Shin Sekai

En Grand Line, Shin Sekai era un punto de referencia. El lugar donde la gente civilizada, educada y trabajadora sabía que nunca debe de acercarse. Shin Sekai era el lugar perfecto para mandar a todas las lacras con edad para estudiar y que no hayan cometido una ofensa tan grande para mandarlos a Impel Down. Muchos creían que saliendo de Shin Sekai los estudiantes tenían un pase directo a Enies Loby y de ahí a la prisión de máxima seguridad, algo relativamente cierto ya que algunos estudiantes continuaban con su camino delictivo y la cárcel se convertía en su segunda casa; otros tantos dejaban de ir en contra de la ley y mantenían una vida productiva; los más inteligentes podían combinar las dos cosas: ser los mejores ante la sociedad mientras que por debajo de ella eran merecedores de un exclusivo lugar de lujo en el sexto nivel de Impel Down. Shin Sekai era una piedra angular en la formación educativa en Grand Line.

Siguiendo, muy de cerca en popularidad, pero mucho más sofisticada y aclamada se encontraba la Academia para señoritas Amazon Lily, una escuela que abarcaba desde el jardín de niños hasta la universidad incluyendo cursos para el postgrado; su nivel académico era alto y dentro de sus paredes bien podían educarse las mujeres encargadas de guiar una generación completa. Y una de estas mujeres era la indiscutible reina del lugar y apodada «La Emperatriz», sin su permiso no se podía entrar a la academia ya que ella tenía la última palabra muy por encima de la directora. La Emperatriz Boa Hancock.

En tercer lugar y no por eso menos importante, al contrario, venía siendo la primera opción para cualquier estudiante que se dignara a tener una educación privilegiada, se encontraba el Instituto Marineford. Dirigida por una leyenda viviente: Sakazuki Akainu, Marineford mantenía estrechos lazos con el régimen del gobierno e inclusive se decía que todo aquel que lograra graduarse del instituto tenía un lugar asegurado en el Gobierno Mundial. Con todo lo anterior, Marineford parecía más una escuela militar que un colegio de enseñanza académica, aun así era uno de los institutos más populares y su demanda sobrepasaba sus límites por lo tanto poder entrar era casi un milagro para la mayoría de los estudiantes. Aquellos que no lo conseguían tenían que conformarse con escuelas mucho más pequeñas.

En cada distrito de Grand Line existían pequeñas escuelas afiliadas a la educación pública que el gobierno brindaba. La gran mayoría ofrecía carreras técnicas, y solo unas cuantas podían albergar la posibilidad de inscribirse en Amazon Lily o Marineford. Pequeños colegios como la Academia de Baile de Dressrosa, el Instituto de alto rendimiento en el deporte de Gyojin, la escuela de cocina Baratie o el Colegio de Artes Modernas (donde asiste Killer).

Por encima de todas estas opciones se encontraba el colegio privado, exclusivo y de élite: Mariejois, lugar únicamente creado para los hijos de los altos nobles; ningún otro estudiante tenía derecho ni posibilidad a entrar.

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—¿Lu... Luffy...? —A Usopp le temblaba la voz; no podía reponerse del impacto de ver a su nakama estudiando (¿alguien podría?). Luffy levantó la mirada y sonrió como solo él sabía hacerlo.

—¡Chicos, buenos días!

—Es... estás... ¿estudiando...? —El de la nariz larga se acercó lentamente, sentía que en cualquier momento el mundo se partiría en dos.

—No... —susurró Sanji— Está enfermo...

—¿Ah? —Luffy los miraba desconcertado, luego fijó la vista en el libro que Law tenía abierto— ¡Ah! ¿Esto? —preguntó señalando el libro— Torao estaba muy entretenido leyéndolo, me acerqué para ver que tenía de divertido y terminamos estudiando juntos nishishishi...

—¿San...ji? —la temblorosa voz de Usopp llamaba a su nakama como si de una plegaría del inframundo se tratara. Al verlo, el rubio comprendió la súplica de ayuda en su mirada; al principio Sanji creía que Usopp exageraba, pero ahora no podía evitar darle el beneficio de la duda. Por el momento necesitaba tiempo para analizar las cosas y ayudar con la suplica de su nakama.