Vi a mis alrededores y divisé que a August igual le sucedió lo mismo, pero a mi Elizabeth no-.
Robert empezó a desaparecer, como si fuera ceniza y el viento la dispersara a, quizá, un lugar mejor.
Algo había pasado, la inquietud de todos se notaba, no se había logrado el ritual correctamente. A algunos no les aplicaron “la vacuna del último sueño”; esta vacuna borraba todos sus recuerdos, todo aquello que hicieron en vida y en muerte, sus recuerdos felices, tristes, todo.
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El último error de mi vida
Science Fiction- La noche es fría. En ocasiones dura unas horas, en mi caso, para siempre. Existen errores que se perdonan, pero no existen errores que se olviden. Mi nombre debió ser Robert Arthonson, hoy cumplía 17 años, lamentablemente nunca nací. Durante mi...