de adelante, la arrastraba y se sentaba a mi lado- pero quiero saber de que se trata el trabajo que le ofreciste y porque debería ser él, -Se detuvo un momento, para luego suspirar- ya sabes, hay chicos mas accesibles.

Jin se notaba tan calmado, dispuesto a hablar conmigo, a escucharme.

Quizás esos ojos café, o esa sonrisa tan sincera fueron las que me impulsaron a contarle.

-Ne... Necesito saber... Que no le contarás a YoonGi... -Titubear era lo mejor que pude hacer.

El silencio del salón aumentaba mis nervios, sentía que mi corazón latía fuertemente.

Antes De Que Me Vaya -YoonMin.Where stories live. Discover now